La sede del Instituto Libertad fue el centro de reunión para que este jueves representantes de RN y la DC pusieran en marcha un trabajo conjunto para realizar propuestas de reformas al sistema político.
La cita comenzó con las palabras de bienvenida de los timoneles de cada partido, Carlos Larraín (RN) e Ignacio Walker (DC).
En cuanto a esta iniciativa, Larraín sostuvo que «hemos pensado con don Ignacio Walker en que ambos institutos (Libertad, de RN, y Centro Democracia y Desarrollo, de la DC), trabajen de ahora en más en conjunto».
En relación a lo que significa este trabajo en conjunto, Walker lo calificó como «una propuesta que yo calificaría de patriótica y republicana. Patriótica pensando en el bien de Chile y republicana, pensando en fortalecer las instituciones».
El líder democratacristiano dio cuenta de tres propuestas para cambiar el sistema político imperante. Así manifestó como primera medida, la de «instalar junto con el Presidente de la República, que es jefe de Estado, un primer ministro como jefe de Gobierno».
Como segunda iniciativa, «la posibilidad de sustituir el sistema electoral binominal por un sistema de representación proporcional moderado o corregido».
Además, advirtió sobre la necesidad de «trabajar en una efectiva descentralización del país, sustituyendo las intendencias, que es una institución que viene de fines del siglo XVIII, por gobernadores regionales y consejos regionales elegidos por voluntad popular».
Consultado sobre establecer plazos para «cristalizar estas ideas», el timonel de RN expresó que «lo que decía en cuanto a que los institutos trabajen de la mano en esto, está dirigido precisamente a la elaboración de proyectos». Añadiendo además que «plazos, fechas, bueno, son peligrosos los plazos porque casi siempre uno queda corto».
Además, Walker hizo ver que «esta es una propuesta en serio», agregando además que «si no entendemos los sucesivos campanazos de alerta que hemos tenido en el país, que nos han interpelado como políticos, como partido, como parlamentarios y que apuntan a una reforma política profunda, significa que somos ciegos y sordos a lo que está ocurriendo».
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