Por los delitos de homicidio agravado y aborto, la Fiscalía de San Felipe formalizó a Nicolás González Aguilera (19), tras acreditarse su responsabilidad en las heridas ocasionadas a su ex polola Tamara Lepe Vargas (21).
El Ministerio Público expuso en la audiencia de formulación de cargos que la víctima, de acuerdo a los peritajes, se vio afectada por lesiones equivalentes a caída de gran altura o accidente de tránsito.
El hecho ocurrió el domingo y fue inicialmente investigado por la fiscal Daniela Quevedo, quien dio las instrucciones de rigor a la PDI y encargo los peritajes del caso al Servicio Médico Legal de Valparaíso.
El imputado fue formalizado por el fiscal jefe de esa comuna, Osvaldo Basso, quien solicitó y obtuvo la medida cautelar de prisión preventiva, luego de compartir el tribunal que la libertad del agresor podía constituir un peligro para la seguridad de la sociedad.
«Ella murió por un traumatismo esquelético visceral, lesiones que uno ve en accidentes de tránsito violentos o en caídas al vacío desde alturas considerables. Nos llama la atención que con puños y pies haya propinado daños de tal magnitud al cráneo, tórax y cuello de la víctima, que le haya prácticamente destruido el rostro y fracturado el cuello y varias costillas», dijo Basso.
El joven, luego de consumada la agresión de la que se encuentra confeso, intentó ocultar las evidencias del caso lanzando al río sus prendas ensangrentadas, pese a lo cual su propio padre lo entregó a Carabineros para que se aclarara el caso ante la justicia.
La mujer tenía ocho meses de embarazo y su hijo murió en su vientre, ya que no alcanzó a recibir atención médica oportuna.
De acuerdo con los primeros antecedentes de la investigación, la agresión se habría producido tras una discusión por temas de dinero y paternidad del niño por nacer que, en definitiva, será confirmada o descartada con exámenes genéticos solicitados por la Fiscalía.
El nivel de violencia de la agresión quedó evidenciado en las lesiones de carácter defensivo que se encontraron en las extremidades de la mujer, y en los nudillos del imputado.
La Fiscalía enfrentó esta etapa procesal con un preinforme de autopsia, cuya versión definitiva arrojará antecedentes más detallados sobre el fatídico hecho.
El tribunal de garantía dispuso un plazo de cien días para culminar la investigación.
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