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Las bandas de rock llegan después de vivir un siglo

Con la participación de Alvaro Henríquez y Los Pettinellis, Lucybell, Joe Vasconcellos, Los Miserables, Mamma Soul, Chancho en Piedra, Juanita, Javiera y Angel Parra, entre otros, este disco no intenta cambiar el curso de la historia, sino que rescatar el repertorio y estimular a que jovencitos de hoy den con alguna raíz entre tanta con-fusión.


Congregados por la sencillez sublime de la poética y música de Violeta Parra los rockeros criollos concretaron Después de vivir un siglo, el disco producido por Alvaro Henríquez que almacena desde estilizadas versiones, como la de Joe Vasconcellos, hasta gesto transgresor en la opción de Chancho en Piedra, que concede radicales modificaciones a la letra de Casamiento de Negros, y ahora dice así:



Cuando empezaron la fiesta/bebieron vinos buenos/comieron como cerdos/y bailaron ritmos negros/les gustaba Michael Jackson/pero cuando era negro.




Gusto y risa



Isabel Parra -hija de la homenajeada- pensó hace un buen tiempo el nombre del disco que abordó junto al sello Warner Music. Dispusieron hacer un tributo sin saber en qué estilo. Cuando ella supo que sería rock sintió una mezcla entre gusto y risa. Al barco se sumó Alvaro Henríquez con Eduardo Vergara en las pistas de grabación y el resultado se dio a conocer ayer en un improvisado recital matutino -no exento de chaquetas de cuero ni raros peinados- en la casa de Carmen 340, donde estuvo la Peña de Los Parra.



Las agrupaciones actuales se remiten a la Violeta en un gesto que desborda el mero afán de rescatar, tal vez porque reconocen que si alguna vez en Chile existió un quiebre a las tradiciones, éste fue liderado por Violeta Parra y otros como Víctor Jara, que con sus cantos campesinos iniciaron la revuelta en la música local. A ese truncado panorama hoy se suman nuevos chicos y chicas, en un intento de alineación a la esa zona sonora, pero con más decibeles.



"Lo más rockero es el origen de los grupos que tocan en este disco. Son temas de la Violeta pero interpretaciones de los músicos y producido por un rockero. De alguna manera la Violeta en actitud rockera es terriblemente audaz, soñadora, quebradora de esquemas con todas esas cosas que hoy en día se apropian los rockeros y que ella ya lo hacía hace mucho más tiempo. Ella y otros sí que rompieron muchas más barreras. A nosotros nos queda tomar eso y seguir hacia delante", dijo Juanita Parra, baterista de Los Jaivas.



Y al parecer Violeta Parra comprendió que su obra sería un paradigma, los que no entendían en ese entonces eran sus hijos. Isabel Parra recuerda con dulzura que se reían un poco en la casa de su mamá y ella los miraba diciéndoles: ‘Sí, ríanse nomás. Ya van a entender’. Y «al pasito por las piedras» reorientó las miradas musicales.



Fue mucho después de ella cuando a Chile llegaron las bandas de rock, el sonido electrónico, el delirio masivo y los conquistadores armados de guitarra, batería y bajo que desembarcaron el esquema anglosajón de hacer música. El rock se instaló en Latinoamérica con algunos acentos nativos, en grupos como Los Blops, Los Jaivas, Congreso y mucho después en Los Tres y Vejara. Todos indagan en la mirada social del camino iniciado por Violeta Parra. Así, este registro recurre a la poética para que las mentes frescas, que nunca vieron ni compartieron en vida la obra de la cantora de San Carlos, se aúnen al mismo corazón.



"Violeta Parra, más que rockera, es punkie. Tiene muchas canciones súper crudas. Su postura de vida, no toda, era austera y muy directa, y ella es muy importante por lo que dice, por su forma de enfrentar la vida. La Violeta es como los bluesman antiguos que tocaban con su guitarra y voz y nada más. Hay muchas similitudes. Todas la gente que trabajó en este tributo es joven y no la conoció en persona. Mi meta es que se escuche en la radio y que la gente la conozca. Es un tributo hecho con el alma para una persona que ha hecho la mejor música del siglo", dijo Henríquez.



