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En el cumpleaños de Violeta Parra los regalos son un disco y un museo

Canto para una semilla conforma una reseña biográfica escrita por Violeta Parra en sus Décimas, las que tomó Luis Advis para la creación de una de sus más grandiosas obras musicales. Fue interpretada por Isabel Parra, Carmen Bunster e Initi Illimani. Aunque tuvo escasa divulgación en Chile en los 70, hoy vuelve a emerger en versión digital. [Escuche un tema]


En un día 4 de octubre del año 1917 en la sureña localidad de San Carlos, un profesor de música y una mujer campesina guitarrera dieron vida a Violeta Parra.




Hoy cumpliría 84 años y para celebrarlo en la Fundación que lleva su nombre, se anunció la creación del Museo Violeta Parra para el próximo año y se festejó con el relanzamiento de Canto para una semilla, la obra de Luis Advis posterior -en el tiempo solamente- a la Cantata de Santa María.



En agosto de 1971 Advis recibió de la mano de un amigo el libro con las Décimas de Violeta Parra, quedó encantado con la lectura de esta obra y a los pocos días se juntó con Isabel Parra. Era un hecho: la obra se haría. Así surge Canto para una semilla, una elegía interpretada por Isabel, Carmen Bunster e Inti Illimani, el conjunto que recién nacía.



«Había uno muy mocosito de cómo 18 muy simpático que le decíamos El Loro y junto con él estaba Horacito Durán y Max Berrú, tocando su bombo. Me hicieron pensar en hacer una obra para que ellos fueran los protagonistas", recordó Advis.



Es una de las obras cumbres artísticas de Advis y pieza clave en el repertorio de la Nueva Canción Chilena. Tuvo escasa divulgación en su tiempo, por los hechos políticos ocurridos en Chile y recién tres décadas después regresa a su tierra. Viene con la misma presentación de la carátula original pero en formato digital, en una producción que estuvo a cargo de Carlos Fonseca editada bajo etiqueta Warner Music.




«La salida de este disco colma un deseo que hemos tenido con Inti Illimani desde que volvimos a Chile. Es un trabajo que cuenta parte de la vida de Violeta Parra. Nuestro querido Luis Advis tomó de las Décimas y ordenó una historia con un comienzo y un final. Estas Décimas fueron escritas a raíz de una conversación que tuvo con su hermano Nicanor, quien la impulsó a escribir su vida en décimas populares. El siempre la instó a convertirse en la Violeta Parra que conocemos. Un día le dijo: ‘déjate de cantar tonteras y ándate al sur a buscar la verdadera música’", comentó la hija de la cantora.



Si bien las Décimas son autobiográficas, naturalmente no detallan la vida de Violeta, ella misma no siguió escribiéndolas.



Ciertamente en esos años nadie sospechaba la gravitación que tendría su obra. Advis algo sabía de su manera de rasguear y de la forma de cantar y por eso al encarar la obra sospechaba que sería de gran envergadura para el desarrollo musical chileno.



«El estímulo que tuve para hacer esta pieza fue por el enorme valor de la poesía de Violeta Parra y en especial sus Décimas. El tipo de poesía que hizo trascendió el plano folclórico. Tiene valores líricos, dramáticos, metafórico e imaginativos que van mucho más allá de la simple poesía popular natural y laudable. La obra de Violeta Parra es comparable con Martín Fierro de Hernández. Ambas son lo más significativo de la poesía latinoamericana», dijo el músico.



Así Violeta Parra irrumpió con una manera nueva de crear cuando la tradición musical reducía al folclore a ciertas armonías. Ese distintivo sedujo a Advis a crear este paradigma sonoro.



«En el año ’70 para mí Violeta Parra era una mujer chilena que hacía poemas excelentes y cuya música me gustaba. Ahora, que han pasado 30 años, reflexiono y me he dado cuenta de los valores», agregó.



En lo social la victoria del gobierno de la Unidad Popular en Chile acunó el movimiento musical la NCCH y comienzan a emerger nuevos repertorios. Se suma que la discoteca del cantar popular que (Dicap) graba a decenas de artistas nacionales, incluido este Canto.



