Incluyendo temas de New Order, Joy Division, Sex Pistols, Happy Mondays y The Clash, entre otros, la banda sonora de la película inglesa 24 Hour party people se trasforma en un documento que da cuenta del nacimiento de un movimiento musical que tuvo como cuna a la ciudad de Manchester.
Inglaterra tuvo el privilegio de ver nacer a bandas tan influyentes como Sex Pistols, Happy Mondays, Siouxsie and the Banshees o Iggy Pop, provocando una revolución musical mundial que fijó su mirada en la ciudad de Manchester. Bajo este contexto aparecería un personaje que serviría como el canalizador de este intenso movimiento que comenzaba a gestarse.
Tony Wilson, periodista, productor y dueño del sello Factory, fue uno de los iconos clave de la explosión inglesa que se dio en los setenta y ochenta. Y precisamente son estos los años que escoge el director Michael Winterbottom para ambientar su interesante película sobre el rock y la cultura musical, 24 Hour party people.
La cinta comienza con Wilson y unos amigos, en un concierto de Sex Pistols, a finales de los años setenta. Al finalizar el show deciden que en delante de avocarán a cambiar la escena pop rock mundial utilizando como cuna a Manchester. Fundan el sello Factory Records, compran un local y abren La Hacienda, un centro que eventos que se trasformará en un impulsor global de nuevas bandas.
Un relato cinematográfico tan intenso y relevante sobre algo de la historia del pop rock, no podía sino tener una banda sonora de excepción. El álbum (que incluye 18 canciones) abre con la clásica fuerza de Sex Pistols y su guitarrera Anarchy in the UK, un tema que ha trascendido y perdurado como pocos.
En adelante, Happy Mondays con 24 Hour party people, Joy División con Transmisión, Buzzcocks con Ever Fallen In Love The Clash con Janie Jones o New Order con Temptation (banda que se formara tras la muerte del histriónico Ian Curtis, vocalista de Joy División), entre otras se suceden para componer esta especie de guía sobre la música de la década de los setenta y ochenta.
Casi como en un recorrido turbulento y distorsionado, el álbum no deja tiempo y va entregando clásicos éxitos, uno tras otro. En una especie de legado que recuerda especialmente al trastornado y genial Ian Curtis y sus performance en Joy Division, 24 Hour party people logra su cometido. Mirar atrás y deleitarse.
