La medida no afectaría el funcionaniento del penal ubicado en San Miguel. Fue la decisión de la ministra de Justicia, Javiera Blanco, de cerrar el diálogo, lo que gatilló que los funcionarios movilizados se pusieran en alerta.
Una toma de carácter «pacífica» de las instalaciones de la cárcel de mujeres de San Miguel llevó a cabo este miércoles un grupo de gendarmes en paro.
«Es pacífica, pero es una medida de fuerza. Es una toma, van a seguir las salidas normales, las atenciones de salud se van a seguir privilegiando para no transgredir los derechos de los internos, que es lo que nos preocupa hoy en día y el régimen de visita continúa», dijo a TVN el capitán de la institución Rodrigo Vera.
Hasta pasado el mediodía de este miércoles no había una orden de desalojo del centro penitenciario. Esta tarde los representantes de cinco asociaciones de gendarmes movilizados se encontraban reunidos con el director nacional de Gendarmería, Tulio Arce, para buscar una salida al conflicto.
Sobre todo, después que el martes último la ministra de Justicia, Javiera Blanco, cerrara las puertas al diálogo tras declarar que la movilización era orquestada sólo por un grupo minoritario, al que acusó de sobreponer sus «intereses» personales.
La secretaria de Estado le envió un mensaje «a ese grupo muy reducido y encabezado por Joe González, que el diálogo se acabó, porque ellos le han dado una bofetada a la gente. Le le han dicho a la gente que sus intereses son más importantes, no vamos a permitir este tipo de señales y en Chile el estado de derecho se respeta».