La obra se circunscribe en el género de piezas para ser cantadas que son de ese fragmento de la historia en Chile en que se hacía masivo el canto. En ese contexto nacieron la Cantata de Santa María de Iquique, el Canto general (interpretado por Aparcoa) Vivir como él y La fragua (interpretadas por Quilapayún).



Luego del golpe militar en el exilio muchos músicos interpretaron las mismas obras en Europa. La más divulgada ha sido el canto inspirado en la matanza de 1907 en la Escuela de Santa María de Iquique, pero también el Canto para una semilla tuvo varias versiones fuera del país. Fue presentada en Italia, con éxito y también en Francia.



Después El Canto General -creado sobre la obra de Pablo Neruda con música de Gustavo Becerra y Sergio Ortega- inspiró al Mikis Theodorakis para su Canto General, que tuvo un intento de presentación cuando vinieron al país los integrantes del coro del griego a Chile Crea, en los años ’80.




El Amor
Canto para una semilla se estructura en ocho partes, que alternan las intervenciones habladas y cantadas con interludios instrumentales. Sus fracciones son: Relato/canción:Los parientes/relato coro-relato/canción:La infancia/relato/canción:El amor/relato/canción:El compromiso/relato/canción:La denuncia/relato/canción: La esperanza/relato/canción:La muerte/epílogo-coro-relato-coro/relato/canción:Final.

Musicalmente es una de las obras de mayor vuelo artístico de las creaciones de Luis Advis, en especial en la canción El amor:



La vida me da recelo/ me espanta la indiferencia/la mano de la inclemencia/ me ha echado este nudo ciego. La fuerza me ha consumido/ y me ha atormentado el alma/ pa’mí lo que llaman calma/ es vocablo sin sentido…./




El dato preciso



Es música que consolidó la carrera de Inti Illimani, contribuyendo a sellar el desarrollo de las artes criollas y representa un caso típico del ambiente creativo de los años ’70.

Previo a esta interpretación Los Inti habían interactuado con Advis en septiembre de 1970, cuando por encargo de las Juventudes Comunistas se le pidió a Advis y Sergio Ortega que se hicieran una obra. Luego, a mediados de 1971, le solicitaron que les produjera el disco de Autores Chilenos, que tiene una amplia gama de arreglos de este compositor.



La red continuó hilando sonoridades y nuevas melodías y desde que se empezó a componer hasta su publicación el Canto para una semilla implicó un serio trabajo de estudio. En total demoró casi dos años, incluso durante febrero de 1972 los Inti Illimani viajaron a ensayar a Iquique, la tierra natal de Advis y donde iba de vacaciones. Al fin en mayo de 1972 la pieza estuvo lista.



Fue presentada por primera vez en diciembre de 1972, en un pre estreno en el Teatro Antonio Varas, fecha que aclaró Horacio Durán de Inti Illimani luego de revisar la carátula de la nueva producción, donde dice abril de 1973). Se publicó en mayo de 1973, en el Teatro Gran Palace. Luego, en Italia fue re grabada por Inti Illimani e Isabel, con los relatos en italiano en 1978, y en 1986-87 fue publicada en Francés. En Chile el único antecedente de re edición es la cinta que lanzó Alerce con un algunas canciones menos.




Museo Violeta Parra



Otra de las iniciativas que mantiene ocupados a los Parra es la creación del Museo Violeta Parra, que sería inaugurado el 2002 en Carmen 340, la casa de los Parra que actualmente arrienda la División de Cultura. Ahí se reunirá el material legado por la cantora para que todos puedan conocer sus obras, arpilleras, pinturas y de un cuanto hay.




«La Violeta pretendió en su carpa de La Reina hacer un centro cultural. Ahí tenía sus arpilleras, dibujos, cerámicas, grupos musicales y braseros, pero el proyecto quedó trunco. Nosotros sentimos hoy, que como chilenos y latinoamericanos lo menos que podemos hacer es preocuparnos de pagar esta deuda que tenemos con ella y crear este centro permanente para mostrar su obra, que por suerte y con mucho esfuerzo la hemos rastreado y recuperado», precisó Isabel Parra.

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