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Por qué los Hombres Violamos, la columna que enfurece: “Ni los animales necesitan hacer eso para mantenerse como alfas” Responde Nerea de Ugarte, psicóloga de la Rebelión del Cuerpo

Por qué los Hombres Violamos, la columna que enfurece: “Ni los animales necesitan hacer eso para mantenerse como alfas”

Alejandra Valle
Por : Alejandra Valle Periodista, porteña. Conductora de televisión, editora de revistas, con un largo currículum en diversas plataformas de información. Directora en www.elmostrador.cl/braga @siliconvalle
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Cientos de personas salieron a responderle a Víctor Lapuente, doctor y actual profesor de Ciencia Política en la Universidad de Gotemburgo, quien en su columna dice que “el éxito profesional o social de nuestras parejas afecta negativamente a nuestra autoestima”, que “la revolución tecnológica ha dejado en la cuneta de la economía a millones de hombres” y que “la revolución feminista ha llenado de mujeres las aulas y los lugares de trabajo” para justificar la violencia de género.


«En parte, por la testosterona, que dificulta nuestro autocontrol. Aun así, con la misma biología, los hombres cometemos hoy menos crímenes que en el pasado.

Con una siniestra excepción. Seguimos agrediendo a las mujeres. Y las razones hay que buscarlas en un aspecto poco conocido de la naturaleza masculina: nuestra sensibilidad. Por ejemplo, el éxito profesional o social de nuestras parejas afecta negativamente a nuestra autoestima. En contraste, la confianza de las mujeres no se ve minada por nuestros logros. Los hombres somos el sexo sensible. Ellas, el resistente».

Así comienza Por qué los Hombres Violamos, la columna que enfurece, que indigna, que saca de quicio. Escrita por Víctor Lapuente, doctor por la Universidad de Oxford y actualmente profesor de Ciencia Política en la Universidad de Gotemburgo, escribe cada semana en la sección Claves, en la página 2 de EL PAÍS. También escritor, académicamente Lapuente investiga por qué unos países tienen mejores políticas públicas que otros y sus trabajos han sido publicados en revistas científicas de diversas disciplinas sociales.

Pero ahora se le ocurrió tratar de explicar algo que sacó ronchas no porque haya intentado hacerlo, sino por los porqués que encontró. En su columna Por qué los Hombres Violamos, Lapuente dice también: «Los hombres somos más impresionables por el entorno. Y dos cambios sociales han contribuido a que nos mostremos particularmente agresivos con las mujeres. El primero es intuitivo. La revolución tecnológica ha dejado en la cuneta de la economía a millones de hombres con estudios bajos. La incertidumbre sin precedentes que sufren les lleva a adoptar comportamientos adictivos, erráticos y potencialmente violentos».

Y luego agrega: «El segundo cambio es contraintuitivo. La revolución feminista ha llenado de mujeres las aulas y los lugares de trabajo. En pocas décadas, hemos pasado de un monopolio masculino del espacio público a la paridad, o incluso superioridad femenina, en algunos ámbitos. Y, como advierten los antropólogos, las ratios entre hombres y mujeres determinan las actitudes sexuales de los primeros. Ya sea en la selva amazónica o en las universidades americanas, si los hombres son mayoría, invierten esfuerzos en construir relaciones saludables con las mujeres. Si son minoría, prefieren el sexo esporádico y se vuelven más violentos».

Por suerte, en su conclusión final, el académico le deja una esperanza a su género. «Educar en la igualdad de género ayudaría a los hombres a liberarnos de dos estresores que alimentan nuestra violencia: los corsés emocionales y la competitividad extrema. Así, seríamos menos violentos. Y viviríamos más, como apunta el psicólogo Daniel Kruger, pues la desigualdad de género de un país predice el exceso de muertes masculinas por causas conductuales. El patriarcado es también terrible para la salud de los hombres».

Pobres hombres… O pobre columnista, quien tuvo que salir a dar explicaciones a través de su cuenta de Twitter @VictorLapuente, ya que se llenó de feroces críticas.

«Para luchar contra el terrorismo, o la violencia machista, debemos conocer sus causas. Why Men Rape es una pregunta incómoda, pero frecuente en otros lugares. Pero aparentemente en España uno no se puede preguntar eso», dice junto a un link que lleva a un paper que se hace la misma pregunta y pertenece a la Sociedad Americana de Psicología.

El tema es que lo que molesta a la opinión pública no tiene que ver con hacerse la pregunta, sino con que su justificación sea que la testosterona hace a los hombres menos tolerantes al éxito femenino y a su presencia en espacios otrora masculinos.

Una chilena sale a responder

Nerea de Ugarte es una psicóloga chilena que se ha especializado en autoestima femenina. Líder de La Rebelión del Cuerpo, Nerea no soportó leer a Lapuente y escribió una carta abierta para responder al doctor en Ciencias Políticas. Les dejamos el escrito completo.

Respuesta a Columna de Victor Lapuente en El País España sobre porque los hombres violan:

Porque vivimos en una cultura tan arraigadamente machista que el dominio sexual ejercido por lo que por décadas los ha definido como hombres; “su pene” es lo único que les está quedando para demostrarle al mundo que aún tienen el poder. Porque no les queda más que dominar con fuerza física, con humillación de género, con “hermandad” masculina. Aplaudiéndose entre ustedes para sentir aunque sea por unos minutos que siguen “siendo poderosos”. Y sí, tienen a un planeta hablando de su testosterona, de “la manada” de la testosterona.
Lamentable es contarles que la forma en la que la están eligiendo “dominar”, de admiración no tiene nada. De cobardía tiene todo. De “vergüenza ajena” tiene todo. De seguir buscando desesperadamente perpetuar el patriarcado tiene todo. De no saber cómo adaptarse a una nueva cultura de equidad tiene todo. De no saber tolerar a la Mujer como un igual tiene todo. De dejar a su género como lo más repudiable de las especies tiene todo. Porque ni los animales necesitan hacer eso para mantenerse como alfas. Porque la testosterona la usan para LIDERAR no para VIOLAR.
Así que señor Lapuente, vaya a estudiar un poco más de endocrinología porque, insistimos, lo único que seguimos viendo en su columna de mierda, es desesperación de poder, es vergüenza ajena.
Y le recomendamos aprender un poco más de nosotras, las mujeres: sin violarnos a nadie y con los estrógenos y la progesterona en los cielos – le guste o no – ESTAMOS CAMBIANDO EL MUNDO.
atte,
Las Mujeres de Chile
Nerea de Ugarte, La Rebelión del Cuerpo

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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