El presidente del Senado, Guido Girardi (PPD), repudió los incidentes que se produjeron en la ocupación de la sede del Congreso en Santiago, y ofreció disculpas formales al ministro de Educación, Felipe Bulnes, quien, en medio de forcejeos e insultos, debió abandonar la cita de la cuarta subcomisión mixta de Presupuestos que se llevaba a cabo en dichas dependencias.
«No son las prácticas adecuadas interrumpir e insultar, no sólo a los parlamentarios y funcionarios, sino también al ministro de Educación, y me parece importante que le pidamos disculpas de la corporación, porque el debate tiene que dar las garantías para un debate democrático», sostuvo el parlamentario.
El legislador manifestó estas declaraciones en una reunión que sostuvo junto al vicepresidente del Senado, Juan Pablo Letelier (PS), y los jefes de los comités de RN y la UDI, senadores Lily Pérez, Francisco Chahuán y Hernán Larraín.
Los parlamentarios oficialistas solicitaron una reunión de comités pero, por motivos que serán objeto de una revisión, no se alcanzó a informar a todos los jefes de las respectivas bancadas políticas.
El senador Girardi enfatizó en «condenar en forma pública los hechos violentos; pedir las excusas en nombre del Senado al ministro de Educación, Felipe Bulnes; estudiar las acciones legales para asegurar que los autores no queden impunes tras haber impedido, por la violencia, el funcionamiento del Congreso; ordenar la realización de un sumario interno para identificar las fallas en seguridad e instruir los sumarios internos que correspondan para que las personas que incumplieron sus deberes sean sancionadas».
No obstante, aclaró que «yo no expuse al ministro Bulnes a ningún riesgo. Aquí hubo un problema de seguridad, yo no estaba aquí mientras ocurrieron estos hechos. Aquí tenemos que revisar los sistemas de seguridad y hechos como este no pueden volver a ocurrir porque no puede entrar cualquier persona».
Explicó que «lo primero que hice fue señalar a los jóvenes que no podían ingresar de nuevo a la comisión, porque tendría que desalojarlos y les pedí que permanecieran en la Sala en forma pacífica».
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