Después de 15 meses de presentar resultados negativos, la actividad de la Construcción vuelve a exhibir cifras positivas, obteniendo en marzo un incremento anual de 1,4%, esto según el Índice Mensual de Actividad de la Construcción (Imacon), elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
El presidente del gremio Lorenzo Constans, precisó que desde diciembre de 2008, «cuando nuestro sector comenzó a evidenciar los efectos de la crisis económica internacional, que la construcción no registraba un comportamiento anual positivo. La cifra de marzo es una buena noticia para todos, porque confirma que la actividad se está recuperando, lo que se traduce en una mayor creación de puestos de trabajo».
Según la CChC el Índice de marzo se explica por el crecimiento anual del Empleo Sectorial (1,4%) y una mayor demanda de suministros para construcción, lo que incide favorablemente tanto en el Despacho de Materiales (5,4%) con la Venta de Proveedores (3,1).
Lo anterior se debe, en parte al positivo efecto que han tenido en el sector las labores de limpieza y recolección de escombros luego del terremoto del 27 de febrero y las actividades de reconstrucción vial. A ello se suma un efecto de base de comparación poco exigente, ya que todos los indicadores mencionados experimentaron fuertes caídas en igual mes del año pasado.
Por su parte, los factores que incidieron negativamente en el indicador fueron la Actividad de Contratistas Generales, que mostró una caída anual de 16,5%, y los Permisos de Edificación, que aún presentan dificultades técnicas en la recolección de información estadística en varias regiones afectadas por el terremoto.
Cabe destacar que, en términos desestacionalizados, el Imacon de marzo mostró un alza de 1,5% respecto de la cifra registrada en el mes inmediatamente anterior. En este contexto, y pese a existir un grado de incertidumbre mayor que el habitual producto de la catástrofe de febrero pasado, se confirma que la actividad del sector está tendiendo a la reactivación, aunque más lenta que la observada tras la crisis de
1998.
Constans agrega que «aún falta evaluar el efecto neto que tendrá el conjunto de medidas económicas que se han implementado o que están en vías de implementarse para financiar los daños causados por el terremoto y el tsunami del 27 de febrero. En ese sentido, estamos observando con expectación el comportamiento que tendrá el proceso de recuperación del sector en el corto y mediano plazo, sobre todo por la incertidumbre que existe respecto de lo que será el desempeño de la inversión en vivienda privada».
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