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Korn juega con su reinvención y el apadrinamiento de nuevos sonidos

En "See you on the other side", el ahora cuarteto reconocido como precursor del nü metal presenta 14 temas algo alejados de su estilo más tradicional.


El público aficionado al rock quizá recuerde que desde la crítica especializada hasta la voz de muchos fanáticos objetaron el viraje comercial de Disturbed en su tercer disco, lanzado el año que recién pasó bajo el nombre de "Ten thousand fists"…



Sin intentar establecer comparaciones, es necesario establecer que el último trabajo de Korn es ya objeto del juicio público, dada su mayor popularidad e inclinación aún más brusca hacia el mainstream, ésa a la cual se negaron pese a que su anterior sello tanto se los pidió.



Tras el alejamiento del guitarrista Brian "Head" Welch, el ahora cuarteto de California inició con su séptimo disco "See you on the other side" una nueva aventura al alero de EMI, en una placa producida por el propio vocalista Johnathan Davis, Atticus Ross (Pink, Nine Inch Nails) y el colectivo The Matrix (Avril Lavigne, Britney Spears).



Es probable que los más puristas culpen a este último grupo, responsable en parte del éxito adolescente de sus pupilas norteamericanas, del abandono de Korn no sólo de sus más oscuros sonidos, sino que además del manoseado aggro o nü metal cuya autoría se le atribuye.



Como contrapartida, otros agradecerán lo que puede calificarse como reinvención, aplaudiendo el atrevimiento para incluir en el disco de 14 temas elementos del pop de una banda que ya cuenta con una trayectoria de 12 años y 25 millones de copias vendidas.



Previendo tal vez lo que se avecinaba, mucho antes del lanzamiento, el bajista Fieldy intentó adelantarle a sus seguidores que el nuevo larga duración no admite dobles lecturas: «Creo que la gente amará u odiará este disco. Pienso que a la mayoría le gustará, pero el resto puede continuar rockeando con el primer disco de Korn».

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