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Grandes del jazz sufren más problemas mentales de lo normal

Los grandes del jazz han padecido más problemas con las drogas y el alcohol, desórdenes psicopáticos o transtornos mentales que el resto de la población, según un estudio publicado hoy en la revista médica British Journal of Psychiatry.


Esta investigación tiene como objeto de estudio cuarenta genios del jazz estadounidense de los años cincuenta y sesenta, entre los que figuran Dizzy Gillespie, Miles Davis y Art Pepper.



En ese grupo se dio un gran número de casos de abusos de drogas, especialmente heroína, o antecedentes familiares de enfermedades mentales, según el autor del estudio, el doctor Geoffrey Wills, psicólogo clínico de Cheshire (norte de Inglaterra).



Según Wills, sus averiguaciones respaldan la teoría de que los artistas de gran éxito suelen sufrir trastornos psíquicos, que muchas veces coinciden con sus etapas más productivas.



«No intento decir -explicó el doctor- que todos los músicos de jazz están locos, pero he descubierto una tendencia a los problemas mentales comparable a la de otros personas creativas».



Según el experto, los jazzistas tienen ocho veces más posibilidades de tener problemas con drogas como la cocaína o la heroína que el resto de la población, toda vez que el 52,5 por ciento de los artistas estudiados mostró una adicción a esas sustancias.



«El jazz moderno fue una música revolucionaria que recibió el rechazo de la mayor parte del público, y la heroína, como esa música, también iba en contra de lo establecido», indicó el responsable del estudio.



El saxofonista Art Pepper, el trompetista Miles Davis y el pianista Bill Evans, por ejemplo, fueron adictos a la cocaína y son ejemplos de esa tendencia, indicó el psicólogo británico.



Sobre la dependencia del alcohol, el 27,5 por ciento de los músicos de la investigación tenían adicción a la bebida.



Dentro del grupo estudiado, un diez por ciento tenían antecedentes familiares de problemas psicopáticos, como Pepper, cuyos padres eran alcohólicos, o Stan Getz, cuya madre sufría depresiones.



Además, un diecisiete por ciento padecieron una infancia desgraciada, como el trompetista y compositor Dizzy Gillespie y el contrabajista Charles Mingus, que fueron maltratados por sus padres.



Otro caso es el de Charlie Parker, cuyo padre abandonó el hogar familiar cuando el músico sólo tenía diez años.



En el caso de los desórdenes esquizofrénicos o psicopáticos, tres de los cuarenta músicos estudiados sufrieron esos trastornos, como Bud Powell, que fue internado varias veces en hospitales psiquiátricos, y Miles Davis, que sufría alucinaciones y paranoias.



EFE

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