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Baptism y los 15 años de música de Lenny Kravitz

Conservando su típica base rockera y aquella atrevida propuesta estética, Lenny Kravitz lanza al mercado su séptima producción discográfica, Baptism. Cargado de letras repletas de sentimientos personales y con un estilo menos desenfadado -pero igualmente intenso- que en sus anteriores placas, Kravitz parece iniciar un nuevo ciclo en su exitosa carrera.


Avalado por una década y media de trayectoria, innumerables reconocimientos alrededor del mundo y un estilo fresco, audaz y cautivador, Lenny Kravitz se ha convertido en uno de los máximos exponentes artísticos de nuestros tiempos. Producto de sus estilos, géneros, mezcla musical de razas e influencias del rock, soul y funk de décadas pasadas, Kravitz ha conseguido un lugar de privilegio dentro de la música contemporánea.



Con una carrera brillante y tras obtener cuatro premios Grammy entre 1999 y 2002, además de romper records de ventas con su Greatest Hits, el artista oriundo de Brooklyn lanza su séptima producción musical, Baptism. Lleno de nostalgia, naturalidad y creatividad, este puñado de trece canciones viene a representar un singular renacimiento musical para Lenny Kravitz.



Para esta nueva apuesta, Kravitz trabajó durante una línea continua en el 2003, pero a fines de año, al visitar su antiguo barrio en Nueva York, giró repentinamente la dirección del álbum. "Han pasado muchas cosas en mi vida que me han cambiado, realmente extraño mi pasado. Ahí estaba, andando en bicicleta como solía hacerlo antes", comentó recientemente.



Fusionando el rock, el soul, el funk y el blues, Baptism construye un interesante cuadro muy al estilo "Kravitz", con sicodélicas guitarras y una interpretación sólida y característica por donde se le mire. Los temas lentos y las canciones potentes, se fusionan de gran forma en este completo álbum que logra extraer lo mejor de Kravitz en sus inicios, mezclado con la intensidad de sus recientes discos.



Al grabar Lenny Kravitz todos sus instrumentos, Baptism cobra una mayor calidad autoral y otorga a Kravitz de un mayor dominio de sus armonías. Así, esta nueva producción aparece como un vertiginoso camino de encuentro de estilos, alusiones personales y mucha fuerza y calidad interpretativa.



Si bien hacia el final del álbum, Lenny Kravitz pierde cierta intensidad, queda la sensación de haber escuchado un disco dinámico, enérgico y potente, pero que sin duda no deja de lado composiciones más pensadas, más nostálgicas y algo más intimistas. Minister of Rock ‘n’ Roll, I Don’t Want To Be a Star, Lady, California, Where Are We Runnin’? o las emotivas What Did I Do With My Life?, The Other Side y Destiny, son algunos de los temas que más destacan en esta nueva placa.



Como si fuese su primer trabajo discográfico, Lenny Kravitz nos intenta trasmitir todo ese amor y energía que siente por la música, por su música. Y Baptism es el reflejo plausible del actual momento artístico de Kravitz.

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