Publicidad
Kast se va de la UDI tras pedirle infructuosamente a Jovino Novoa que renunciara al partido por condena en caso Penta Diputado fue aislado por la alta influencia que aún mantiene el ex ‘coronel’ en la colectividad

Kast se va de la UDI tras pedirle infructuosamente a Jovino Novoa que renunciara al partido por condena en caso Penta

Su entrevista en El Mercurio en marzo pasado, donde pide la salida de «todos los que han controlado el partido», y su demanda para que Novoa –tras ser condenado en el caso Penta– dejara la presidencia de la Fundación Jaime Guzmán, son claves para entender esta historia, según relatan cercanos al diputado. Sin que trascendiera hasta hoy, el parlamentario encaró personalmente al ex ‘coronel’ pidiéndole que dejara el partido.


El diputado José Antonio Kast anunció esta mañana su decisión de renunciar a la UDI tras 20 años de militancia.

A través de una carta enviada a la colectividad, el parlamentario declaró: «Mi alejamiento no obedece a una reacción de indignación ni está vinculada a ningún acontecimiento coyuntural, sino que es fruto de una larga reflexión».

«Todos sabemos que la UDI tenía que cambiar para retomar el camino y así volver a motivar a sus militantes, adherentes, simpatizantes y, por supuesto, a un electorado que, tanto el partido como la política en general, ha maltratado a través de los años», agregó el legislador.

Más tarde, en entrevista con Radio Bío Bío, el diputado dijo además que «en la UDI hemos dejado de formar gente, formar nuevos líderes. Mi intención hoy día es influir en la UDI para que se tomen las decisiones correctas, influir en la política para que haya cambio de actitud y en las personas… si logro influir en las personas claramente seguiré con mis aspiraciones presidenciales».

«No puede ser que siempre las mismas personas tomen las decisiones», se quejó el parlamentario, aludiendo a los llamados «coroneles» al interior del gremialismo. Específicamente, a Jovino Novoa, quien aún detenta un importante nivel de influencia en las sombras al interior de la colectividad.

Precisamente, es con este último con quien tuvo su mayor distanciamiento y fue factor decisivo en su aislamiento al interior de la UDI.

Su entrevista en El Mercurio en marzo pasado, donde pide la salida de «todos los que han controlado el partido», y su demanda para que Jovino Novoa –tras ser condenado en el caso Penta– dejara la presidencia de la Fundación Jaime Guzmán, son claves para entender esta historia, según relatan cercanos al diputado. Kast encaró personalmente a Jovino Novoa –señalan las fuentes–, y sin que esto trascendiera públicamente, para que renunciara al partido, aduciendo que su permanencia impediría que los jóvenes se interesaran por ingresar a la colectividad. Esta petición de renuncia a Novoa también la comentó abiertamente con otros miembros de su grupo de referencia. Pero el peso de histórico «coronel» y la defensa corporativa fueron más fuertes.

El efecto inmediato de estos dos hechos que lo ponen en contra de Novoa –señalan–, llevó a que sus cercanos en lo generacional, como Ernesto Silva, Javier Macaya, María José Hoffmann y Arturo Squella, se alejaran de él en lo político. El mayor problema lo tenía justamente con el ex presidente UDI y líder del grupo, Ernesto Silva, quien fue apadrinado por Novoa para ocupar la cabeza de la tienda. En su misiva de renuncia Kast redacta un par de párrafos clave en tal sentido, en opinión de quienes lo conocen:

Tenía la esperanza de que los jóvenes, por los que me he jugado y he llegado a tener grandes peleas para hacerles un lugar, entendieran la responsabilidad histórica y coyuntural que les correspondía asumir al hacerse cargo de la conducción del partido, porque la UDI necesita de su vitalidad y la fuerza de sus ideales, así como Chile necesita una nueva UDI, con una nueva energía y con una nueva manera de ver y hacer política.

«Comprendo que hay estrechos lazos de amistad y de familiaridad que hacen difícil confrontar un statu quo en el que aparecemos todos involucrados, especialmente si se invoca la ‘experiencia’, que naturalmente las personas mayores tienen respecto de las menores. Pero lo más arduo es confrontar actos y actitudes cuando esto aparece o se experimenta como una ‘amenaza’ y ‘una grave falta’ a la lealtad debida. He vivido muchas veces las consecuencias de esta confrontación, junto a algunos de ustedes que han querido acompañarme”.

Kast –dicen– también habría sido bloqueado entre los senadores UDI, especialmente por la más cercana a Novoa en esa instancia, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe.

Al jugarse públicamente por Jaime Bellolio para que este encabezara la tienda y el proceso de renovación de la colectividad, Kast tampoco encontró la misma fuerza y entusiasmo público entre sus cercanos. Al respecto señala en su carta de renuncia lo siguiente: «Cuando le negué a Hernán Larraín mi apoyo para que siguiera a la cabeza de la UDI, tenía la esperanza de que él y todos comprendieran que era una opinión política (…). Esperaba que entendieran que es la UDI la que necesita una renovación, que pasa por cerrar esta etapa, para dar paso a un Nuevo Ciclo como partido que pretende influir en el futuro del país«.

Y en tal sentido puntualiza: “El Consejo que se realizaría en mayo, no se llevó a cabo. Se respaldó la continuidad de la actual directiva y los jóvenes están legítimamente abocados a asumir su responsabilidad dentro de las formas establecidas. Pero en mí se apagó la llama de esperanza de renovar la UDI. Porque creo que son estas ‘formas establecidas’ las que han ido ahogando el ‘fondo’ de la UDI, lo cual ha sido permanentemente mi ocupación y preocupación”.

Publicidad

Tendencias