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Bachelet afirma en foro Cepal que Chile perdió presencia regional


La Presidenta Michelle Bachelet manifestó este miércoles durante su participación en el foro sobre desarrollo de América Latina y el Caribe en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que Chile perdió presencia regional al caracterizarse por una «visión economicista»

Por lo anterior planteó que ahora el eje de la política exterior será el regional, aduciendo que hay necesidad de «tener una voz fuerte y potente que permita incidir en las decisiones». De igual modo la gobernante planteó que el país será un vínculo entre América del Sur y el Asia-Pacífico sin contraponer el Pacífico al Atlántico, además de ratificar que durante su mandato la integridad regional será prioridad, entre otros temas.

Bachelet habló por 20 minutos a los asistentes sobre cuál es su visión de cómo la región y Chile debe participar para lograr la integración y la superación de la desigualdad y la pobreza de los ciudadanos de América Latina y el Caribe.

Respecto de su par uruguayo se refirió a «su capacidad, su profundidad para mirar el mundo en que vivimos, la región en que vivimos, los desafíos que tenemos y si somos capaces, realmente, de lo que tenemos que hacer y no quedarnos en la nomenclatura que a veces usamos en los organismos internacionales y en los lugares comunes», agregando en tono de broma que «habiendo dicho todo eso, yo ahora voy a hablar puros lugares comunes. Pero más allá de eso, lo que quiero decir es que lo que yo hable de lugares comunes, quiero hacerlo de verdad».

Indicó que «efectivamente estamos viviendo un mundo lleno de incertidumbre, lleno de desafíos, que tenemos que atrevernos a repensar, a remirar, y que sin duda, entre otras tantas cosas, tenemos que ser capaces de unirnos con fuerza para llevara a que nuestra voz sea escuchada y podamos tener algún nivel de incidencia cuando se toman las decisiones».

La mandataria chilena hizo una homología con la nación uruguaya diciendo que «Uruguay y Chile tenemos similitudes y también diferencias, compartimos desafíos similares, tanto como miramos la región como miramos el planeta, pero también desafíos bien domésticos en términos de inclusión, de superación de desigualdades, de diversificación productiva, de fortalecimiento institucional, de participación ciudadana y por supuesto, de integración y de cooperación».

De lleno en el tema que demandó su participación, Bachelet declaró que «no hago más que constatar un hecho si digo que Chile en los último años ha perdido presencia regional, y que sus vínculos se ha priorizado excesivamente una visión economicista. Por cierto que nuestros vínculos económicos son siempre calves, son importantes, pero nosotros queremos que esta integración tenga mucho más que eso».

«Queremos avanzar en la convergencia de la diversidad, con pragmatismo pero con firme voluntad política de integración regional. Y por eso quiero decir con firmeza y con toda convicción, que nuestro país va a recuperar nuestro mandato, su papel como promotor de la convergencia y de integración en América Latina como lo planteara en la reunión en Cuba en CELAC», dijo, añadiendo que «América Latina va a ser un eje muy central en nuestra política exterior, el eje de la política exterior, y lo va a ser por una muy buena razón, primera razón que el presidente Mujica ya lo ha señalado, la necesidad de tener una voz fuerte y potente que permita incidir en las decisiones y en el camino que América Latina va a llevar adelante en el contexto mundial con mucha claridad, pero también por razones culturales, por razones políticas, tanto como razones económicas».

Según Bachelet «compartimos también experiencias similares, procesos parecidos, impulsamos durante el siglo XX una creciente ampliación de la democracia política y el brutal freno a este proceso que fueron las dictaduras en nuestros países. Pero también aprendimos a valorar después de estos procesos, no solo la formalidad democrática, reivindicamos también el contenido profundo de una forma de gobierno que pone en primer lugar la autonomía y la libertad de las personas, y que sabe que para seguir siendo democracia, necesita estar en permanente desarrollo y actualización», afirmó.

