Si bien la piratería es una práctica despreciable y los proyectos de ley SOPA y ley PIPA buscan combatirla, en mi opinión, plantean los medios para hacerlo de una forma errónea. De manera simple, los proyectos de ley buscan darle poder a los fiscales estadounidenses para solicitar que se eliminen referencias a sitios web (o parte de ellos) que alberguen o promuevan la piratería o venta de bienes falsos.
¿Cómo sería un mundo sin piratería? Según mi perspectiva, ideal. El hecho de eliminar la piratería implicaría remuneraciones mucho más altas para aquellos trabajadores en la industria del software, de la música, de la televisión y de los medios en general. Se les estaría pagando el valor real de los productos a aquellas personas que participaron en la elaboración de los mismos. Lo que uno no piensa al momento de “comprar” o “copiar” un software o una película es que está robándole a la o las personas que trabajaron en ello (por supuesto que bajo este concepto, siempre sale la excusa de que uno no tiene dinero para comprar el producto en cuestión, o bien que uno es estudiante, entre otras miles de ellas).
Si bien la piratería es una práctica despreciable y los proyectos de ley SOPA y ley PIPA buscan combatirla, en mi opinión, plantean los medios para hacerlo de una forma errónea. De manera simple, los proyectos de ley buscan darle poder a los fiscales estadounidenses para solicitar que se eliminen referencias a sitios web (o parte de ellos) que alberguen o promuevan la piratería o venta de bienes falsos. Los proyectos de ley se enfocan principalmente en sitios web siendo albergados en países extranjeros. Esto puede sonar muy bueno, aunque entra en terreno peligroso por varios motivos:
[cita]La reacción del público, en general, ha sido de rechazo hacia la aprobación de los proyectos de ley. También, la mayoría de las empresas de Internet han expresado su preocupación acerca de los proyectos de ley. Además, en las últimas horas, varios de los congresistas que apoyaban la moción han retirado su apoyo.[/cita]
• Le da poder al sistema de justicia estadounidense para pasar por alto el concepto de soberanía territorial. Como agravante, la acusación se puede basar únicamente en una sospecha.
• Existe el riesgo de que se incurra en censura y violaciones a la libre expresión en Internet (paradójico, siendo que la primera enmienda a la constitución de los Estados Unidos protege dicha libertad). Una consecuencia de ello es que se podría invalidar el concepto de conocimiento abierto, tendencia que se persigue ya hace un tiempo en el mundo informático.
• Supone una extensa carga adicional de procesamiento a varias instituciones, dado que deben monitorear los sitios web y en caso de que el fiscal lo dictamine, eliminar toda referencia al sitio. Ésto involucra y perjudica a varias empresas grandes de la Internet. Por lo demás, el proyecto de ley se basa en una factibilidad técnica que claramente no ha sido estudiada.
• La medida para contrarrestar la censura al sitio objetivo es simple: consiste en cambiarse de proveedor de Internet o de reubicar la referencia. Así entonces, la acción tomada para eliminar el acceso al sitio acusado probaría ser poco efectiva (y de hecho, implicaría trabajo adicional para las instituciones que monitorean).
La reacción del público, en general, ha sido de rechazo hacia la aprobación de los proyectos de ley. También, la mayoría de las empresas de Internet han expresado su preocupación acerca de los proyectos de ley. Además, en las últimas horas, varios de los congresistas que apoyaban la moción han retirado su apoyo.
Pienso que nuevamente cabe hacerse una pregunta que es clásica: ¿El fin justifica los medios? Siendo un detractor de la piratería y en el marco del escenario descrito, a mi juicio, la respuesta es un no rotundo.
