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Cuando salir de vacaciones es motivo de separación

No se trata del caso de los solteros o solteras de verano, sino que de las parejas que se alejan precisamente por tener que convivir durante dos, tres o cuatro semanas las 24 horas del día, y que tienen la costumbre de verse menos por la rutina del trabajo. Afortunadamente, los especialistas tienen algunas recetas para evitar los quiebres.


Diversos estudios y estadísticas, revelan que los divorcios y separaciones aumentan drásticamente en la época estival.

Una de las explicaciones para este fenómeno, es que en este período las parejas se enfrentan a la convivencia diaria, debiendo pasar juntos las 24 horas del día, situación que no ocurre durante el resto del año, pues el hecho de que la mujer y el hombre trabajen cada uno por su lado o tengan costumbres diferentes que les mantengan alejados físicamente durante un tiempo, oxigena la relación y les da un ámbito de libertad que, junto al ajetreo cotidiano, resultan elementos distractores que permiten desviar el foco de atención de los problemas mentales.

Ann Mary Iturra, psicóloga y coordinadora académica de la carrera de la Universidad Autónoma de Chile comenta que “los conflictos surgen, entonces, por el exceso de tiempo de convivencia en las vacaciones, dado que compartir más tiempo del habitual saca a la luz las diferencias que durante el resto del año apenas se perciban.

En las vacaciones, la pareja tiene tiempo para mirarse y analizar la relación, lo cual saca a relucir esas incomprensiones o infelicidades que están más o menos encubiertas y se ponen de relieve cuando hay una convivencia mayor”.

De acuerdo a la profesional, lo anterior no significa que aquellas parejas que disfrutan de una relación satisfactoria atraviesen también por este problema, sino que esta situación afecta principalmente a aquellas parejas cuyos conflictos han sido silenciados durante el resto del año.

“La intensa convivencia que supone compartir las 24 horas del día, agudiza las dificultades existentes y saca a la luz ciertas incompatibilidades que se habían mantenido ocultas, permitiendo evidenciar lo insalvable de la relación. A partir de ello, se arrastrarán una serie de dificultades que eventualmente culminarán en el quiebre definitivo”, comentó Iturra.

De acuerdo a lo anterior, se recomienda a las parejas mantener una buena comunicación durante el año y atender a tiempo esas pequeñas señales que dan luces de que algo no funciona bien en la relación, de modo de prevenir quiebres abruptos por diferencias irreconciliables que podrían haberse resuelto si se hubiesen abordado a tiempo, en vez de haber esperado las vacaciones para verlos surgir sin posibilidad de reparación.

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