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Cine fantástico y road movies pasados por la juguera

Masivo definitivamente no es el concepto que define la línea de esta cinta nacional pronta a estrenarse. Abandonar la narrativa para abrazar las sensaciones parece ser la consigna de un filme que apunta a un público más adulto y con claras referencias en la industria norteamericana.


La primera película de alguien dedicado por más de diez años a la crítica, el ensayo y la docencia en el cine no puede ser algo fácil o simple. Mal que mal, la teoría, el conocimiento y las experiencias pesan a la hora de crear una obra propia. Miguel Ángel Vidaurre no puede dejar de lado a David Lynch o desprenderse de Gus Van Sant y olvidarse de tantas referencias que resultan ineludibles, más aún cuando se trata de importar géneros poco desarrollados en el país.



"Esta no es la primera road movie del cine chileno" dice Vidaurre sobre "Corazón Secreto", su primer filme, que se estrenará el próximo 10 de abril en el Cine Arte Alameda y que co dirige con el documentalista Carlos Flores del Pino ("El Charles Bronson chileno").



Aunque para cualquier individuo común hacer memoria sobre una película caminera nacional no tiene muchos resultados, para Vidaurre hasta la recién restaurada "Caliche Sangriento", de Helvio Soto, es un ejemplo de los representantes nacionales del género.



Por lo tanto, no le acomoda el eslogan de pionero en el formato. No está de acuerdo. Sí piensa que en este caso es la primera vez que se trabaja en la combinación de géneros: matizando el road movie con el cine fantástico. Una tentativa en pos de apelar a las sensaciones del espectador, más que a una historia determinada.



Porque para Vidaurre una función muy importante del cine es la invocación de emociones en el público. "Emociones complejas, no muy claras. Emociones incluso contradictorias", dice. Según explica, en "Corazón Secreto" hay un intento por vincular dos tendencias que en el cine se encuentran bastante separadas. El cine fantástico, el que se suele ligar al espacio industrial, con la experimentación.



"El cine fantástico tiene un núcleo que te produce una perturbación. Lo fantástico, más que asustarte, produce una inquietud en el público, el espectador sale extraño", dice Vidaurre. Por eso tomó elementos de este género en su versión popular, para llevarlo a una zona "un poco más sofisticada o quizás un poquito más culta", asegura asumiendo su condición de "no muy pop".



La cosa gringa



La película comienza cuando Iván (Iván Marinovic) encuentra a su mujer (Celine Raymond) muerta en su departamento y envuelta en plásticos a lo Laura Palmer, de "Twin Peaks". Desconcertado, mete el cuerpo en el maletero de su auto y comienza un viaje eterno y escapista.



Tenemos el auto, tenemos el tipo que conduce y huye. Dos elementos muy elementales para hablar del road movie, un género que se importa directamente desde Estados Unidos -Fuguet eso lo sabe bien- y que se caracteriza más por "sacar" que por "poner". Es un distanciamiento de la narrativa, minimizarla al máximo. "Al ir sacando van quedando tiempos muertos, vacíos, ausencia de diálogos", dice Vidaurre.



La idea es extraer los elementos narrativos para "ir dejando lo que queda", asegura el realizador de "Corazón Secreto". No hay entonces grandes acontecimientos ni situaciones. "Es una lógica de anular, de movimiento", afirma Vidaurre, aclarando que no por esto se trata de improvisar o inventar.



Por lo visto, la película no está destinada a un público masivo ni popular. "Hay cierto público para cierto tipo de películas: Eso hay que asumirlo", zanja Vidaurre. El cruce de estilos, las intertextualidades presentes y la idea que tiene el realizador de que "la gente salga con una determinada sensación, en vez de decir que le gustó la película y que la puede contar", apuntan a un público más letrado y más dispuesto.



Un espectador que esté abierto a entregarse a una suma de sensaciones, más que a una historia cinematográfica tradicional. Vidaurre y Flores imprimieron angustia, soledad e incomprensión como emociones clave del filme y dejaron de lado el interés por el aprendizaje y el conocimiento. Apelar más al cuerpo y la intuición para así abrir espacios a la interpretación.





Trailer de "Corazón Secreto":


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