Medicamentos, cirugías, ejercicios de entrenamiento muscular e incluso bótox, son algunas de las alternativas para evitar el incómodo reflejo de orinar cuando éste se vuelve incontrolable.
Una enfermedad que muchos esconden por influir sobre la autoestima de quienes la padecen, y que puede afectar a diversos grupos etarios es la incontinencia urinaria. Esta patología genera falta de control de la vejiga lo que deriva en una pérdida leve o abundante de orina.
La incontinencia urinaria se produce por diversas causas como debilidad o hiperactividad muscular de la vejiga, cirugías pélvicas, partos vaginales múltiples, estar en etapa postmenopáusica e incluso, alteraciones cerebrales.
Para analizar las diversas variables de esta dolencia, que afecta al 25% de las mujeres sobre 40 años y aqueja al 40% de las personas mayores de 65 años, el Coordinador de Urología de Clínica Vespucio, Dr. Juan Carlos Frías, comenta sus tipos y se refiere a sus formas de tratamiento.
Si bien el especialista señala que esta patología no reviste mayor gravedad “puede provocar un problema social, ya que las personas que la padecen no se sienten tranquilas si no tienen un baño cerca o incluso reducen el consumo de líquidos para evitar complicaciones”, explica.
El Dr. Frías dice que la incontinencia urinaria tiene diversos tipos. Está la de esfuerzo, en la que la persona puede tener pérdida de orina al hacer ejercicios físicos, levantar objetos pesados, reírse, toser o estornudar.
También se encuentra la incontinencia causada por una vejiga demasiado activa (urgencia miccional), que se produce cuando el afectado no puede contener la orina durante mucho tiempo. Ésta es más frecuente en pacientes mayores de 60 años.
Por último se encuentra la incontinencia mixta, que es la combinación de las dos anteriores.
Quienes sufren esta enfermedad deben estar conscientes de que su calidad de vida no estará afectada de manera permanente, ya que existen diversos tratamientos y productos para aminorarla.
Existen tratamientos farmacológicos y quirúrgicos para controlarla, pero su uso dependerá del tipo de incontinencia de la que se trate. “Las actuales técnicas quirúrgicas requieren de intervenciones menores con postoperatorios breves y resultados inmediatos” argumenta el urólogo de Clínica Vespucio.
En el caso de la incontinencia por esfuerzo y la de vejiga activa, “se pueden realizar ejercicios de entrenamiento kinesiológicos que ayudan a fortalecer los músculos que se utilizan para interrumpir el flujo de orina”, indica.
El bótox o toxina botulínica tipo A, muy utilizado en procedimientos estéticos, también se presenta como una alternativa para los casos en que los medicamentos no pudieron resolver la incontinencia de urgencia. “A través de una parálisis parcial y temporal de los músculos de la vejiga provocada por el bótox, que se inyecta en el músculo de la misma, se logra disminuir apuros por orinar”, comenta.
Evitar alimentos condimentados, cítricos, alcohol y café será útil para no irritar la vejiga lo que colabora para disminuir el problema. Bajar de peso también puede ser una alternativa para aminorar la incontinencia.
