Aunque en la tienda de Carlos Larraín han tratado de bajarle el perfil a la partida del senador, a lo que ha contribuido la crisis de la DC, en el entorno del parlamentario sostienen que está molesto y que no sólo no piensa volver al partido, sino que no descarta formar un movimiento ciudadano e integrar un comité independiente.
Mientras el mundo político tiene puestos todos sus sentidos en la crisis de la Democracia Cristiana y la Alianza trata de sacar partido de ella, la renuncia del senador Carlos Cantero a Renovación Nacional es una bomba de tiempo que, de explotar, podría provocar efectos insospechados en la derecha, pese a los intentos de algunos dirigentes por bajarle el perfil a la situación y evitar comparaciones con lo sucedido a Adolfo Zaldívar.
En RN sostienen que, a diferencia de Zaldívar, Cantero se fue del partido por iniciativa propia y que no lo hizo con descalificaciones, soslayando el hecho de que el ahora senador independiente acusó a la directiva, y particularmente al timonel del partido, Carlos Larraín, de "clasista" y al abanderado presidencial de RN, Sebastián Piñera, de estar desarrollando una campaña "elitista".
Y aunque por estos días la renuncia de Cantero ha pasado a segundo plano, en su entorno aseguran que el legislador está tan molesto con el partido que las gestiones que se le encargaron a su par Andrés Allamand, para que lo convenza a deponer su decisión, serán infructuosas.
De hecho, el martes recién pasado Allamand tuvo un primer contacto telefónico con Cantero y, según quienes conocieron el tenor de la conversación, en ella "quedó claro que el senador no volverá a Renovación y si se le pasa por la mente regresar, no lo hará mientras Carlos Larraín presida el partido".
A ello ha contribuido, aseguran en el entorno de Cantero, el propio Larraín quien desde el inicio de su gestión habría incurrido una y otra vez en situaciones que fueron minando la relación con el senador por la Segunda Región. La negociación municipal con la UDI fue la primera oportunidad en que Cantero alzó la voz para reclamar por la forma como se estaba manejando la directiva, recuerda una fuente cercana al parlamentario.
En esa ocasión, agrega la misma fuente, sin consulta a Cantero de por medio, se le cedió al gremialismo casi toda la región y ahora último "se intervino la directiva regional, también sin preguntarle a él". En este escenario, no existe posibilidad alguna de que Allamand pueda revertir su decisión así es que su labor terminó en la primera conversación, se señala.
Pero quien también llamó al senador el martes fue el abanderado de RN, Sebastián Piñera. El diálogo fue corto, ya que Cantero le habría señalado al empresario que lo que tenían que conversar, no podía hacerse por teléfono. Lo que indica que el senador está en una posición difícil de revertir y que las conversaciones, a estas alturas, resultan tardías.
Mientras tanto, en el partido se especula acerca de cuáles serán los siguientes pasos de Cantero, quien tras su renuncia no ha vuelto a realizar declaraciones públicas, limitándose a su trabajo en terreno y a recibir muestras de apoyo desde todos los sectores. En su entorno aseguran que ha recibido llamadas de parlamentarios de la UDI, de Adolfo Zaldívar, Fernando Flores y Carlos Bianchi. Y, además, la visita del senador radical José Antonio Gómez que fue de conocimiento público.
"Lo que no lo mató lo fortaleció"
Por otra parte, en el círculo del senador han visto con estupor el hecho de que su renuncia haya sido asumida con sorpresa tanto de parte de sus pares de bancada como de la directiva, pues sostienen que Cantero hizo ver su molestia respecto a los hechos mencionados y una cierta animadversión de parte de Carlos Larraín hacia él en varias oportunidades.
Sin ir más lejos, Cantero conversó dos veces con el senador Baldo Porkurica, vicepresidente del partido, sobre el tema con el fin de que intercediera para que el timonel cambiara su actitud, pero como ello no ocurrió, terminó minando su paciencia.
«La fuerza de Cantero para hacer lo que hizo viene del maltrato permanente de parte del partido en las campañas, en el financiamiento con el que nunca contó, en los pronósticos internos en que siempre los dirigentes apostaban en su contra, y en las negociaciones según las que lo mandaron a competir en las condiciones más adversas", se lamenta un cercano al senador que concluye que "lo que no lo mató, lo fortaleció".
En cuanto al futuro de Cantero, estaría evaluando formar un movimiento ciudadano y que, conciente del valor que ha adquirido su voto a partir de su renuncia al partido, éste será en su línea regionalista. En lo inmediato, tendría disposición a formar con Zaldívar, Flores y Bianchi un comité independiente en la cámara alta.
