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Sellos discográficos enfrentan la peor baja en ventas de la década

Resentida hace años, la industria musical hace frente a la paulatina baja en las ganancias y a una piratería con escaso o cero control. Mientras la Federación Internacional de Productores Fonográficos asegura que la situación es crítica, las compañías apuntan que aún no hay números rojos.


Aunque desde hace al menos cuatro años el mercado discográfico a nivel mundial está resentido, el 2004 podría ser uno de los peores de la década para el mercado discográfico en nuestro país, pues para fin de año se espera que las ventas de discos bajen hasta en un 15 por ciento respecto del año pasado. Dentro de ese panorama, los sellos que operan en Chile han encontrado, sin embargo, a su mejor aliado en la televisión.



En agosto pasado la Federación Internacional de Productores Fonográficos (IFPI, en inglés) denunciaba que en siete años la industria musical en nuestro país había bajado en un 50 por ciento las ventas de discos exclusivamente a raíz del mercado pirata. La crítica cifra se sumaba a la anunciada fusión de los sellos BMG y Sony Music a nivel mundial, lo que en Chile al menos significaría que el segundo absorbería al primero por los malos resultados en ventas de éste.



De hecho, las bajas ventas de BMG habrían sido una de las causantes en Chile de la caída generalizada en las compras de discos de todos los sellos. No obstante, del resto de los cuatro sellos multinacionales presentes en Chile, tres de ellos -EMI, Sony y Universal- reconocen una baja en sus ventas. En tanto, la IFPI añade que el 2004 el mercado podría terminar con ganancias que apenas superarían los 35 millones de dólares, cinco menos que el año pasado y 75 que en 1998.



La versión de las multinacionales



Según la gerente de marketing de EMI, Yomari Peña, desde hace cuatro años "sin duda está bastante resentido el mercado de la música". En ese panorama, asegura que si bien el 2004 ha significado una baja en las ventas de producciones para toda la industria, en el caso de su sello no se puede hablar de un 15 por ciento: "No tanto, pero sí ha bajado", asegura sin detallar una cifra específica.



A su juicio, las razones principales de la caída en las ventas se deben a la piratería tanto física como virtual -a través de internet- y a la poca organización de los sellos para enfrentar el problema de manera conjunta. Con ese punto coincide, Juan Carlos Touma, gerente de marketing de Sony, aunque el diagnóstico que hace de su sello es peor, pues señala que las ventas podrían caer hasta en un 20 por ciento.



Sin embargo, Touma descarta que esa cifra implique un impacto real en la situación comercial de la empresa. "Para nada, es una baja de ventas pero no tenemos números negativos. Significa dejar de ganar", enfatiza. Una idea similar es la que plantea, Gonzalo Ramírez, gerente general de Universal, quien explica que si bien su compañía sufrirá una caída cercana al 10 por ciento, cifras rojas no habrán ni han habido.



"No han sido años buenos para la industria. Ha venido en caída libre. Por eso las compañías despiden a gente, se cortan artistas, se reducen los gastos. Eso teniendo en cuenta el objetivo de no perder dinero", explica el gerente de Universal, pero de todas formas, tiene un positivo diagnóstico para este año: "Puede ser mejor que el año pasado".



Situación oficial: crítica



Justamente esa es la esperanza de Francisco Nieto, el presidente de la filial local de la IFPI, quien afirma taxativo que la caída que viene experimentando hace cuatro años el mercado "no puede seguir así, porque si se sigue así la industria va a desparecer". Según sus cifras, el año 2003 el mercado -contabilizando DVD y discos compactos- cayó en 9,2 por ciento y el año podría cerrar con una cifra muy cercana al 15 por ciento de bajas. Cifras que afectarían por igual a los sellos multinacionales como locales.



Según la percepción del gerente de Universal, este año el mercado podría tener mejores resultados que el año pasado y lograr un despegue en los últimos meses. Por el contrario, para Francisco Nieto la caída que registrará el 2004 la industria es más "significativa" que el 2003. Su diagnóstico es que la piratería, el principal problema de las discográficas, no ha sido enfrentado con el rigor necesario. Al mismo tiempo, asentada la tecnología para descargar música desde internet y copiar discos en computadores personales se presenta otro problema.



