Publicidad

Caetano Veloso deslumbró anoche en la Estación Mapocho

Con un espectáculo colmado de virtudes, talento y recursos, Caetano Veloso brindó un brillante concierto a seis mil personas que lo ovacionaron anoche de pie en la vieja Estación Mapocho.


Durante dos horas, el famoso compositor y músico brasileño, uno de los fundadores de la corriente «Tropicalía», que revolucionó la música brasileña en los años sesenta, desplegó un repertorio en un recital sin fronteras en el que mezcló ritmos, instrumentos y estilos y recorrió episodios de toda su historia musical.

El músico de Bahía, en su segunda presentación en Chile -la primera fue en 1998- arrancó con piezas de «Noites do norte», su último disco y la razón de su gira, para después recorrer una gama que incluyó samba, bossa-nova, rock, blues, rap y en la que tampoco estuvo ausente el Axé, ritmo de moda en Brasil.



En la primera media hora del espectáculo, en el que le acompañaron siete músicos, la Estación Mapocho se llenó de ritmos africanos y temas sobre la vida y destino de los esclavos negros en Brasil, eje de «Noites do norte».



Sin embargo, los momentos más impactantes del recital lo marcaron sus ejecuciones más intimistas, acompañado sólo por una guitarra y la arremetida percusionista con la que cerró el concierto.



Las dos horas terminaron con «Coracao vagabundo», un tema de 30 años, con la que selló una descarga acústica que levantó de sus asientos a los seis mil personas que colmaron el recinto, situado a un costado del río Mapocho, que cruza la capital chilena.



En las repeticiones solicitadas por un público «embrujado» que no quería abandonar el centenario edificio, Caetano Veloso terminó de asombrar y encantar con la interpretación de varios temas a capella.



EFE

Publicidad

Tendencias