«Queremos tener más libertad y una mejor relación con los músicos, acá en Chile estamos un poco chatos, la gente se ha vuelto fome», señaló el líder de la banda, Jorge González.
El grupo de rock «Los Prisioneros» viajará el próximo lunes a México para radicarse en ese país en busca «de mejores aires».
«Queremos tener más libertad y una mejor relación con los músicos, acá en Chile estamos un poco chatos, la gente se ha vuelto fome», señaló el líder de la banda, Jorge González.
Añadió que muchos músicos o bandas se sienten aburridos, «pero no tienen la posibilidad de irse de Chile», subrayó González, aunque no especificó que la banda no ha tenido el éxito de antaño en sus más recientes presentaciones.
Tras un breve período en que «Los Prisioneros» estuvieron separados, reaparecieron en 2002 con siete recitales en Chile, cada uno de los cuales reunió a más de 100.000 personas.
Sin embargo, el año pasado, tras el alejamiento del bajista Claudio Narea, alguna de sus presentaciones apenas alcanzó a reunir a 500 personas.
El grupo, que llegó a ser emblema de la juventud chilena durante la dictadura de Pinochet con temas «¿Por qué no se van?», «Muevan las industrias» o el «El baile de los que sobran», parte a México para potenciar su carrera «y pasarlo chancho (bien)», según dijeron.
«Nuestro compatriota Sebastián González «Chamagol» -que juega en el equipo de fútbol Atlante- nos dijo que era súper buena la idea de irse y que allí se pasa la raja(muy bien)», subrayó González.
El líder de «Los Prisioneros» añadió que su primera presentación en México será el 16 de abril en el «Mutek», un festival de cultura digital que se realizará en el Distrito Federal.
Además, promoverán en ese país su último álbum «Manzana» que, sin embargo, no tuvo buena acogida en una reciente gira por varias ciudades de Colombia, donde gozan de una gran popularidad.
Hace tres años, la banda de rock más importante de la historia chilena, realizó una gira por España, Nueva York, Washington, Chicago, Miami, Dallas, Houston, San José, Los Angeles y México.
EFE
