La Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) aseguró este martes que la institución no maneja antecedentes de denuncias anteriores contra la parvularia Eugenia Riffo, la profesional del jardín infantil Mandarino que fue formalizada por la muerte de Borja López Ojeda.
El menor que hoy habría cumplido tres años, murió asfixiado al interior del automóvil Riffo el pasado 19 de octubre, tras ser olvidado por la parvularia que realizaba un servicio de transporte informal que se le cobraba a los apoderados del recinto.
La Junji emitió un comunicado «respecto a las informaciones sobre eventuales agresiones físicas a niños y niñas del jardín infantil Mandarino por parte del personal del establecimiento y la expulsión de la educadora de párvulos, Eugenia Riffo desde un colegio de Huechuraba».
La Junji explicó que el «22 de octubre, la alcaldesa de Huechuraba Carolina Plaza notificó telefónicamente a las autoridades regional y nacional de Junji haber recibido acusaciones de apoderados, a modo de rumor, sobre las situaciones antes señaladas».
Plaza aseguró que las acusaciones hablan de que Riffo habría golpeado a un menor en el recinto donde trabajó entre 2003 y 2005, y que tendría denuncias por parte de apoderados del jardín Mandarino, por supuestos maltratos de los educadores.
«Tras hacer las consultas pertinentes al Sistema Integral de Atención Ciudadana, se detectó que en Junji no existen registros, antecedentes o denuncias formales que involucren a la educadora Eugenia Riffo u otros funcionarios que estén trabajando en el jardín Mandarino, con episodios de esta índole», afirmó la institución.
Por otra parte, «respecto de la expulsión de Eugenia Riffo del colegio Francisco Javier, Junji aclara que sólo tiene competencias y atribuciones sobre jardines infantiles y salas-cuna. Sin embrago, en forma voluntaria el establecimiento informó que no registra denuncias ni antecedentes de violencia que involucren a la educadora», reportaron.
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