El presidente de RN no vaciló en compartir su proyecto estrella, la recuperación del Río Mapocho, con el presidenciable de la derecha, para ‘ayudar’ a que el alcalde pueda exhibir al menos una obra relevante para la comuna. De concretarse la iniciativa, los costos que deberá asumir Lavín y la UDI están por verse.
La administración municipal de Joaquín Lavín, a estas alturas, no parece estar al nivel de lo que se esperó cuando el círculo del alcalde diseñó su ya dilatada estrategia presidencial. Lo que se suponía iba a ser el trampolín que lo catapultaría a La Moneda, se ha convertido en un escollo si se toman en cuenta las críticas que acumula en torno a su gestión.
Una de las más difíciles de contrarrestar es la que acusa a Lavín por no haber realizado «grandes obras» en la comuna en los años que lleva como alcalde, a la que a menudo recurren, por ejemplo, su antecesor en el puesto y actual ministro de Vivienda, Jaime Ravinet, y el Intendente metropolitano, Marcelo Trivelli.
Para el equipo del presidenciable de la Alianza por Chile, esto significa que la administración de su "caudillo" podría pasar sin pena ni gloria y sin dejar huella para la posteridad. La alcaldía principal del país, desde esa óptica, lejos de ser un plus aparece como una pesada carga para la candidatura presidencial sobre todo si se considera que el paso de Lavín desde Las Condes a Santiago no fue algo fortuito, sino que tuvo por finalidad demostrar al país que su habilidad en gestión y administración no se limitaba a lo que podía hacer en una comuna "rica".
Cuando aterrizó en la Municipalidad de Santiago, las expectativas creadas venían avaladas por la "excelente" gestión realizada en Las Condes, la cual recibió alabanzas de todos los sectores. Pero debido a las diversas prioridades que encontró en la comuna capitalina, Lavín optó por presentar como eslogan de campaña una frase un tanto recurrida, pero significativa en esa época. Por ello, el entonces candidato se decidió por anunciar que iba a "barrer con la delincuencia".
Difícil tarea si se considera que en los últimos años, lejos de disminuir, la delincuencia ha aumentado en la comuna a pesar de la gran cantidad de iniciativas generadas por el edil para combatir un problema que se ha convertido en uno de sus mayores dolores de cabeza. Propuestas tan ‘creativas’ como los botones de pánico y torres de seguridad, ya pasaron al olvido o solo se les menciona como anécdotas urbanas.
Pero no fueron las únicas iniciativas que corrieron esa suerte. Otra idea que no cuajó fueron los "Talleres de Corte y Confección" que Lavín gestionó con Infocap para que los travestis del Barrio San Camilo dejaran la calle. La mayoría de quienes participaron en ellos volvieron a sus antiguas actividades con sus diplomas bajo el brazo.
Un salvavidas para Lavín
No obstante, el alcalde no se da por vencido. Siempre abierto a ideas «creativas» y «novedosas» -como la playa en la ribera del Mapocho, la cancha de esquí o los chapuzones veraniegos en las fuentes de las plazas comunales-, volvió a fijarse en el río capitalino, pero esta vez con una mirada de largo plazo y aliento.
El artífice de este cambio fue ni más ni menos que el presidente de Renovación Nacional, el empresario Sebastián Piñera, quien entusiasmado con su proyecto de recuperación del Mapocho, aprovechó la reunión que sostuvo con el presidenciable del sector para, entre otras muchas cosas, exponerle los detalles de su iniciativa "estrella".
Al notar el interés de Lavín en el proyecto, Piñera no desperdició la oportunidad de acordar con el alcalde de Santiago una nueva reunión. La que se realizará en la ciudad española de Barcelona, el 1 de septiembre próximo, para ver en vivo y en directo cómo funciona una idea similar.
En la ciudad condal un proyecto transformó el Río Besos después de ser considerado la cuenca fluvial más alterada de toda la red hidrográfica de Cataluña por la excesiva ocupación del cauce, la canalización, el vertido de residuos, la extracción de áridos, la eliminación de la vegetación de la ribera, la contaminación de las aguas, el agotamiento de los recursos hídricos, así como la escasa integración urbanística. En resumen los mismos males que sufre el Mapocho.
De igual modo que en el proyecto que quita el sueño a Piñera, en el Río Besos, además, de recuperar su cauce, se habilitó un parque que permite una serie de actividades de entretención y turísticas, y se implementó un "sistema de alerta ambiental" que impide que las crecidas del río inunden el entorno durante la estación de lluvias. Esta iniciativa, con la que se recuperaron 6,2 kilómetros, tuvo un costo de 3 mil millones pesetas (15 millones de dólares) y se concretó con el aportes de la Unión Europea, el Ayuntamiento de Barcelona y de su similar de Santa Coloma de Gramenet.
De este modo, la "locura" de Piñera -que comenzó durante su abortada candidatura senatorial por la Quinta Región Costa, en las pasadas elecciones parlamentarias cuando propuso recuperar el estero Marga Marga de Viña del Mar-, tiene ahora una nueva oportunidad de concreción si Lavín se decide a tomarla como tabla de salvación.
Este es el verdadero objetivo de la reunión en Barcelona que sostendrá Lavín con el presidente de RN, y no la declarada intención de buscar en tierra catalana una solución a los desencuentros internos de la alianza. Además, en los últimos días quedó en evidencia que por más reuniones que mantengan el alcalde de Santiago y el timonel de RN, nada cambiará si el presidente de la UDI, Pablo Longueira, no da su visto bueno a los eventuales acuerdos políticos a que lleguen.
De concretarse este proyecto, que ‘generosamente’ Piñera parece cederle a Santiago -el empresario aspiraba a implementar la primera etapa en la comuna de Vitacura- sería la primera, si no la única, obra que el alcalde podría esgrimir como el gran logro de su alicaída gestión.
Cuál será el costo que deberá asumir Lavín o la UDI por tanta generosidad del presidente de Renovación Nacional, está por verse. Lo que si está claro es que en Renovación Nacional nadie esconden que el proyecto "estrella" de Sebastián Piñera, de concretarse, podría contribuir a sacar de apuros al presidenciable.
En tanto, en la UDI no observan con la misma seriedad que el alcalde la idea del presidente de Renovación Nacional. De hecho no faltan quienes la califican como una "chifladura" más del timonel de RN. Por lo que ante la decisión adoptada por Lavín de viajar a Barcelona para encontrarse con Piñera y evaluar en conjunto la factibilidad del proyecto, aseguran que ello respondería al deseo del edil de "armonizar" con sus aliados.
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