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«La única solución que tenemos es unirnos para superar la crisis»

El senador y su hijo Marco Enríquez lanzan mañana Animales políticos, texto en el que dialogan sobre la política actual. En entrevista con El Mostrador.cl, además, el parlamentario habla sobre los problemas del conglomerado gobernante, ad portas de las municipales.


Considerablemente más delgado que hace unos meses atrás debido a su operación a la columna y a una cuota de vanidad, según confiesa, el senador socialista Carlos Ominami se prepara para lanzar al mercado su nuevo libro, Animales Políticos, donde en una conversación con su hijo Marco Enríquez Ominami analiza y critica las distintas esferas que componen la realidad política nacional.

En el libro nada ni nadie se escapa. Desde la compleja relación que padre e hijo han entablado históricamente, hasta la crisis de la Concertación, pasando por la Alianza por Chile, y Lavín, hasta la transición, las intervenciones críticas y analíticas del senador Ominami se contraponen con el ímpetu demostrado por Marco Enríquez al reflexionar sobre ciertos temas.

Sin embargo, tanto el legislador y su hijo cineasta, son capaces de construir un relato rápido, entretenido y de fácil lectura que es capaz de armar un panorama político general, analizarlo y proponer soluciones a los conflictos que se han suscitado en el último tiempo.

Aunque no espera vivir de esta obra, Ominami espera se comercialicen «varios miles de libros y que lo lean, sobre todo aquellos que quieren saber cómo se construye la relación padre hijo, más allá del análisis político que se entregue».

La amenaza de Lavín

– En su libro dice que si Joaquín Lavín es elegido Presidente sería terrible para Chile, ¿por qué?
– Porque es un hombre que no se ha dado a conocer. Que se desentendió de su pasado para poder perfilarse como el candidato de la derecha. Él es un hijo de Chacarillas, de la dictadura, sin embargo, se olvidó de Pinochet porque sabía que eso sería un problema para ser el candidato a la presidencia. Por eso también le temo.

-¿Teme que se repitan patrones del pasado?
-No creo que se vuelva a una dictadura, pero las personas que no son capaces de reconocerse como tales son de temer. Su relación con el Opus Dei no es menor, no por el tema religioso, sino porque es un grupo muy cerrado y poderoso. Temo también a los poderes fácticos que están detrás de Lavín, como los económicos por ejemplo.

-A pesar de eso, ¿le reconoce algún mérito?
-Le reconozco su perseverancia, la capacidad que tiene de repetir una y otra vez el mismo discurso. Pero por sobre todo la sonrisa. No entiendo cómo alguien puede ponerse la sonrisa en la cara y no sacársela nunca más, independiente de lo que pase, él siempre sonríe. No sé cómo lo hace, dice sonriendo irónicamente.

– Pero en términos políticos, ¿qué méritos tiene Lavín?
-Al menos no es un inepto. Fue capaz de crear una estrategia, un discurso que repite sistemáticamente. Pero es en este ámbito que le tengo un cierto temor porque no sé cómo es él en realidad, ni qué hará con el país si es que sale elegido presidente. Cosa, que por cierto, espero que no suceda.

– ¿Y si es elegido presidente?
-Sería terrible para el país.

Concertación en crisis

Uno de los grandes conflictos por el que atraviesa la coalición de gobierno es la falta de acuerdo en la negociación municipal, principalmente por la comuna de Santiago. Sin embargo, entre los distintos partidos que la conforman, desde hace años que vienen arrastrando diferentes problemas que han la han llevado a una profunda crisis. La falta de unidad partidaria es fundamental para entender el fenómeno y a la vez, según Ominami, es lo que impide que se salga adelante.

– Usted hace hincapié en la languidecencia de la democracia, ¿qué responsabilidad le cabe a la Concertación?
-Principalmente, todos los desacuerdos políticos que han surgido dentro de la misma Concertación, la desunión entre los partidos de centro e izquierda. La única solución que tenemos para poder salir adelante es construir una relación fuerte entre ambos sectores.

