Abogados del reputado intérprete, en prisión desde hace un mes, defendieron su inocencia y rechazaron la reclamación económica.
El juzgado de la ciudad sueca de Ystad inició hoy un proceso por abuso sexual contra el tenor chileno-sueco Tito Beltrán, con la petición de la Fiscalía de una condena por violación y la reclamación por la demandante de una indemnización de 100.000 coronas suecas (16.000 dólares, 10.600 euros).
Los abogados del reputado intérprete, en prisión desde hace un mes, defendieron su inocencia y rechazaron la reclamación económica.
Beltrán está acusado de abusar sexualmente de la niñera al servicio de la actriz Maria Lundqvist, quien figuraba al igual que el tenor en la gira del espectáculo «Rhapsody in Rock», junto con varios artistas suecos muy populares que declararán a lo largo del juicio.
Los hechos se remontan al verano de 1999, cuando la compañía se hospedaba en un hotel de Svedala, aunque la denuncia no fue presentada hasta la pasada primavera.
En la vista inaugural del juicio, que estuvo rodeada de una gran atención mediática, el abogado defensor señaló que fue la joven, entonces de 18 años, la que pidió a Beltrán que le diera un masaje para aliviar sus dolores de espalda en la habitación del artista, ya que éste tiene conocimientos en la materia.
Durante el masaje, ambos se acariciaron y se besaron, pero Beltrán aceptó la negativa de la joven, cuya identidad está protegida, a mantener relaciones sexuales, aunque durmieron juntos un rato, según el letrado.
En su declaración pública en la sala, Beltrán relató que la joven se quitó voluntariamente el jersey y los pantalones y que él le masajeó las piernas, las ingles y los glúteos, aunque no hubo nada más, por deseo de la niñera.
«Fue excitante, no hubiera tenido nada en contra de tener una relación sexual, pero respeté su negativa. De ninguna manera se puede hablar de una violación. He estado con muchas mujeres, pero nunca he necesitado forzar a ninguna», dijo el tenor, según la agencia sueca TT.
Después de dormir juntos, ella se levantó, se vistió y se fue, explicó Beltrán, quien precisó que acudió al encuentro vestido con ropa interior y un albornoz porque pensaba que se sentía atraída por él.
La joven declaró a continuación del artista, a puerta cerrada.
Antes del juicio, Beltrán, que reside en Suecia desde hace dos décadas, denunció un complot de algunos ex compañeros para incriminarle y motivos racistas por su origen extranjero.
Más de 40 artistas chilenos difundieron ayer una carta en la que reclaman un juicio abierto y justo y denuncian la detención del tenor «sin tener pruebas en su contra».
Representantes de la embajada de Chile en Estocolmo asistieron hoy a la vista.
No es la primera vez que Beltrán tiene problemas con la Justicia sueca: en 2003 fue condenado a una sanción económica por intento de maltrato, tras atropellar con su automóvil a un vecino, y hace un año fue absuelto de abuso sexual a una menor por un tribunal de Varberg, aunque el fiscal ha apelado la sentencia.
EFE