Referente a los habitantes latinoamericanos y del Caribe, la Presidenta manifestó que éstos son «una ciudadanía que exige, que demanda, que fiscaliza, pero que además tiene plena confianza de sus necesidades. Y esta ciudadanía quiere participar activamente en las soluciones de los problemas urgentes de la educación, de la salud, de la vivienda».

Para la Presidenta, en cuanto a los pactos realizados entre los países de América del Sur, «así como fuimos capaces de constituir la Unasur, de establecer acuerdos entre Europa y América Latina, concurrir unidos para responder al llamado de Naciones Unidas respecto a Haití, hoy podemos reencontrarnos como viejos vecinos que somos, bueno no tan viejos, jóvenes de espíritu, estar unidos para impulsar nuevamente una América Latina unida e integrada. Esto que significa, retomar la confianza mutua y generar convergencias pero a partir de nuestra propia diversidad», apuntó.

Respecto del rol de Chile en el contexto latinoamericano y el Caribe, manifestó que «Chile debe consolidar su condición de país puerto, país puente entre Latinoamérica y el Asia-Pacífico, pero implica mejorar interconectividad, aumentar capacidad de nuestros puertos, mejorar nuestros servicios, todos asuntos que están sin duda, en la prioridad de mi gobierno, pero de esa manera, no de una manera en que contraponemos el Pacífico al Atlántico. Por el contrario, de una manera que podamos fortalecer los vínculos colectivos de la América Latina con Asia», afirmó, agregando que la participación de Chile en el Consejo de Seguridad de la ONU, también es una instancia para mostrar la mirada común de la región.

Sobre el papel que juegan los estados latinoamericanos, la Presidenta Bachelet expresó que «buscamos la integración para muchas cosas, y buscamos la integración para el desarrollo, pero no para cualquier tipo de desarrollo. Buscamos un desarrollo inclusivo que se haga cargo de las tremendas desigualdades que todavía persisten en nuestros países y en nuestra región, y por cierto, no estamos hablando solo de desigualdades económicas», ya que según la Jefa de Estado eliminar la desigualdad es la prioridad para los próximos cuatro años de su gobierno, aunque para ella «esta también sin duda la discusión que tenemos que llevar todos los países, cuando estamos ad portas de subscribir y partir las negociaciones, a partir de septiembre de este año, de la agenda 2015».

Entre otros temas que toco la Mandataria fueron las tres principales reformas que están incluidas en su programa de gobierno, donde estas son la Reforma Educacional; la Tributaria; y una nueva Constitución política, la que no debe ser elaborada desde las elites, la que según ella «a la discusión de la nueva Constitución en nuestro país le falta barro», la cual debe lograrse «a través de un proceso lo más democrático, lo más trasparente y lo más participativo», dijo.

Según datos entregados por la mandataria, «en nuestra región hay 164 millones de pobres, 68 millones se encuentran en extrema pobreza o indigencia, y cuando el presidente Mujica hablaba de que hoy día la humanidad tiene recursos, tiene instrumentos, tiene tecnología como nunca antes, y sin embargo la cantidad de millones de personas que pasan hambre y pobreza sigue expandiéndose. Por eso es que creo que en nuestra región estas cifras representan una disminución de la pobreza respecto del año 201, siguen siendo extremadamente altas».

Michelle Bachelet manifestó en su participación en el foro realizado en la Cepal, citando primero a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y luego a la Premio Nobel chilena Gabriela Mistral, que «sabemos que la democracia genera un deseo de más democracia. La inclusión social exige más inclusión social. La calidad de vida despierta el ansia de más calidad de vida, y Chile hace suya esta necesidad colectiva (…) una nueva mirada sobre el desarrollo y con una inquebrantable voluntad de ser (citando a la poeta nacional), creo que la dignidad y la cooperación es una herramienta principal que nos permita tener peso suficiente en las estructuras que hoy día están tomando decisiones y que poder construir juntos esta residencia justa y próspera en cada una de nuestras tierras».

La Presidenta de la República dijo que «mi venida aquí esencialmente es para ratificar mi compromiso que durante mi gobierno la América Latina, su integración, será una tremenda prioridad y vamos a trabajar fuertemente en ello».

upi/so//

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