Hace cinco años que la cantautora argentina no se presenta en un escenario local. A su llegada al país para el concierto que ofrecerá el viernes, opinó sobre el momento social de Latinoamérica.
España y Francia fueron los países en los que Mercedes Sosa, una de las voces femeninas más emblemáticas del canto popular latinoamericano, buscó refugio durante la década de los setenta, escapando de la represión que trajo consigo la dictadura militar en ese país.
Allí no solo encontró la pena de estar lejos de su Tucumán natal y de quienes considera sus hermanos, sino también de un continente al cual consagró su voz y de muchos amigos que en el destierro valió la pena valorar.
Esos amigos fueron chilenos, gente que le acompañó en los días difíciles y a quienes recordó este miércoles, tras su llegada a nuestro país después de cinco años de ausencia. Una visita que se enmarca dentro de la gira con la que la cantante, hoy de 72 años, se reencontrará con diversos escenarios de todo el mundo.
"Yo le debo a los chilenos no sentirme sola en el exilio. Mi mejor amiga es chilena, mi mejor amigo, Alfredo Troncoso, es chileno, quien me hizo debutar en Alemania. Luego vienen los uruguayos, que me han llevado incluso a cantar en la sede donde se entrega el premio Nóbel, pero sin duda Chile para mí es muy importante. Por eso tenía muchas ganas de volver aquí para cantar", fueron las primeras palabras con las que la artista recibió a los invitados y medios de comunicación reunidos en la residencia del embajador argentino en Santiago.
"Ustedes han cambiado, su tierra cambió y su ciudad también -agregó sobre su primera impresión sobre Santiago-. Espero que nosotros también lo podamos hacer, sobre todo la gran ciudad de Buenos Aires, que era una belleza y que ahora se encuentra abandonada. Lo que han hecho ustedes demuestra cómo se trabaja en Chile", esgrimió, para luego emitir personalmente sus disculpas por no haber participado del acto con el que la Presidente Michelle Bachelet asumió el cargo en marzo de 2006.
"Conocí al doctor Ricardo Lagos en la embajada de Chile en la Argentina y fui invitada a la asunción de la Presidenta Bachelet, pero no pude por mis problemas de salud", señaló.
Una larga recuperación
La principal piedra de tope que se ha interpuesto entre Mercedes Sosa y su público han sido sus diversos problemas de salud, principalmente para caminar, tras las afecciones que le aquejan en su columna y cintura, que la obligan a desplazarse con lentitud y, en ocasiones, en silla de ruedas.
Sin embargo, lo peor parece haber pasado, según confirma la artista, quien cuida celosamente su bienestar para cumplir con la serie de compromisos programados tras su espectáculo en Chile, como por ejemplo, su presentación en Miami en pocos días más.
"He tenido muchas complicaciones al respecto, mucho más fuertes de lo que creí. Pensé que tras el exilio, al volver a mi tierra amada en la Argentina, iba a curarme. Pero en 1997 exploté y caí en una enfermedad muy grande de la que ahora recién me estoy recuperando", cuenta con pesar la artista.
"Tengo que andar en el aeropuerto en silla de ruedas y no es muy agradable eso para una artista que termina su show bailando", cuenta Sosa, quien descartó, por el momento, cualquier encuentro con la Presidenta durante los días que permanezca en nuestro país.
Aprovechando el instante, la artista se refirió a uno de los temas que la mandataria chilena trató en su discurso del 21 mayo, en cuanto a la conmemoración -instaurada el año pasado- cada 30 de agosto del Día del Detenido Desaparecido.
"Me parece muy bien todo lo que recuerde a todos los que mataron y desaparecieron, para que nunca se nos olvide. Nadie que está olvidado está muerto, son los muertos lo que están olvidados. Hay gente que muere solita y nadie los acompaña. Recuerdo haber estado en la tumba de Julio Verne en Francia y era tan lúgubre, solitaria, abandonada. El no olvido es lo más importante y la señora Bachelet ha hecho muy bien en poner este día que recuerda a las víctimas de la dictadura", dijo.
Clásico repertorio
Ahora que sus condiciones físicas son mejores y que cumple uno de sus anhelos artísticos, volver a presentarse en Chile, Mercedes Sosa ofrecerá un show cargado de nostalgia y de alusiones directas a los más insignes compositores nacionales: Violeta Parra y Víctor Jara, entre otros de Latinoamérica.
"Lo mío no es nada especial, no traigo un circo, vengo a cantar canciones, vengo a conocer a Luis Jara, a cantar con los Illapu y a cantar canciones bellas que sé que les va a gustar", adelantó la artista sobre su espectáculo en Arena Santiago este viernes.
«Yo elijo muy bien el repertorio que interpreto. Pero ya no están las canciones de barricada. Esas fueron hechas por chilenos, las de Violeta Parra, Víctor Jara, Quilapayún y nosotros los argentinos, al lado de ustedes éramos unos niños de pecho. Nuestros compositores y poetas no tenían esa fuerza. Tuve la dicha de llevar a Brasil temas como Gracias a la vida y Volver a los 17 sin tener que cantar en portugués, eso en un país tan celoso con su idioma es un gran logro", manifestó la artista sobre los días de protesta musical.
Sobre su especial llegada con los jóvenes, incluso hay tras cumplir 72 años, Sosa manifestó que "siempre he sido una artistas muy querida por los jóvenes. Una vez en la Plata, en la universidad de esa ciudad, fui a cantar para los chicos de veterinaria. Cuando terminaba de cantar calló la policía y el ejército y gracias a Dios no mataron a mi hijo. Me sacaron del escenario y me fui, pero otros no tuvieron la misma suerte", recordó.
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