Plácido Domingo, tenor y director de las Operas de Washington y Los Angeles, prepara para la próxima temporada un nuevo programa en el que ofrecerá a jóvenes artistas la oportunidad de consagrarse en los escenarios.
El Grupo de Artistas Jóvenes, que Domingo auspicia, intervendrá en tres eventos especiales a partir del próximo mes de marzo en Washington y en septiembre en la Opera de Los Angeles.
El programa, en el que Domingo está volcando todo su interés como uno de los objetivos más entrañables de los próximos años, comenzará con el estreno mundial de una ópera que todavía no quiere desvelar.
Seguirá con la interpretación de una zarzuela y concluirá con la representación de una ópera clásica barroca, según explicó Plácido Domingo.
La zarzuela volverá de este forma otra vez al Kennedy Center después de las representaciones hace dos años de El gato montés y Doña Francisquita.
La elección de una nueva zarzuela no es fácil por su gran presupuesto y el riesgo de atraer poco público. Domingo planea traer a Washington dentro de dos temporadas una nueva obra de un clásico español.
«Estoy pensando en que Luisa Fernanda será la obra más adecuada», explicó Domingo, que piensa interpretar uno de los papeles estelares para dar el mayor realce posible al estreno.
El programa especial de respaldo a los jóvenes artistas se desarrollará, por otro lado, de forma paralela a los conciertos de las temporadas de las dos óperas que Domingo dirige, pero con un enfoque especial para dar la oportunidad a jóvenes valores.
«Hay jóvenes con unas dotes y un talento extraordinarios, por lo que necesitan que ofrezcamos las mejores oportunidades», señaló Domingo al terminar este fin de semana el estreno de la opera Of mice and men del estadounidense Carlisle Floyd, cuyo texto está basado en la novela del escritor John Steinbeck.
Aunque la crítica ha acogida con frialdad la obra, Domingo se mostró enormemente satisfecho por el estreno, que fue recibido con cierta emoción y calurosamente por el público.
Con Carlisle Floyd presente en el estreno en el Kennedy Center de Washington, la representación de la única opera de autor estadounidense en el programa de este año del Kennedy Center mostró la singularidad de una obra que parece más un clásico de Broadway.
Plácido Domingo destacó, de cualquier forma, que las nuevas generaciones se pueden sentir más atraídos por una obra de este tipo que por una clásica como Aida.
Volando continuamente entre Los Angeles, Washington, Nueva York y Europa, Domingo confiesa que a sus 60 años disfruta cada día y noche de actuación.
«La pasión que siento por esto es lo que me lleva a trabajar como si fuera un espontáneo, como si estuviera empezando. Cada día siento más ilusión y me gusta más y más», señaló.
En el Kennedy Center, Domingo actuará como tenor en La dama de picas de Tchaikovski y terminará la temporada dirigiendo Carmen de Georges Bizet.
EFE