El contingente




Alvaro Henríquez y Los Pettinellis, Lucybell, Joe Vasconcellos, Los Miserables, Canal Magdalena, Mamma Soul, Chancho en Piedra, Dracma, Javiera y Angel Parra, Ana María Tijoux más el Grupo Mango, Santos Dumont, Juanita Parra y Los Bunkers, son el contingente rockero del nuevo material que recorre trece hitos musicales.



A este pastiche se le agrega una novedad: la participación de Juanita Parra (hija de Gabriel Parra, el fallecido baterista de Los Jaivas, y que ocupa su lugar en el conjunto). Ella, apenas recibido el llamado telefónico que la invitaba a participar, aceptó el ofrecimiento. Propone una nueva versión de la cueca Adiós que se va Segundo.



"Había que hacerlo. Era la oportunidad de cantar sola por primera vez y más encima una canción de la Violeta. Me di cuenta que puedo cantar por lo menos", dijo la baterista.



El itinerario comienza con Y arriba quemando el sol, un tema refrescado y endurecido por Henríquez y Los Pettinellis. Joe Vaconcellos con Run Run se fue pa’l norte invoca y evoca; logra un punto alto del disco, canta a Violeta Parra y supera las maquetas. El único sello Parra de las nuevas generaciones está dado por Javiera y Angel. Tomaron La lavandera. De las últimas composiciones de Violeta Parra (disco homónimo de 1966) hicieron su selección Los Bunkers, Canal Magdalena y Mamma Soul.



"Víctor Jara dijo: ‘cuando escuché a la Violeta en sus letras hablaba sobre la realidad de las personas, sobre las verdades, sobre lo que nadie dice. Ahí se abrió un camino y ese es el camino que nosotros vamos a seguir, es un camino de lucha, verdad y justicia’. Ese camino es el que creo que estamos siguiendo nosotros", dijo una de las integrantes de Mamma Soul, la jovencita que fue alistada en el tributo a sugerencia de Tita Parra.



En esta a concreta realidad de un registro digital, Isabel Parra mantuvo la distancia necesaria. Ella no organizó el compilado y sólo actuó como presidenta de la Fundación Violeta Parra.



"Este disco, en el año 2001 e interpretado por los artistas que ustedes quieren y conocen, es un disco de importancia para el desarrollo de la música chilena. Es una grabación muy alentadora en la música de este momento. La Violeta es de todos, de toda la gente que quiera acercarse y de todos los que quieran cantar sus canciones. Estoy segura que después de cantar las canciones de la Violeta se han interesado por otro tipo de textos y de música. Eso va a ser un detonante para su desarrollo como creadores. Uno no va incólume cantando canciones de la Violeta así como así. Es muy marcadora esta experiencia, aprendemos a través de ella a conocernos y a conocer Chile", precisó Isabel Parra.



En las filas de rockeros se nota la ausencia de grupos como Vejara, uno de los primeros en Chile que se atrevió a transgredir los textos de la Violeta y arreglarlos para versiones modernas. Ya en el disco Cadenas Tricolores entregaron una dura interpretación de Y arriba auemando el sol, la misma que eligió Henríquez, pero que ellos hicieron tres años antes, en una sintonía más dura, más solitaria y más marginal pero no menos rockera. Y de seguro que son muchos más los que no están en el registro.




Tal vez habría que mirar con los ojos de Violeta o indagar en qué ruedas andan las bandas de rock para y ver si conocer la contracultura nacional. Después de vivir un siglo no intenta cambiar el curso de la historia, sino que rescatar el repertorio, apoyar la difusión de la música chilena y estimular a que jovencitos de hoy den con alguna raíz entre tanta con-fusión.





Vea además:



Después de vivir un siglo



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