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La agenda política del ministro Allamand y las FF.AA.

Santiago Escobar
Por : Santiago Escobar Abogado, especialista en temas de defensa y seguridad
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El ministro se ha empecinado, de manera autorreferente, en la agenda de prensa. En una agresiva entrevista de fin de semana, ha dicho que el Comandante en Jefe de la FACh “no tiene margen de error” y que “la opinión pública, los parlamentarios, las familias de las víctimas y los abogados van a estar mirando con lupa sus actuaciones”. La pregunta obvia es ¿y el ministro Allamand, mientras tanto, qué hará?


No es adecuado el tenso uso mediático que el ministro Andrés Allamand está haciendo de su ministerio. Su voluntad de ser candidato presidencial usando de plataforma el Ministerio de Defensa Nacional, lo ha precipitado a declaraciones fuertes que tensionan las comandancias en Jefe de las FF.AA. y que tienen como objetivo explícito demostrar ante la ciudadanía que tiene carácter.

Dada la evolución compleja de los asuntos vecinales no parece una actitud prudente. Lo lógico sería que se abocara a sacar a las Fuerzas Armadas de las polémicas comunicacionales, y a producir las condiciones para que ellas superen sus ripios y problemas. A elaborar los fundamentos definitivos de un nuevo y moderno sistema de financiamiento, que está atrasado, como lo están los sistemas de manejo de crisis y el mando integrado frente a las emergencias nacionales, donde los ministros de Defensa, se piensa, tienen mucho que aportar.

Sin embargo, el ministro se ha empecinado, de manera autorreferente, en la agenda de prensa. En una agresiva entrevista de fin de semana, ha dicho que el Comandante en Jefe de la FACh “no tiene margen de error” y que “la opinión pública, los parlamentarios, las familias de las víctimas y los abogados van a estar mirando con lupa sus actuaciones”. La pregunta obvia es ¿y el ministro Allamand, mientras tanto, qué hará?

Siendo el responsable de un sector que ha enfrentado serios problemas el último tiempo, se esperaría algo sustantivo que muestre concepción de Estado además del pretendido carácter. Lamentablemente lo más notorio de su agenda, fuera de las referencias públicas al SHOA y el accidente de Juan Fernández, ha sido acudir a cada accidente aéreo que ocurre, para encabezar el rescate, sólo o en compañía de su esposa, generalmente frente a las cámaras de TV.

El ministro se empeña en la ostentación de los símbolos de su plataforma política, una camisa blanca donde se ve una bandera de Chile y se lee Ministerio de Defensa Nacional, pero es evidente que ni conoce ni le interesan los temas de su sector. Cree que lo que está haciendo es mandar, y pasa por encima de la bruma que ronda la responsabilidad en estos temas.

Nunca hemos escuchado al ministro compenetrado profesionalmente en el origen y circunstancias del siniestro en Juan Fernández, más allá de las comprensibles circunstancias emotivas y familiares. Para tomar razón y enmendar aspectos sensibles que van arrojando las tres investigaciones paralelas a que dio origen y que todavía no se encuentran terminadas.

[cita]El hecho de que uno de los oficiales que más sabe del accidente de Juan Fernández, que acompañó al Fiscal Cristóbal Mera a la isla y luego a España, y es el jefe de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos, que todavía no termina su trabajo, fue nombrado con su beneplácito ministerial agregado aéreo en Francia en marzo de este año, por el actual Comandante en Jefe. Como el coronel Francisco Torres aún no tiene reemplazante, dirige el tema que le corresponde desde Francia.[/cita]

La del Ministerio Público que persigue responsabilidades penales y las dos a cargo de organismos vinculados a la Fuerza Aérea, como son el sumario administrativo de la FACh y la investigación de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos, JIAA, de las que saldrán si las causas fueron humanas, deficiencias en los protocolos de la FACh o su cumplimiento, u otra razón. Tal vez el ministro no pese adecuadamente que por razones legales, todas esas investigaciones tienen secreto de sumario, todas tienen la misma información, pero no pueden cruzarlas debido a ello, y que cada nuevo antecedente o explicación de una, debe requerirse a las fuentes originales, aunque ya las hayan dado a otras. Tal vez tampoco está muy consciente que las investigaciones se encuentran aún en curso, con informes periciales importantes que faltan como el de la Universidad de Concepción y el de los fabricantes españoles del Avión Casa 212.

Tal vez ello sea determinante para algo que aparentemente no tiene explicación. El hecho de que uno de los oficiales que más sabe del accidente de Juan Fernández, que acompañó al Fiscal Cristóbal Mera a la isla y luego a España, y es el jefe de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos, que todavía no termina su trabajo, fue nombrado con su beneplácito ministerial agregado aéreo en Francia en marzo de este año, por el actual Comandante en Jefe. Como el coronel Francisco Torres aún no tiene reemplazante, dirige el tema que le corresponde desde Francia.

La agenda ministerial de Andrés Allamand, más preocupado de ser el candidato presidencial de su sector, lo deja ignorante y al margen de los temas fundamentales de su ministerio, opinando livianamente como lo ha hecho a propósito del peso del avión siniestrado, y gestionándolo a través de la prensa.

Su actitud deja en evidencia al Presidente Sebastián Piñera en que su sugerencia a los ministros de no adelantar la carrera presidencial es una frase cliché o de buena crianza. Para Allamand la carrera está lanzada, y lo más notorio es un escenario político en que “una primaría entre Longueira, Golborne y yo (Allamand) garantiza un tremendo empujón para la Coalición por el Cambio”.

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