"Este fenómeno se viene registrando a partir del año 1998. Ahí se produce el cambio tecnológico, la penetración final del disco compacto y empieza la copia a través de computadores: ahí empieza el adebacle para la industria a nivel mundial. Y bueno, las legislaciones nuestras contra la piratería requieren una sanción que sea disuasiva, como es en otros países tanto de Latinoamérica como más desarrollados", señala Nieto.



De seguir así, para el presidente de la IFPI podría llegar a pasar lo mismo que en Venezuela o Perú, donde los sellos multinacionales sencillamente cerraron sus puertas ante un mercado pirata que se llevaba la mayor tajada de las ventas. "Está en una situación crítica, sin duda", plantea, pero en los sellos le quitan gravedad a la situación y aseguran que la curva ya estuvo en el peor momento: ahora lo único que queda es subir.



Televisión: el reducto chileno



El año pasado, la televisión se convirtió en el productor de discos de mayor venta, tonificando toda la industria musical. De hecho, según cifras extraoficiales en conjunto el soundtrack de "31 Minutos" -La Oreja- y todas las producciones discográficas que salieron del programa "Rojo, Fama contra Fama" habrían vendido cerca de 500 mil copias.



Este año, en tanto, el triple disco "Las 100 mejores canciones chilenas de todos los tiempos" logró doble disco de platino, es decir 40 mil ejemplares, gracias a una alianza entre EMI y Chilevisión, canal que exhibió la placa en todos sus programas.



En una línea similar, actualmente los únicos dos nombres nacionales que maneja Universal son el afamado animador de Canal 13 Luis Jara y Mónica, una chica salida del programa "Operación Triunfo" de Mega. Sony, en tanto, saca cuentas alegres con los más de 200 mil discos que ha vendido hasta la fecha María José Quintanilla y Warner se frota las manos con la pequeña Christell.



"En este minuto lo que vende es la televisión", asegura Yomary Peña de EMI, quien no descarta que próximamente el sello repita la experiencia con Chilevisión sumándose a la tendencia generalizada. Algo lógico para Nieto, quien señala que la TV se ha convertido en una plataforma fundamental para encontrar a nuevos rostros y exhibirlos ante el público. "Mejor promoción que esa no puedes tener", plantea.



Justamente la promoción es uno de los ámbitos desde donde los sellos han debido reducir sus presupuestos. Actualmente, los artistas de origen internacional, incluso los de probado éxito, difícilmente llegan a tener publicidad en televisión. Sobre los nacionales la situación es mucho peor, pues las disqueras simplemente se desentienden de ellos en una situación de crisis.



"Como los artistas locales requieren un gasto grande -que no siempre tiene un retorno inmediato-, entonces una de las medidas cuando la industria está en crisis es prescindir de ellos", asegura Gonzalo Ramírez. Versión que es apoyada por Francisco Nieto que explica que en estas circunstancias, los "sellos ocupan obviamente la estructura internacional, es decir todo lo que viene de afuera listo: grabado y con certificado de éxito, Chayanne, Juanes, o cualquier artista que haya triunfado, aquí lo único que hay que hacer es prensar los discos y venderlos".



Un claro ejemplo del abandono de la escena local, es que el último grupo totalmente nuevo de rock que fichó un sello multinacional -Warner en este caso- fue «No me acuerdo», dos años atrás y ya están disueltos. El resto, sin contar el experimento pop juvenil Pali (BMG), son bandas que han tenido historias anteriores iniciadas en los 90 o sencillamente salidas de un reality televisivo, como Hernán y Marioneta (BMG, 2004). La cifra contrasta radicalmente con las casi 100 producciones de rock chileno que entre 1994 y 2000 editaron las compañías internacionales en nuestro país.



De hecho, el rock chileno ha debido escoger el camino de la independencia, con todas las desventajas en términos de producción y promoción que eso significa. Mientras, como señala el presidente de la Federación Internacional de Productores Fonográficos en Chile, "hoy todas las empresas de música están trabajando en un punto de equilibrio o perdiendo".



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