Luego del multitudinario velatorio que se efectuó en la Estación Mapocho, más de 30 mil seguidores acompañaron los restos del vocalista de Los Jaivas al Cementerio General, donde se generaron algunas dificultades debido a la masiva afluencia de público. La trágica muerte del músico caló hondo en el mundo político y cultural.
Como un hombre que dejó un legado de sabiduría, paz y talento, recordaron en su despedida los admiradores y amigos a Eduardo «Gato Alquinta», quien falleció de un infarto al miocardio el pasado miércoles en el balneario de Guanaqueros, en la Cuarta Región.
Cerca de 30 mil personas, entre grupos indígenas, músicos y seguidores de la banda, acompañaron los restos del artista hasta el pabellón 11 del campo santo, con consignas y cantos alusivos al intérprete.
La masiva afluencia generó que las medidas de seguridad para que sólo ingresaran los familiares y amigos del cantante se vieron sobrepasadas. Además esta situación provocó un retraso de dos horas en la ceremonia, que estaba programada para las 18 horas.
Antes del funeral, uno de los hijos del músico, Eduardo Alquinta, agradeció la compañía de la gente. «Al "Gato" le gustaba la gente, la gente que pasa por el pasillo, la que estaba haciendo la cola, la gente norma», dijo a radio Cooperativa.
A la homilía, oficiada en Estación Mapocho por el capellán de los artistas, Felipe Berríos, asistieron unas seis mil personas entre familiares, amigos y cientos de admiradores del músico, fundador de una de las bandas más prestigiosas de la cultura criolla.
Durante toda la mañana se efectuó el velatorio de Alquinta en la Estación Mapocho, espacio al que asistieron más de 200 mil personas del mundo de la cultura y política ayer a depedirlo.
Las palabras de Juanita Parra, baterista de la agrupación -quien reemplazó a su padre en la banda al morir trágicamente en un accidente aéreo-, resumieron ayer el dolor de sus compañeros: «esperamos encontrar la fuerza para seguir adelante, y es verdad que yo no estaba tan convencida, pero he oído opiniones de tanta gente y que me hizo pensar: hagámoslo, sigamos, encontremos la fórmula».
Antes de la ceremonia religiosa, el músico Roberto Bravo, interpretó diversas piezas musicales en honor al desaparecido músico.
Uno de los más afectados con la muerte del músico fue el periodista Freddy Stock, quien escribió la biografía de Los Jaivas. «El siempre hablaba con gran profundidad, fue un gran hombre y sentimos mucho su partida», afirmó.
Reconocida banda
Eduardo «Gato» Alquinta fue uno de los fundadores de Los Jaivas. Junto a los hermanos Parra: Eduardo, Claudio y Gabriel y a Mario Mutis, formaron la agrupación «High-Bass» en 1963, en Viña del Mar. El «Gato» tocaba la guitarra y su música era principalmente tropical con variaciones de moda cha cha cha, bosanova y los boleros.
En 1977, con residencia en Francia, Los Jaivas grabaron sus más recordados éxitos como «Todos Juntos», que fue el himno oficial de la Cumbre Iberoamericana de Presidentes que se efectuó en Santiago de Chile, en 1996.
Esta agrupación se destacó por ser una de las primeras en fusionar la música autóctona latinoamericana con los instrumentos electrónicos tales como guitarras eléctricas, sintetizadores, bajo y batería.
Sus numerosas giras a través del mundo los han llevado a escenarios tan importantes como el Olympia de París, el Carnegie Hall en New York, La Opera de Franckfurt, la Plaza de San Marco en Venecia durante el Carnaval, Royal Festival Hall de Londres, una gira de 30 conciertos a través de toda la ex-URSS, especiales de TV: en las Ruinas de Macchu Picchu, Perú, en La Antártica chilena.
Entre sus discos más reconocidos está «Alturas de Machu Picchu», inspirado en el mismo texto que escribiera el Premio Nóbel, Pablo Neruda.
VEA:
La última entrevista de Eduardo Gato Alquinta a El Mostrador.cl (9 de agosto de 2001)
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