-Pero con los desencuentros generados a partir de la negociación municipal, la unidad es cada vez más difícil
-Es que no tenemos otra opción. La única manera es aliarnos. Yo le he puesto mucho empeño para que exista una buena relación entre el PS y el PPD, para que en conjunto podamos llegar a encontrar la mejor solución, y estoy seguro de que en los próximos días algo bueno pasará.

– ¿Algo bueno con el PPD o con el acuerdo municipal?
-Creo que con los dos. La alianza con el PPD es algo absolutamente indispensable. Hemos arrastrado este conflicto por 14 años, donde sucesivamente uno de los partidos quiere absorber al otro. Eso nunca sucederá, por lo mismo, lo mejor es asumirlo, y hacer la alianza, de otra manera la negociación nunca llegará a buen término.

– Y respecto a la negociación municipal, ¿qué sería lo bueno que va a pasar?
-No lo sé, pero sería terrible que dos buenos candidatos como son Jorge Schaulsohn y Marcelo Trivilli se perdieran por una sola comuna. Lo ideal sería que Schaulsohn se quedara en Santiago y que Trivelli compitiera en otra comuna con un alcalde fuerte de derecha.

– ¿Qué comuna sería esa
-La Florida por ejemplo.

El fenómeno Lagos

Conocido como uno de los hombres que ayudaron a que Ricardo Lagos fuera elegido presidente y como uno de sus cercanos, hoy, se dice que Carlos Ominami está francamente distanciado del mandatario. Incluso enemistado. Sin embargo, a pesar de las críticas que el senador pueda hacer sobre la gestión Lagos, reconoce que «sigue existiendo amistad».

-¿Cómo está hoy su vínculo con el Presidente en comparación a la relación que tenían antes de que fuera elegido?
-Claramente es una relación que ha evolucionado. Siempre hemos tenido una relación muy cercana, de amigos. Trabajamos mucho tiempo juntos, ayudé en su campaña presidencial y desde mucho antes he colaborado con él. Pero siempre supe que si salía elegido Presidente nuestra relación cambiaría porque creo que los mandatarios están condenados a trabajar solos, así es que era evidente que nuestra relación sería un poco más distante.

-Sin embargo, ¿siguen siendo amigos?
-Amistad siempre ha existido, sólo que ahora no nos vemos tanto. Por cosas formales nos tuvimos que distanciar. No lo puedo tutear en público y debo tener un trato más deferente con él, pero creo que todo volverá a la normalidad cuando se acabe su período.

-Esa distancia le da más libertad para hacer crítica. ¿Qué le critica a la gestión de Lagos?
-Creo que es un gobierno que ha seguido la línea, que no ha hecho mucho. A eso se le suma la deslegitimación del Parlamento, la desacreditación de las instituciones y el exacerbado presidencialismo que existe en Chile. Esas son mis críticas, que también están en el libro, y eso me hace pensar que el Presidente no ha hecho mucho para arreglar la situación.

– A pesar de eso, en su libro insiste mucho en que hay que entender a Lagos basándose en las circunstancias que lo rodean…
-Eso es verdad, a pesar de las críticas debemos tener en cuenta el contexto en el que el Presidente se ha movido. Es apoyado por una Concertación que aproblemada, que no logra ponerse de acuerdo y tuvo que enfrentar una grave crisis económica, pero al mismo tiempo, ha tenido un avance. Al comienzo del gobierno todos pensaban en cuánto duraría en la presidencia, ahora eso ya no sucede. Se le reconocen méritos.

-¿Cuáles?
-Personalmente le reconozco la recomposición de las relaciones cívico militares y su decisión de nombrar a Michelle Bachelet como ministra de Defensa, porque ella ha ayudado en esa labor. Ha logrado un acercamiento importante. Y eso es lo que mejor ha hecho.

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