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Festival de música celta: show para fanáticos de la gaita

Con cuatro horas de duración, el primer festival de música celta está hecho para los que gozan escuchando la fusión instrumental que nace de la gaita, violín y guitarra, entre otros instrumentos y no para quienes exigen que se les introduzca en la cultura celta.


Destinado casi exclusivamente para los fanáticos de la música celta, se inauguró en el Teatro Oriente el primer «Festival de Música Celta». Con cuatro horas de duración, el evento, para los que no saben apreciarla, podría volverse tedioso, sobre todo por la ausencia de algunos elementos clave.



La propuesta musical contempló la presentación de cuatro grupos, una compañía de baile y un solista de gaita asturiana. Con una puesta en escena sobria, el montaje fue adornado por una pantalla gigante que conjugaba pequeños escudos de origen celta con algún que otro paisaje británico, que caricaturizaba la "verdosa-armonía" de Irlanda y Escocia.



Estos elementos fueron innecesarios, comparados con el juego de luces que cambiaban intermitentemente al ritmo de cada melodía, herramienta esencial para generar diferentes sensaciones en el público.



Sin embargo, más allá del superfluo traje que puede ser la puesta en escena, la gente quiso oír y ver a los integrantes que conformaban este gran espectáculo celta y en este aspecto, los siete grupos que inauguraron este primer festival, no decepcionaron.



A través de una leyenda que contaba cómo se había formado Irlanda, el grupo "Viento celta" cautivó a los espectadores por la magia, ritmo y alegría de sus canciones. Mención especial para el violinista, instrumento que destacaba entre los demás.



La nota baja fue que, al parecer, los integrantes no sabían bien en qué contexto estaban. Tocaron con blue-jeans desgarbados, siendo que la gente no solamente quería oír las melodías celtas sino también ver parte de sus trajes y tradiciones.



Este detalle fue suprimido por la segunda banda "Los Andes High Lander Pipe Bnad", quienes con polleras escocesas, bandas y grandes gaitas hicieron un espectáculo más visual que musical. Interpretaron 11 canciones con gaitas y tambores, pero al cabo de 10 minutos su música resultó tediosa.



Lo mejor de estas cuatro horas de melodías celta fue el grupo argentino "Kells". El cuarteto deslumbró tanto por su humor en el escenario, como por la variedad en su música. Tocaron de todo: melodías lentas, cantadas e hicieron bailar con alegres canciones. Fueron los únicos que presentaban sus canciones y, a través del humor, señalaban de dónde provenían.



Les siguió el solista, especialista en gaita asturiana Andrés Soberón, el grupo Tir Ina Ban y "la Academia de bailes internacionales de Sandra Claren". Los tres lo hicieron bien, pero después de dos horas de fusión de gaitas, violines y flautas, algunos espectadores se retiraron antes de que el concierto concluyera.



"El Primer Festival de Música celta" está hecho para los fanáticos de este tipo de música. Es un evento largo que, para los que no saben apreciarla, podría volverse tedioso, sobre todo porque faltaron presentadores que introdujeran las canciones, además de presentar a los propios grupos.



El festival se extenderá sólo por este fin de semana, las entradas fluctúan entre los $3.000 y $11.000.



Agencia La Plaza Digital

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