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Las hormigas africanas que rescatan a sus compañeras heridas Naturaleza

Las hormigas africanas que rescatan a sus compañeras heridas

Se recuperan en el hormiguero, aprenden a andar con cuatro o cinco patas y vuelven a combatir. «A 38 de las 40 hormigas heridas que marcamos las vimos poco después en una nueva incursión», explica Erik Frank, investigador de la Universidad alemana de Wutzburgo.


Unas hormigas africanas pueden llamar a sus compañeras pidiendo ayuda cuando resultan heridas, según un estudio de la Universidad de Wurzburgo publicado en la revista científica Science Advances.

«Hemos observado por primera vez entre invertebrados que los individuos auxilian a los heridos», dijo Erik Frank, de la cátedra de Ecología Animal y Biología Tropical de la universidad.

Las hormigas «Megaponera analis», que viven al sur del Sáhara, cazan termitas en grupos de entre 200 y 500 ejemplares. La mitad de ellos se adentra en los túneles de sus víctimas y tratan de matar rápidamente a un gran número de termitas.

En las incursiones resulta herido entre el uno y el dos por ciento de las hormigas por las termitas, que muerden o arrancan las patas de sus enemigas.

«Tras la batalla, cuando vuelve a reinar la tranquilidad, las hormigas recogen a las termitas muertas y buscan a las (compañeras) heridas», dice Frank describiendo el comportamiento observado.

Para la búsqueda reaccionan a una señal química determinada que emiten los individuos a través de las glándulas mandibulares, explican Frank y sus compañeros.

«Las compañeras detectan este olor, a continuación examinan a las hormigas heridas y las agarran con la boca. Las heridas incluso recogen las patas para que sea más fácil llevarlas», explica Frank. «Un tercio de las heridas no conseguiría volver sin ayuda», asegura el biólogo.

Las heridas se recuperan en el hormiguero, aprenden a andar con cuatro o cinco piernas y vuelven a combatir. «A 38 de las 40 hormigas heridas que marcamos las vimos poco después en una nueva incursión», explica el investigador.

Una colonia de este tipo de hormigas está formada por unos 1.000 ejemplares, que miden entre seis milímetros y dos centímetros. Realizan entre tres y cinco incursiones al día y si dejasen atrás a las heridas, la colonia se reduciría un 28 por ciento, según un modelo de los investigadores. Por lo tanto, el sistema de rescate merece la pena.

No era de esperar que se diera un comportamiento así entre unos insectos sociales en los que los individuos cuentan tan poco en comparación con la colonia en su conjunto, dice Frank.

Aunque hay otros dos tipos de hormigas en los que también se ha observado un comportamiento similar, este solo se activa cuando la vida del herido corre un grave peligro, como cuando se derrumba un túnel. «Pero la vida de nuestras hormigas no corre peligro inminente. Solo han perdido una pata», apunta.

El biólogo Jürgen Heinze, de la Universidad de Ratisbona, considera que el comportamiento observado es muy interesante. «No es normal que se cuide de ellas especialmente y que vuelvan a participar en incursiones. No conozco nada parecido», indicó.

Según Heinze, en todo el mundo hay unas 16.000 especies de hormigas, un insecto que destaca no sólo porque puede cargar hasta diez veces su peso, sino también por sus capacidades cognitivas.

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