El líder del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, sostuvo que la discusión del salario mínimo, proyecto de ley que debe estar aprobado el 30 de junio por ambas cámaras del Congreso, tiene que trascender los aspectos técnicos que se debaten actualmente.
En este sentido, el ex candidato presidencial, afirmó que «la comisión técnica de salario mínimo convocada por el gobierno, tiene entre sus propuestas un alza de un 3% en línea con la inflación esperada, ese incremento es escuálido y no considera la canasta familiar real de una familia que vive con esas cifras».
Según cifras del Servicio de Alimentación y Nutrición de la Universidad de Chile, la canasta clásica para sobrevivir una semana es de $45 mil pesos para una familia compuesta por dos adultos e igual cantidad de niños. Es decir, $180 mil pesos al mes. «Estas cifras sólo consideran la alimentación de un grupo familiar, pero ¿qué pasa con el transporte, ropa, servicios básicos, cultura, entre otros temas? Si Chile quiere salir del subdesarrollo, no puede seguir evadiendo esta responsabilidad», añadió.
Además, el líder del PRO agregó que, «en Chile, casi un millón de trabajadores son los que reciben mensualmente el salario mínimo de 165 mil pesos, el que con descuentos de previsión y salud queda aproximadamente en 144 mil pesos. Estas cifras son alarmantes cuando se les compara con las ganancias de las grandes empresas».
A su vez, el ex parlamentario socialista expresó que el modelo a seguir debiese involucrar un alza sostenida que alcance el sueldo ético en el mediano plazo. «El año 2007, la conferencia episcopal propuso un salario mínimo ético de $250 mil pesos. Esto parece un sueño pero es absolutamente posible si se hace con un crecimiento escalonado y responsable».
Para lograr este incremento, el partido Progresista instó al Presidente Sebastián Piñera a comprometerse para alcanzar en cuatros años el nivel del salario mínimo ético, el cual según la variación actual del IPC, bordearía hoy los $275 mil pesos.
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