Con escenas de Falstaff, de Verdi, y Cavalleria Rusticana, de Mascagni, alumnos de la mezzosoprano Magda Mendoza recordarán a quien fuera fundadora de la Cátedra de Opera del Departamento de Música de la facultad de Artes de la Universidad de Chile, fallecida en abril de este año.
"Las cosas se hacen en el escenario cuando de diez, once han salido buenas…". Palabras que caracterizaron la firmeza y la escuela que significó para nuestro país la persona de Clara Oyuela, la maestra argentina que falleciera en abril de este año, dejando un legado en generaciones de cantantes chilenos.
Ahora, alumnos de la mezzosoprano y académica de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, Magda Mendoza, ofrecerán un homenaje a esta mujer que también fuera fundadora de la Cátedra de Opera del Departamento de Música de este plantel. Para ello, realizarán un recital con escenas de Falstaff, de Verdi, y Cavalleria Rusticana, de Mascagni, el próximo miércoles 19 de diciembre, a las 19:00 horas, en la Sala Isidora Zegers (Compañía 1264), con entrada liberada.
Y es que para ella "el escenario era un templo". Una premisa que inculcó a través de sus sólidos conocimientos, humor y su gran carácter- a sus alumnos por décadas, convirtiéndola en una de las grandes maestras de canto del siglo XX en nuestro país.
Reconocida en toda América Latina, su muerte enlutó en abril al mundo lírico. El mismo Teatro Colón de Buenos Aires donde ocurriera grandes momentos de su carrera, y con óperas como El jorobado de Notre Dame, Juana de Arco en la Hoguera, El niño y los sortilegios y Peleas y Melisande– la homenajeó. Y el Teatro Municipal de Santiago, donde se desempeñó como maestra preparadora, inauguró una sala de ensayos con su nombre.
En el tributo que rendirán a la docente participarán en la obra de Verdi: Clara Molina (Alice Ford), Cecilia Barientos (Meg Page), Evelyn Ramírez (Mrs. Quickly), Carolina Gramersdorff (Nannetta), Mauricio Sperr (Fenton), Patricio Saxton (Dr. Cajus), Gary Gamez (Ford), Joaquín Aguila (Bardolfo) y Sergio Gallardo (Pistola).
En la ópera de Mascagni representante del estilo verista- los roles principales estarán a cargo de Patricio Saxton (Turiddu), Shamla Moena (Santuzza), Evelyn Ramírez (Mamma Lucia), Gary Gamez (Alfio) y María Isabel Vera (Lola), además de un coro formado por doce cantantes.
Para ambas obras, la preparación musical y escénica está a cargo de Magda Mendoza; la caracterización será de Juan Cruz, mientras al piano estará Edwin Godoy y en el órgano, Claudio Merino.
Será la forma de seguir recordando a Clara Oyuela, quien, tras radicarse en Chile en 1948, creó un curso de ópera, en el que formó a las primeras generaciones de cantantes líricos. En la Universidad de Chile estuvo hasta principios de los 80, y en 1982 comenzó a trabajar en el Teatro Municipal de Santiago, donde permaneció hasta del accidente que luego provocó su muerte.
Clara Oyuela fue reconocida como una artista perfeccionista y respetuosa de su trabajo. Para ella el teatro era un "un sacerdocio, una especie de divinidad dura, cruel y exigente, y está antes que todo, y antes que la propia salud. No es lo mismo que en una oficina, donde hay veces en que un profesional puede reemplazar a otro que falta. En el teatro no, usted tiene que cantar esa noche, y no habrá reemplazante, suceda lo que suceda», según señaló hace un par de años.
Debutó en el Teatro Colón, de Buenos Aires, en 1937, donde se destacó interpretando roles en óperas francesas como El jorobado de Notre Dame y El niño y los sortilegios.
Sin embargo, es en nuestro país, al que llega en 1948, donde ejerció preferentemente su labor docente, creando un curso de ópera en la Universidad de Chile, en el que formó las primeras generaciones de cantantes líricos nacionales.
Se le reconoce como una de las impulsoras de la enseñanza operística en Chile, y contaba entre sus discípulos a artistas de la talla de Claudia Parada y Cristina Gallardo-Domas, entre otrros destacados solistas con quienes trabajó durante los 20 años en que trabajó como maestra prparadoraen el Teatro Municipal.
