Con su característica habilidad a la hora de mover los dedos y tocar las cuerdas de su guitarra, Joe Satriani vuelve a hacer gala de su talento en su nueva producción discográfica, Is there love in space?. En un tono más roquero, esta nueva propuesta busca escarbar en sus orígenes dentro de la música y de cierta manera explorar o revisitar la vieja escuela.
Cuando Joe Satriani hizo su aparición por 1986, nadie imaginó que su dominio con la guitarra revolucionaría el mundo del rock. Con una gran sensibilidad técnica, una intensa capacidad de transmitir energía y esa acertada dosis de influencias que utiliza en sus composiciones, hacían del guitarrista uno de los más relevantes de los sonidos contemporáneos.
Un sinnúmero de presentaciones en vivo, exitosos discos (en cuanto a venta y crítica) y una propuesta musical singular, han trasformado a Joe Satriani en un referente del rock obligado. Ahora, en una nueva propuesta, el artista neoyorquino busca escarbar en su lado más rockero, generando un álbum que apela a las estridencias guitarreras y aquélla imagen del rock star de antaño.
"La gente ha oído mi lado blusero, mi lado metálico y hasta mi lado tecno. Creo que este es mi lado rockero", comentó recientemente Joe Satriani a propósito del lanzamiento de su nuevo álbum, Is there love in space?. En esta producción, el artista logra pasearse sin problemas por sonidos roqueros que coquetean con el pop, pero que finalmente se inclinan hacia la vieja escuela y los orígenes de su intérprete.
Is there love in space?, tiene la particularidad de presentar 11 diversos temas que van desde dinámicas canciones en que los riff de Satriani -en un despliegue de recursos musicales poco usuales en la música actual- causan asombro, hasta composiciones algo más melancólicas y conmovedores pero no menos técnicas y exquisitas.
Temas como Gnaahh, Up in flames, Hands the air, Is there love in space?, The souls of distorsion o I like the rain -con sus diversas características y estilos por separado-, aparecen como algunas de las composiciones más destacadas de un álbum que en su conjunto se presenta sólido, intenso y de una gran calidad y despliegue interpretativo.
"Mi meta definitiva es seguir tocando por siempre. Espero no cansarme nunca de eso y estar siempre expresando la vida que llevo, tomando experiencias y volviéndolas música. Espero que la guitarra siga siendo mi instrumento de expresión", comenta Satriani.
Es de esperar que esta promesa se cumpla cabalmente y no quede tan sólo en una intención. Una intención que por ejemplo, Jimi Hendrix, no logró concretar.
