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Científico busca determinar causas que  producen dermatitis atópica en chilenos Salud

Científico busca determinar causas que producen dermatitis atópica en chilenos

Médico cirujano e investigador del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, espera combatir enfermedad de la piel. Se inició reclutamiento de pacientes niños y adultos, que permitirá analizar muestras cutáneas. Patología inflamatoria crónica afecta a alrededor del 20% de los niños hasta los dos años de vida y al 3% de adultos a nivel mundial. Un 80% de los casos se manifiesta con mayor intensidad en primavera y verano.


La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que ocasiona picazón y sarpullido, aún no tiene cura y es mucho más común de lo que lo era hace 30 años. Se manifiesta principalmente en un 20% de lactantes y niños, y puede afectar a un 3% de personas de cualquier edad. En Chile, el Dr. Arturo Borzutzky, investigador adjunto del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, está estudiando las causas de esta molesta afección, con el fin de poder generar tratamientos personalizados y efectivos.

“Estamos realizando un estudio para evaluar y clasificar los diferentes subtipos de esta patología en particular. Queremos caracterizar y determinar los genes y proteínas que expliquen las diferentes causas moleculares de esta enfermedad, lo que permitirá desarrollar nuevas terapias para un síndrome que hoy día sigue sin una causa clara o un tratamiento definitivo. Analizaremos biomarcadores en piel y sangre que permitan identificar diferentes tipos de dermatitis y también vamos a estudiar como varían las bacterias de la piel entre estos tipos”, explica el científico de IMII.

Los estudios están siendo llevados a cabo en el marco de un proyecto Fondecyt, investigación que actualmente se encuentra en etapa de reclutamiento de pacientes, niños y adultos, afectados por diferentes tipos de dermatitis atópica. “Vamos a medir cuáles son las características de la piel, especialmente cuánta agua pierde, que es un aspecto fundamental de esta enfermedad. Estudiaremos en gran profundidad el microbioma cutáneo, y cómo se relaciona la inflamación de la piel con las bacterias que habitan en ella. Además, vamos a investigar muchos marcadores de inflamación alérgica en la piel y en la sangre de los afectados, lo que nos permitirá realizar una caracterización mayor de cómo es cada persona y su dermatitis atópica”, comenta el experto.

Dermatitis atópica

La principal característica de esta enfermedad es el prurito o picazón, debido a la presencia de una piel hipersensible y más seca que lo habitual. “Es una patología heterogénea y multifactorial, que altera mucho la calidad de vida de quienes la padecen. Además, tiene una creciente incidencia en países en vías de desarrollo”, explica el especialista.

Los estudios realizados en el Laboratorio de Inmunología y Alergia Traslacional de la Universidad Católica, señalan que en los países del Hemisferio Norte, sus habitantes tienen brotes en invierno, a diferencia de lo que ocurre en nuestro territorio. En Chile alrededor de un 80% de los brotes ocurren en primavera y verano “y eso puede tener que ver con el cambio de polen estacionales, pero también hay que considerar la sequedad del aire que tiende a hacer que la piel esté más seca e irritable”, comenta Borzutzky.

No existe un gen único que gatille la dermatitis atópica, razón por la cual determinar el por qué se desarrolla en un tipo de paciente o en otro, permitirá desarrollar terapias personalizadas o focalizadas en cada tipo específico de la enfermedad. Aproximadamente, un 50% de quienes presentaron dicha patología en la niñez continúan manifestando síntomas más leves en la vida adulta. Además de una alteración en la función de barrera de la piel de los pacientes, hay un componente genético importante, por lo que deben ser tratados de manera especial, con cuidados específicos.

“El objetivo es que en el futuro el tratamiento se pueda adecuar a las características particulares a nivel molecular de cada individuo y así obtener un tratamiento personalizado para cada uno. Eso se ha desarrollado muy bien en cáncer con los marcadores moleculares que tienen diferentes tumores, pero en enfermedades alérgicas o inmunológicas está recién empezando”, complementa el investigador de IMII.

Enfermedad frecuente en niños

El profesor asociado del Departamento de Enfermedades Infecciosas e Inmunología Pediátrica de la Escuela de Medicina de la UC, señala que cuando se presenta una dermatitis atópica severa existe el riesgo que el paciente desarrolle además alergia alimentaria, asma e infecciones cutáneas considerables. Agrega que -como muchos males relacionados con la piel- la dermatitis atópica suele ser subestimada. Sin embargo, la sintomatología que produce es incluso mayor que muchas otras enfermedades.

Es más frecuente en niños “porque nacen con un sistema inmune más predispuesto a hacer alergias que el que tienen los adultos y de a poco, a medida que el paciente crece, se va equilibrando esa alteración. También los recién nacidos tienen una piel sin bacterias, la cual se debe colonizar por éstas. Y ese proceso de cómo se va educando el sistema inmune y su relación con el ambiente, hace que broten estas enfermedades más fácilmente”, explica el académico.

Principales síntomas

El 60% de los pacientes manifiestan síntomas antes del primer año de vida y el 30% antes del quinto año.

Durante la lactancia predominan las placas en la cara y si se mantiene durante la edad infantil, aparecen placas crónicas sobre los pliegues. No obstante, a medida que los niños crecen, se pueden afectar diferentes pliegues del cuerpo -dermatitis flexural-, presentando sarpullido principalmente en el pliegue anterior del codo, detrás de las rodillas y el cuello. La afección también puede provocar costras y supurar líquido. El sarpullido impide el buen dormir de los infantes e incluso puede afectar su desarrollo y aprendizaje debido a la constante picazón.

En los adultos aparece en los pliegues de los codos, rodillas y base del cuello, cubriendo gran parte del cuerpo. La picazón constante causa que la piel sea mucho más escamosa que en los niños y puede ser especialmente grave alrededor de los ojos.

Suele asociarse a otras condiciones de «atopia» ya sea, asma bronquial y rinoconjuntivitis alérgica, por lo que es frecuente encontrar estos antecedentes en el paciente y la familia.

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