El proyecto, una reserva de biodiversidad de carácter privado, ha logrado compatibilizar naturaleza y confort de una manera inigualable. Basado en tres pilares, turismo sustentable, conservación de la naturaleza e integración con la comunidad, es hoy en día uno de los puntos de mayor atracción turística del sur de Chile. (Fotos: Reserva Biológica Huilo Huilo)
Chile tiene muchos lugares de belleza incomparable, pero pocos con la magia de la Reserva Biológica Huilo Huilo.
Inserta en la Patagonia chilena, en un bosque templado húmedo de la Región de Los Ríos, casi en la frontera con Argentina, se desarrolla un proyecto turístico que se entrega a los sentidos de quienes lo visitan con una belleza envolvente, casi sobrenatural, en la que la naturaleza y la obra del hombre se despliegan de una manera armoniosa que sobrecoge. Totalmente diferente a la pampa abierta de la Patagonia argentina, que es inmensidad y espacio, ese pedazo de Patagonia chilena está cubierto de robles, coigues y alerces milenarios, que hacen del bosque ancestral una experiencia única.
El Proyecto Huilo Huilo, una Reserva de biodiversidad de carácter privado, ha logrado compatibilizar naturaleza y confort de una manera inigualable. Basado en tres pilares: turismo sustentable, conservación de la naturaleza e integración con la comunidad, es hoy en día uno de los puntos de mayor atracción turística del sur de Chile.
Bajo esos tres criterios, se ha construido un proyecto turístico totalmente integrado a la naturaleza, que consta de tres hoteles: ”Montaña Mágica”, que simula una montaña que desde la cumbre tiene una caída de agua, en una composición que realmente le hace honor al nombre, especialmente en una noche nevando. Un segundo hotel llamado “Nothofagus” (antiguo Baobab) que hace referencia a un árbol, y crea la sensación de estar dentro de uno de ellos, y que está completamente construido con madera del sector. El tercer hotel, de menor tamaño que los otros dos, es el “Reino Fungi”, cuya arquitectura simula un hongo generando una armonía especial con el medio ambiente.
Los tres hoteles están interconectados por pasillos tipo laberintos que hacen la estadía muy entretenida, pues se convierte en un panorama ir de uno a otro hotel y descubrir nuevos lugares. Los hoteles cuentan con Restaurant buffet, spa y piscina temperada y todos los servicios de tour por toda la Reserva, que tiene una extensión aproximada de cien mil hectáreas y en la cual destaca el Centro de Nieve Aventura, ubicado en los faldeos del volcán Mocho Choshuenco, que cuenta con dos pistas de nivel bajo y medio de ski, además de actividades para toda la familia como Randonee, tubing , trineos para los más pequeños y ski fuera de pista para los más avezados.
Sumado a estos tres hoteles de lujo, existe un complejo de cabañas cuyos precios de estadía son menores, y el “Canopy Village” que es un concepto de cabaña camuflada en los árboles y en altura, lo que da la sensación de jugar a vivir en “ la casa en el árbol”.
Un atractivo muy especial es el Canopy que cuenta con circuitos muy seguros a 35 metros de altura, donde la sensación de volar es inigualable, se atraviesan ríos y se pasa por las copas de los árboles. También tiene un Circuito XL donde la tirada es de 450 metros de largo a 90 metros de altura, algo solo para valientes.
Algo que conviene destacar es el funcionamiento de La Fundación Huilo Huilo, la que se ha preocupado no solo de utilizar turísticamente la zona, sino que asume la responsabilidad social de la empresa con el entorno. Para ello cuentan con diversos proyectos de conservación de especies endémicas como la “ranita de Darwin” y el “huemul del sur”. También cuentan con la calificación de ser Reserva de la Biósfera, categoría que les dio la Unesco el año 2007, lo que le ha permitido conservar bosques nativos en los que se encuentran pumas y huemules, especies en peligro de extinción.
En sus trabajos, la Fundación se ha preocupado de integrar a las comunidades aledañas, realizando talleres de capacitación para integrarlos como empleados en los hoteles, o de emprendimientos, como el de las mujeres artesanas que confeccionan en diferentes materiales figuraciones de los seres mágicos que habitan en el bosque, tales como hadas y duendes, esto último se ha transformado en una fuente estable de ingresos para numerosas mujeres.
Algo similar ha ocurrido con las comunidades mapuches de la zona, generándoles espacios en el proyecto turístico para la difusión de su cultura ante los turistas que llegan a los distintos hoteles.
Para llegar a Huilo Huilo hay varias opciones. La más fácil es en avión hasta Temuco o Valdivia y luego en bus a Panguipulli (aproximadamente hora y media), desde donde los hoteles tienen servicio de transporte (se debe reservar con anterioridad). Otra opción es en el mismo terminal de Panguipulli y abordar un bus a Neltume (hora y media), que lo dejará en la Reserva. El esfuerzo del viaje queda compensado apenas se comienzan a apreciar las maravillas naturales de la Reserva Huilo Huilo.
Más información en www.huilohuilo.com
