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Abú Moreira Los vínculos del candidato a senador con la colonia palestina

Abú Moreira

Ignacio Vera
Por : Ignacio Vera Periodista UDP
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¿Por qué un político de derecha dura, paladín del pinochetismo, se ha convertido durante las últimas dos décadas en el mayor defensor de la causa palestina en el Parlamento chileno? La relación habría nacido de la nada, cuando Moreira era alcalde designado de la dictadura en La Cisterna, época en que la entonces recién asumida directiva del Club Palestino buscaba estadio para que jugara su equipo de fútbol.


No tiene sangre palestina ni árabe por ningún lado, pertenece a un sector político que a nivel mundial tiende más bien a cuadrarse tras la causa israelí (casos del PP en España, la CDU en Alemania y el Partido Conservador inglés), y su admirado General fue el que cultivó la imagen internacional del Eje Santiago–Ciudad del Cabo–Tel Aviv, en alusión a Chile, Sudáfrica e Israel, países que por diversos motivos se encontraban en distintos grados de aislamiento internacional durante la década de los 80. En la Comunidad Palestina de Chile, la más grande fuera del Medio Oriente (con entre 300 y 500 mil descendientes según algunas estimaciones), genera variadas opiniones. Unos lo quieren mucho, especialmente los comerciantes y empresarios cercanos a la derecha y que se vieron favorecidos por las políticas de la dictadura pinochetista. Ellos le llaman cariñosamente “Abú Moreira” y lo definen como un hijo por adopción de la comunidad. Otros, los que fueron opositores al gobierno militar, lo definen como un hombre “jugado” con quien no comparten todo su pensamiento pero que ha ayudado mucho a la difusión de la causa palestina, mientras otras voces hablan derechamente de alguien que no está junto a ellos porque realmente se sienta identificado con el sufrimiento de un pueblo, sino porque es un antijudío.

“Iván Moreira es un tipo muy jugado que entendió lo que se vive en Palestina por la ocupación militar, es alguien con quien no comparto en absoluto su pensamiento en cuanto a cosas como la defensa que hace de Pinochet, yo jamás opinaría eso, pero su defensa de la causa palestina ha sido muy jugada”, dicen entre este último grupo.

Iván Moreira Barros nació en La Cisterna, cursó sus primeros años de escolaridad en el colegio salesiano Don Bosco de dicha comuna, para luego cambiarse al San José de Punta Arenas, también salesiano. Su apellido paterno es de origen gallego, al igual que el materno, el cual luego se extendió a Castilla y Cantabria según estudios genealógicos. Hasta ahí nada árabe. Llegó a la política militando en el Partido Nacional durante el gobierno de Salvador Allende, llegando a ser presidente de su juventud. Ingresó al gobierno de Pinochet como director de la Municipalidad de Punta Arenas. Volvió a Santiago para desempeñarse en el mismo cargo, ahora en La Pintana y luego en La Cisterna, hasta ser nombrado alcalde de dicha comuna en 1989. Según fuentes de la Comunidad Palestina de Chile es en este periodo cuando a Moreira se le despierta su lado árabe.

El club de fútbol Palestino, una de las instituciones de la diáspora palestina más importantes del mundo entero, pasaba por ese entonces por tiempos muy difíciles. El plantel se había desarmado y la directiva encabezada por Hisham Hassan renuncia. Asume una nueva liderada por Fernando Lamas e integrada por otros empresarios y comerciantes como Henry Ananías y Roberto Abuadba, poniéndose como principal objetivo encontrar un estadio para poder hacer de local. Hace poco el Estadio Municipal de La Cisterna había sido rechazado por la Universidad de Chile debido a su deplorable estado, por lo cual la nueva dirigencia lo vio como una buena alternativa. Fueron entonces a hablar con el alcalde, un joven Iván Moreira. El Club logró un comodato por cincuenta años para ocupar el estadio (comodato que debió renegociarse cuando Palestino se transformó en Sociedad Anónima Deportiva). Ahí nació una fructífera relación que no solo, por fin, le dio a Palestino una cancha, sino que le permitió a Moreira conocer la causa palestina. En la Comunidad cuentan que es ahí cuando Moreira comenzó a hacer grandes amistades con los dirigentes del club, casi todos de origen árabe. Así conoció la realidad de una diáspora cuya causa era por ese entonces tomada muy en cuenta en los países de la órbita soviética, pero menos acogida en el occidente capitalista.

[cita]“Lo mío es una cuestión de principios. Yo soy amigo desde el palestino más humilde al más poderoso, conozco a todos los palestinos”, declara el candidato a senador de la UDI. En círculos palestinos, sin embargo, se cuenta que efectivamente el diputado ha recibido dinero de empresarios de ese origen, pero todo dentro del marco de la ley electoral y niegan decididamente que Moreira esté con su causa por interés político. “Los empresarios se han acercado a él en determinados momentos, no él a ellos”, cuentan.[/cita]

Moreira entonces comenzó a conocer el mundo de la izquierda chilena a través de hinchas descendientes de palestinos que iban al estadio cada fin de semana. Estos hinchas eran o habían sido militantes de partidos de la Unidad Popular y algunos tenían nexos con el Al Fatah de Yasser Arafat, partido al cual Moreira dice apoyar. “Yo empecé a conocer la realidad de la izquierda chilena con eso, lo que había pasado en mi gobierno militar. Lo que sobresalía de mí es que era un fanático, lo fui, pero con el tiempo yo me fui también dando cuenta de lo bueno y de lo malo, de la realidad de lo que vivió Chile, pero mi lealtad nunca va a estar en discusión”, cuenta el mismo Moreira sobre aquella época.

