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Gabriela Pochinki protagoniza West Side Story

La soprano argentina Gabriela Pochinki encarna a María en una nueva versión del musical West Side Story que se representa en la Volksoper de Viena, en la que, según los críticos, su interpretación refrescante le da un auténtico colorido latino que le granjea las ovaciones del público.


«Me encanta interpretar a María», aseguró Pochinki después de reconocer que tuvo que adaptarse al ambiente vienés cuando llegó aquí para comenzar los ensayos hace algunos meses.



La cantante, una «soprano lírico ligera», vino a Austria directamente desde Buenos Aires donde estaba actuando en la opereta «La viuda alegre», de Franz Lehar, en el Teatro Colón.



El ambiente en Viena «es distinto a Salzburgo, y más que distinto a Italia. Tienes que adaptarte. El vienés es más cerrado, calmo y medido. El latino no mide lo que dice, sino que dice lo que siente. Es más honesto y más directo», opinó.



«Lo que experimenté brillantemente fue el público en Salzburgo», explicó Pochinky, tras contar que en 1998 encarnó ya a la protagonista femenina de «West Side Story» en la sala del Mozarteum de esa ciudad, cuna de Mozart, durante ocho meses y en 48 representaciones, bajo la dirección de Peter Ewald.



«El público reaccionó siempre excelentemente. Aceptó muy bien la cultura latina. Eso me impulsó a regresar a Austria», dijo.



Al recordarlo, destacó que a diferencia de la obra que se presenta en Viena, en Salzburgo «cantábamos sin micrófono». Manteníamos absolutamente la línea lírica, mientras que aquí usamos micrófonos».



Añadió que Bernstein escribió la orquestación de la obra de «una manera muy suave», que permite que el musical sea «tratado como una ópera».



La razón por la que en Viena se optó por los micrófonos, según la cantante argentina, es que no todos los actores son cantantes de ópera, sino que algunos están especializados en musicales.



«Los personajes son muy individuales. El grupo funciona como grupo, pero además cada uno de los actores es muy valioso», aseguró, tras expresar que gracias al género musical, actuando y bailando uno puede expresarse más que en una ópera.



Si bien reconoció que en Viena tiene que hacer un esfuerzo para «medirme más, aunque me cueste», se siente muy contenta de encarnar aquí a María, puesto que esta figura «sigue siendo una latina y portorriqueña», con la cual se identifica.



«Crecí en Argentina y luego me fui a estudiar al Manhattan School of Music en Nueva York y, como viví en el ‘Upper West Side’ los primeros años con una familia portorriqueña, ‘mamé’ muchísimo la cultura puertorriqueña, más allá de ser yo también una inmigrante».



Explicó que incluso la citada escuela de música la aceptó dentro de un cupo para la «minoría latina», «y me convertí también en representante de esa minoría».
Pochinki recordó que también Bernstein, que «se casó con una mujer chilena, conocía muy bien la cultura latina y especialmente la española».



EFE

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