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Les Luthiers: El humor argentino pese a todo

¿Humoristas? ¿Músicos? Las dos cosas, aunque no son ni lo uno ni lo otro. Podríamos decir que son un grupo de locos que parodian a todos los que están a su alcance y con instrumentos que van desde el violín y el piano, hasta la taza de un baño, un palo de escoba o cualquier objeto que pueda generar algún tipo de sonido.


«Todo por que rías» es el título del último espectáculo de Les Luthiers, del que se presentarán cuatro funciones en el Teatro Municipal de Santiago, entre el 26 y el 28 de abril.



Como es habitual, el espectáculo de la agrupación argentina de más de 30 años de trayectoria incluye la utilización de instrumentos poco habituales, parodias y un humor irreverente que se aprecia desde la doble lectura de su título y continúa en diversos cuadros.



Entre estos destacan Lo que el Sheriff se contó, una rutina con chistes de salón; Loas al cuarto de baño, obra sanitaria; Serenata tímida, canción pusilánime; Serenata astrológica, carta serenatal; Me engañaste una vez más, tanguito; Gloria de Mastropiero, tangum; Serenata intimidatoria, último aviso; y Los jóvenes de hoy en día, calificado como r.i.p. al rap.



Se ha señalado que el éxito de su humor radica en que siempre tratan de hacer reír para, en realidad, divertirse a sí mismos. Creen que se puede reír con la música y no de la música; y que se puede provocar incontenibles carcajadas con inteligencia, con elegancia, con sutileza, sin que ello implique necesariamente convertirse en artistas para unos pocos.



Un grupo con historia



Les Luthiers -integrado por Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich- nació en septiembre de 1965 en el Festival de Coros Universitarios de Tucumán.



Allí se propusieron divertir a la audiencia parodiando un concierto "muy formal" interpretado por solistas, un pequeño coro y un conjunto orquestal que contaba con instrumentos muy poco convencionales que habían construido ellos mismos con materiales caseros. La obra central de aquel programa era La Cantata Laxatón y la había compuesto el arquitecto Gerardo Masana, miembro del conjunto e inventor de la mayoría de los instrumentos que usaron ese día. La música simulaba ser una cantata barroca y el texto había sido extraído del prospecto de un conocido laxante.



La originalidad de la propuesta, la universalidad del humor y el rigor evidenciado en la preparación del breve show causaron un eco inesperado: poco después, una revista porteña narró el suceso y omitió casi absolutamente el festival coral que, supuestamente, había sido el evento principal de aquellas jornadas.



A raíz de esto, los inexpertos jóvenes fueron contratados para repetir el inaudito espectáculo en un pequeño teatro de Buenos Aires que solía presentar shows de vanguardia. Bajo el nombre de I Musicisti, el conjunto debía ofrecer un par de funciones, pero ante el éxito que obtuvieron, continuaron presentándose durante tres meses.



Poco después, el espectáculo fue incluido en la programación del Instituto Di Tella, entonces un verdadero templo de las vanguardias artísticas de la capital trasandina y centro de estudios teatrales, musicales y plásticos con reconocimiento mundial. I.M.Y.L.O.H. (I Musicisti y las óperas históricas) constituyó el más grande de los éxitos de público del Instituto Di Tella.



A partir de 1967 el grupo pasó a llamarse definitivamente Les Luthiers y perfeccionó durante largo tiempo su estilo e identidad artística y fue cosechando nuevos tipos de audiencias, demandas y tentaciones.



Desde 1977 Les Luthiers produce un nuevo espectáculo cada dos o tres años -cuyo texto y música, así como dirección y puesta en escena está a cargo de ellos mismos-, para ser presentado en España y Latinoamérica, como también en Estados Unidos e Israel, entre otros escenarios.



Después de tres años de ausencia, Les Luthiers vuelve a Chile tras una gira de un mes en Europa con un espectáculo calificado como ingenioso, magnífico, hilarante, simplemente brillante:



Carlos Núñez deambula con un grupo de músicos cantando serenatas tímidas, astrológicas o intimidatorias a una tal Cristina García. Carlos López anda despotricando contra los jóvenes junto a Jorge Maronna al ritmo de un rap. El sheriff Daniel Rabinovich se jacta de haber enviado a la cárcel al terrible malviviente Marcos Mundstock. Han montado una Radio Tertulia donde se entremezclan los datos del clima con la cieguita Adelaida, la dulce sor Betty, la pérfida Ivonne. Mastropiero modifica sus tangos y los toca en el Vaticano.



Un Dios de opereta trata de socorrer a Daniel el Semita mientras el móvil de la cancha informa de cuatro expulsiones. Todo el elenco de la telenovela "Alma de corazón" es víctima de mordeduras de víboras y un marido engañado trata de asesinar a Mastropiero acompañado por melodiosos acordes que provienen del cuarto de baño, de instrumentos tales como el calephon, el lirodoro, la desafinaducha y el nomeolbidet. Nada serio puede esperarse de estas conductas disparatadas; ya varios políticos vinculados con el mafioso Freddy Consiglieri han jurado venganza contra Les Luthiers en "Todo por que rías».



Las funciones de Les Luthiers se harán el jueves 26 de abril a las 19 horas; el sábado 27 de abril a las 21:30 horas y el domingo 28 de abril en dos horarios, a las 16:30 y a las 19 horas. El valor de las entradas fluctúa entre los tres mil y los 30 mil pesos y se encuentran a la venta en las boleterías del teatro, en Parque Arauco y a través del Fonoventas (800 471000).

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