El entonces alcalde, y luego diputado, se propuso tomar una causa que para él estaba demasiado ideologizada hacia la izquierda, y atraerla al mundo de la centroderecha, transformarla en una causa humanitaria y de derechos humanos universales. “Conocí mucha gente de izquierda que iba a ver el fútbol y me empezaron a mostrar la realidad del pueblo palestino, una dimensión distinta de los derechos humanos en el mundo. La causa palestina era una causa ideologizada y solo de izquierda, pero yo dije si esta causa se ha ideologizado es importante acercarla a la visión de centroderecha”, cuenta Moreira.

Un episodio curioso se dio en 1990, cuando Iván Moreira mediante una ceremonia en el Municipio de La Cisterna, reconoció unilateralmente al Estado Palestino. La Embajada Israelí protestó y recibió un llamado del entonces Canciller, Enrique Silva Cimma, diciéndole que no podía hacer eso y que las relaciones exteriores correspondían exclusivamente al Presidente y no a un alcalde, que lo que había hecho no tenía ninguna legalidad. Años después el propio Iván Moreira sería la pulga en el oído del Presidente Piñera para que este visitara el Medio Oriente en 2011 y luego reconociera a Palestina como Estado libre y soberano. También influyó en La Moneda para que Chile patrocinara el ingreso de Palestina a la ONU como Estado observador.

Moreira niega absolutamente cualquier motivo electoral, específicamente un interés respecto a las posibilidades de financiamiento que le da el ser “uno más” dentro de una comunidad con las fortunas más grandes de Chile. “Lo mío es una cuestión de principios. Yo soy amigo desde el palestino más humilde al más poderoso, conozco a todos los palestinos”, afirma el candidato a senador de la UDI. En círculos palestinos, sin embargo, se cuenta que efectivamente el diputado ha recibido dinero de empresarios de ese origen, pero todo dentro del marco de la ley electoral y niegan decididamente que Moreira esté con su causa por interés político. “Los empresarios se han acercado a él en determinados momentos, no él a ellos”, cuentan.

Sobre sus polémicas declaraciones en reiteradas oportunidades hacia el pueblo judío, Moreira dice que él no es un antisemita, y que la guerra no es contra el pueblo judío sino contra el gobierno y el ejército israelíes. “Mi mejor amigo es judío, el Embajador de Israel en Chile sabe perfectamente que yo no soy antisemita, Gabriel Zaliasnik (ex presidente de la Comunidad Judía), sabe perfectamente que yo no apoyo a Hamas, pero sí apoyo a Al Fatah”, dice Moreira, quien reconoce eso sí que no se lleva bien con el actual presidente de la Comunidad Judía de Chile, Shai Agosin. En el círculo del diputado muestran como señales inequívocas contra su supuesto antisemitismo el hecho de que el ex alcalde de La Cisterna se hubiera opuesto a la visita de parlamentarios iraníes a Chile, y la denuncia que hizo respecto al ingreso a Chile por Arica de iraníes con pasaporte pakistaní. Moreira también se negó a recibir a un ministro sirio que pretendía visitar Chile el año pasado, diciendo que no recibiría a nadie del gobierno de Al Assad hasta que se acabará la matanza en ese país.

Sin embargo, como es común, es la propia boca de Moreira la que lo deja mal parado cuando habla frente a los medios. Así ocurrió en enero de 2011 cuando con motivo de la visita a Israel de una delegación de parlamentarios chilenos dijo a La Tercera que “tanto en éste como en gobiernos anteriores hemos tenido ministros de origen judío, pero hoy los tenemos neutralizados en el gabinete”. En aquel entonces el único judío del gabinete era Rodrigo Hinzpeter.

En la Comunidad Judía algunos no tienen medias tintas a la hora de calificar a Iván Moreira como antisemita. “Es un tipo que constantemente se muestra poco amistoso no solo hacia Israel sino que hacia la Comunidad Judía, como ocurrió con la tramitación de la Ley Antidiscriminación”. Respecto a su citada declaración en 2011 respecto a los judíos que ocupan o han ocupado cargos ministeriales, voces dentro de la Comunidad Judía dicen que “ha ofendido a miles de chilenos que en el pasado, el presente y el futuro han trabajado por nuestro país; No tiene derecho a ofender, y lo ha hecho, olvidando su investidura”. Con motivo de las declaraciones de Moreira durante la gira presidencial a Medio Oriente apoyando el reconocimiento de Chile a un Estado Palestino, la Comunidad Judía envió un comunicado oficial que decía: “Sus palabras (de Piñera) en el Monte de los Olivos de Jerusalén dieron cuenta que Chile desea contribuir a la paz entre ambos pueblos, exportando la buena convivencia entre ambas comunidades en Chile, y no importando el conflicto a nuestro país. De allí que declaraciones y actuaciones que se alejan de este propósito, como las expresadas por el Senador Tuma y el Diputado Moreira, deban ser rechazadas”.

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