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Tregua navideña marca política de despidos masivos

La tendencia ya se instaló. A los despidos que ya se conocieron en la banca y en algunas empresas del comercio automotriz se suma el retail, la construcción y  la industria de manufactura.  Un panorama turbio se advierte para las AFPs y el cuchillo ya pasó por la mediana minería. Pero todo es aún en pequeña escala. Aunque la paralización de proyectos y el ajuste severo de algunas empresas anticipan que marzo puede venir más pesado que el fantasma de la famosa campaña publicitaria.


«Entre 20 y 30 personas van a salir después de las fiestas», dice Raimundo Valenzuela secretario del sindicato de empleados administrativos de la AFP Provida. Y eso que el dirigente califica la situación de su gremio como «tranquila» hasta el momento. El martes 23 de diciembre los cerca de 500 trabajadores que a lo largo del país componen  el sindicato que agrupa a los empleados de los mesones de atención al cliente y de otras labores administrativas al interior de las sucursales, recibieron la última oferta de la comisión armada por la empresa, controlada por el banco BBVA. «Nos dijeron que por la crisis varias de las demandas no se podrían cumplir, por ejemplo las indemnizaciones sin tope», explica. Por primera vez, según Valenzuela, la AFP tuvo perdidas avaluadas en 800 millones de pesos. «Pero basta ver la FECU para darse cuenta que el crecimiento ha sido sostenido y que los bonos para los ejecutivos no han bajado en absoluto», concluye.

Si bien Provida no ha anunciado despidos masivos de su fuerza de venta, como si lo han materializado otras instituciones del rubro financiero, la carta con la propuesta de negociación colectiva, en el último punto contiene una «amenaza». Amparados en el artículo 381 del Código del Trabajo la empresa consigna que contratará trabajadores de reemplazo para cubrir los puestos en caso de huelga, que al cierre de esta edición era el escenario más probable, ya que no se había llegado a acuerdo.

Para Valenzuela, vinculado además a la federación de trabajadores de AFP, esta suspensión de los despidos es una tregua veraniega. «La excusa de la crisis da para mucho y es muy probable que en marzo las administradoras hagan ajustes más crudos en el personal».

Se detiene el hormigón

 Un panorama similar es el que describe Julio Arancibia, líder de la Confederación de Trabajadores de la Construcción: «Hasta ahora no ha habido despidos masivos, pero en obras como las de la constructora Echeverría Izquierdo están saliendo viejos todas las semanas. Necesitamos una actitud más decidida del gobierno para que se mantenga la mano de obra y los sueldos, de lo contrario ya estamos pensando en movilizaciones», dice. Al menos Arancibia está bien informado. A fines de noviembre Fernando Echeverría uno de los dueños de la constructora afirmó que en 2009 «no vamos a iniciar» nuevos proyectos inmobiliarios. La empresa también postergó su apertura en bolsa, prevista para el año que viene.

 En el rubro de la construcción es difícil encontrar dos opiniones distintas. Marcos Kaplún, socio de la consultora multinacional Kayco International Group asegura que «varios proyectos que estaban planeados para el 2009 no se van a hacer, hay uno o dos que eran emblemáticos en Providencia. Por eso es un excelente momento para comprar, porque hay constructoras con sobrestock que necesitarán liquidez. El único rubro del sector inmobiliario que seguirá activo es el de las oficinas. Hay mucha gente que está volviendo con sus oficinas al centro».

El retail con cuentagotas

El panorama todavía no es catastrófico. Pero lamentablemente en algunos rubros hay personas que ni siquiera alcanzaron a llegar a esta especie de tregua navideña. La semana previa a esta fiesta, las empresas empezaron a desplegar finiquitos. El viernes 12 en Ripley fueron despedidas treinta personas del área gerencial. Según una fuente extraoficial de la empresa «los planes son despedir a mil quinientas personas de distintas áreas, de aquí a los primeros tres meses de 2009», y eso que los Calderón, la familia de origen judío que controla la cadena de retail anunció un aumento de capital de US$160 millones para Johnson’s, una de sus filiales.

En el mismo sentido, CMR, la división de créditos de Falabella redujo su personal en un 10% a fines del noviembre de este año. Es cierto que están lejos las imágenes de la crisis de 1982 y los especialistas aseguran que esa situación no se repetirá, pero hay una constante de despidos por goteo. En Sparta Deportes, perteneciente al holding Bata, fueron despedidos 30 personas a principios de diciembre y en la fábrica de muebles CIC los finiquitos alcanzaron a 60 trabajadores. Por otro lado, la huelga en las tiendas de Almacenes París de San Bernardo y Maipú seguía en pie hasta ayer, principalmente por la propuesta del holding de postergar la negociación colectiva y por las rebajas de sueldos que, comisiones incluidas, superan por poco al sueldo mínimo.

La mediana minería en grande.

Fiel a sus cifras siempre a gran escala, en la minería es donde las alarmas se han encendido con fuerza. La minera Carola, dedicada a la extracción de cobre en la Tercera Región, anunció la salida de 600 personas. Minera Punta Cobre, emplazada en Tierra Amarilla, finiquitó a otros 500 trabajadores. El ministro de Minería Santiago González reconoció ayer luego de reunirse con el presidente de la CUT que en la mediana minería, los despidos podrían tocar a cuatro mil personas.

Otros como la CMPC vinculada a la familia Matte han optado por un «despido blando». Ayer se supo que la planta de Laja dio vacaciones anticipadas a 150 empleados.

 

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