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Comamos sin culpa. Existen explicaciones científicas de por qué nos gusta tanto el chocolate y lo beneficioso que es para nuestra salud física y mental

Comamos sin culpa. Existen explicaciones científicas de por qué nos gusta tanto el chocolate y lo beneficioso que es para nuestra salud física y mental

Ingrid Garces
Por : Ingrid Garces Periodista, penquista, ex Sub gerente de contenidos de La Red, experta en marketing digital. Directora en www.elmostrador.cl/braga En Instagram @ingridgarces En Twitter @ingrid_garces
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Los flavonoides del cacao mejoran la circulación sanguínea, previenen ataque cardíacos, derrames y algunos tipos de cáncer,alivian los síntomas del síndrome pre menstrual, aumenta el rendimiento intelectual y puede evitar el deterioro mental de las personas mayores de 50 años. Estas y más son las ventajas de comer este rico alimento.


El chocolate es un alimento que a muchas nos encanta, ya sea por su dulce sabor, por la calidez que infunde cuando se le bebe caliente o por todas la asociaciones de placer con que se relaciona: enamoramiento, disfrute, pasión, satisfacción, excitación, regaloneo y goce. Por eso, es el manjar que va de lo nutritivo a lo dañino y, por tanto, a lo prohibido.

Según la creencia popular, comer chocolate puede provocar acné, obesidad, alergias, caries y, además, dependencia. Con respecto a si produce acné muchos dermatólogos señalan que no es una respuesta de sí o no, si no que algo más compleja. La asociación entre la dieta y el acné no es nueva, ya en el 1.800 se hablaba de este tipo de restricciones alimentarias para mejorar el estado del acné. Sin embargo, los resultados de los estudios realizados al respecto no terminan de ser claros. Lo que sí señalan los nutricionistas es que son los lácteos, fiel compañero del cacao en la elaboración del chocolate, lo que produce acné.

Según la nutricionista Magdalena Acevedo este exquisito y placentero alimento cuenta con una serie de beneficios:

1.-El cacao es rico en minerales como el potasio, fosforo, magnesio, así como en vitaminas del complejo B, y ácido fólico.

2.-Los antioxidantes del cacao ayudan a reforzar los vasos capilares y sanguíneos de la piel.

3.-Los flavonoides del cacao mejoran la circulación sanguínea, previenen ataque cardíacos, derrames y algunos tipos de cáncer.

4.-El cacao es rico en polifenoles, que contribuyen a evitar la oxidación del colesterol, y han sido relacionados con la estimulación de las defensas del organismo.

5.-El consumo del cacao ayuda a prevenir enfermedades de tipo degenerativo cerebral, aumenta el rendimiento intelectual y puede evitar el deterioro mental de las personas mayores de 50 años.

6.-El cacao contiene compuestos bactericidas contra el streptococcus mutans, el origen de las caries.

 

La nutricionista hace hincapié en que “mientras más puro sea el chocolate, menor es la posibilidad de generar caries u otras enfermedades”.

No obstante, el último punto que se refiere a la dependencia o adicción está en discusión, pues mientras algunos afirman que su capacidad de causar euforia es innegable otros estudios científicos, realizados precisamente en función de estos dichos, manifiestan que el ansia de comer chocolate es más un patrón social que una necesidad real, pues se tendrían que consumir 15 kilos diarios para tener en el organismo la cantidad necesaria de sustancias que podrían causar adicción.

Entonces, ¿por qué nos gusta tanto el chocolate? Ello puede deberse a las sustancias que este rico alimento contiene y que, efectivamente, producen ciertos efectos en el organismo, como tranquilidad, euforia, felicidad y sedación: por un lado, el chocolate contiene triptófano, un aminoácido que, después de ingerirse, va directamente al cerebro, donde propicia la segregación de serotonina, neurotransmisor que favorece el sueño y provoca un efecto de tranquilidad, paz y felicidad. Por otro lado, posee feniletilamina, una anfetamina natural que, cuando llega al cerebro, produce euforia y bienestar emocional.

Según el psicólogo Sergio Schilling, la feniletilamina es una sustancia que está relacionada directamente con el amor y la felicidad. El experto señala que “estudiosos norteamericanos plantearon que cuando tu tocas, besas o te enamoras de alguien al parecer se liberan altos niveles de esta sustancia. Por ende, tal como el cuerpo las genera, ciertos alimentos podían aumentar su cantidad y esos son el chocolate y algunos quesos maduros”.

Como toda teoría esto está en discusión, sin embargo, Schilling aporta a este planteamiento analizando los efectos que puede generar el azúcar en el cuerpo. “Los azucares ayudan a una disminución de la percepción del dolor y aumentar nuestras energías”.

Por eso, cuando nos sentimos tristes o afligidos, tenemos un deseo intenso de comerlo. Ahora bien, esta golosina posee pequeñas cantidades de anandamida, compuesto químico que contiene también la marihuana (cannabis) y que provoca una sensación de intensa relajación. No obstante, para que sus niveles tengan efecto, se tendría que consumir mucho más que una tableta o comerlo en estado puro.

Así también existen otros beneficios que tiene el chocolate con respecto al sentir:

Alivio del síndrome premenstrual: Cuando una mujer come una barra de chocolate, está consumiendo grandes cantidades de magnesio, mineral recomendado (400 miligramos al día) para estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y reducir los síntomas del SPM.

Efecto estimulante: Independientemente de sus efectos eufóricos, devorar un trozo de chocolate hace que tengamos mayor agilidad mental, debido a los altos niveles de carbohidratos y a la teobromina que contiene. Esta última es un alcaloide, como la cafeína, que afecta al sistema nervioso central y que funciona como diurético.

Saciedad: Debido a la gran cantidad de grasas que contiene, degustar un chocolate nos produce una rica sensación de satisfacción, que, a su vez, nos causa placer.

En definitiva que las mujeres sientan pasión por el chocolate no es ningún secreto. Basta ver cualquier película para encontrar una escena en la que una mujer, sobre todo después de un desengaño sentimental, se dedica a comer bombones o helado de chocolate. La razón de esto no es que las mujeres seamos más golosas que los hombres, sino que, según Anthony Auger, profesor de Psicología en la Universidad de Madison dedicado al estudio de las diferencias en el cerebro entre hombres y mujeres, el chocolate afecta al cerebro de las mujeres de forma diferente que al de los hombres.

Esto se debe a que el chocolate no sólo nos sabe bien, sino que está compuesto de sustancias como la teobromina, que tienen una acción directa sobre el cerebro, a la que las mujeres parecen ser mucho más sensibles.

Auger también encontró que se produce una mayor disminución en la actividad de la amígdala en las mujeres que en los hombres. La amígdala regula las emociones primarias, tanto positivas como negativas, por lo que su influencia en ellas es mayor, ayudando a mitigar especialmente las negativas.
Así que ya sabes, puedes comer chocolate sin culpa, todo sea para pasar un buen momento y cómo no, si hasta los expertos lo aprueban.

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