Aunque la asistencia de público fue baja, todos, músicos y espectadores, se declararon felices con la realización de este inédito y ambiciosos festival.
Concepción amaneció con rock este último domingo de febrero. A las 9 de la mañana la banda chilena Papanegro hizo vibrar al público penquista con funk, en lo que fue la segunda jornada de «Rock al Sur del Mundo», en el Fundo Santa Eloísa del sector camino a la desembocadura del río Bío Bío, sitio que destacó por la calidad de sus instalaciones exclusivas para este festival.
Según informa el portal Contactoconce.cl, en el lugar se ubicaron dos enormes escenarios, una carpa para músicos, periodistas y producción, otra carpa (dentro de la zona del
público) albergando a puestos de venta de alimentos, un container de prensa con tres computadores habilitados con Internet y un teléfono para despachos (gentileza de Telefónica).
Todo esto era parte de la ambiciosa y cuidada infraestructura que, junto al despliegue de personal de seguridad, prometían
un buen futuro para el inicio de lo que se espera se constituya en una tradición en la capital penquista.
Destacó, entonces, la producción, así como el ánimo y la calidad de los músicos. El punto negro, sin embargo, fue el público que, en su momento máximo (durante la presentación de Joe Vasconcellos), alcanzó sólo a las 5 mil 500 personas.
Los miles de asistentes al inédito evento aprovecharon la carpa de
alimentación para descansar, conversar y comer, mientras esperaban las actuaciones de sus grupos favoritos. El público cantó, bailó y aplaudió las canciones de los grupos Canal Magdalena, Santos Dumont, Machuca, Dracma, Reactor y Lucybell, entre otros.
La extensa jornada culminó a las 9 de esta mañana con la presentación de Papanegro, quienes no pudieron terminar su actuación por una orden de Carabineros.
Artículo relacionado:
»Rock al Sur del Mundo» promete maratónica jornada de música (21 de febrero de 2002)
