La cantante norteamericana ofreció el primero de los últimos cuatro conciertos de su carrera. Miles de personajes de la farándula de Hollywood se dieron cita en el Staples Center de Los Angeles para despedirla.
Barbra Streisand, de 58 años, no defraudó a sus admiradores, que desembolsaron entre 150 y 2 mil 500 dólares por la actuación de la noche del miércoles, una de las cuatro últimas oportunidades de ver a la cantante en vivo, tras cuatro décadas de carrera artística.
El espectáculo, al que asistieron numerosos famosos, comenzó con una representación del día en que, cuando Streisand era todavía una niña, su madre la llevó por primera vez a un estudio de grabación.
La joven actriz que personificó a la cantante, empezó a entonar Who Knows, antes de desaparecer bajo la enorme capa de un bailarín, de la cual surgió luego la gran protagonista de la velada, vestida con un conjunto de pantalón y blusa sin mangas de un color marrón brillante, siguiendo la canción.
Los alrededor de 13 mil espectadores se pusieron en pie y enmudecieron a la artista con su estruendosa ovación. «Sigo recordando el día que mi madre me llevó a mi primera audición», dijo Streisand, señalando a su progenitora, que pese a sus 90 años tampoco quiso perderse el histórico evento. «Y voy a recordar esta noche, porque es una noche muy especial, porque ustedes están aquí».
Durante casi tres horas, la artista repasó su discografía, ampliada esta semana con un nuevo álbum doble grabado en vivo, Timeless-Live in Concert.
Acompañada de medio centenar de músicos, interpretó 36 temas, incluidos los inolvidables Memories, Time Goes By, The Way We Were o Papa, que dedicó a su padre, fallecido cuando tenía sólo 15 meses de vida.
La intérprete culminó su presentación con People, una de las canciones más esperadas, no sin antes tranquilizar a sus admiradores y recordarles que no abandona la industria del espectáculo. «No me retiro completamente. Seguiré grabando discos y haciendo películas», dijo y precisó que también tenía intención de escribir un libro.
Numerosas luminarias del mundillo estadounidense, como John Travolta, Salma Hayek, Lucy Liu, Pierce Brosnan y Sugar Ray Leonard acompañaron a la artista esa noche. «Para mí es la mejor, me conmueve», dijo Travolta sobre su «gran amiga» a su llegada al Staples Center, del brazo de su esposa, Kelly Preston.
Streisand actuó nuevamente en Los Ángeles antenoche, para luego viajar a Nueva York, donde la próxima semana dará sus dos últimas presentaciones en vivo.
