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Adiós a «la pintora de la expresión humana»

Hoy, sus obras dejan estampadas – en líneas y en intensos colores – su pasión y su historia que se lía con la vida de figuras tan relevantes como Nemesio Antúnez, Alejandro Jodorowsky y Roberto Matta. La destacada artista nacional se encontraba internada en el Hospital José Joaquín Aguirre para tratarse de la anemia aplástica que la aquejaba.


"Le gusta fumar, conversar, tomar pisco, tener amigos grandes y chicos, levantarse tarde y hablar mucho por teléfono", recuerda en una entrevista al diario La Nación su hija Carmencita.



Carmen Silva, denominada por sus pares como la "pintora de la expresión humana", se inició en el mundo de las telas con maestros de la talla de André Racz y Nemesio Antúnez.



Estudió en París las técnicas del grabado y la pintura y trabajó en talleres de Roberto Matta y Enrique Zañartu. Posteriormente, gracias al otorgamiento de una beca continúo sus estudios en Nueva York, donde enseñó técnicas de dibujo en el City College. Posteriormente se radicó en Ecuador, donde pasó 15 años de su vida.



De regreso en Chile, la artista recibió distinciones como el Premio Anual de la Crítica especializada de Valparaíso, dedicándose paralelamente a la enseñanza de teatro, fotografía, video, pintura, música y danza, a pobladores de escasos recursos.



Sus obras han participado en exposiciones colectivas en México, Colombia, Estados Unidos, Argentina, Alemania, Perú, Japón, Cuba y Ecuador, y en exposiciones individuales en Estados Unidos, Ecuador, Brasil, siendo invitada en 2005 por la Embajada de Chile en Italia para exponer en Milán.



Artista multifacética



Quizás el lado más lúdico de la historia de Carmen Silva es su participación en diversas sesiones fotográficas para revista Paula. Sus minifaldas y sus medias a veces rotas a propósito, causaban revuelo en la década del 50 y 60.



Otro lado llamativo de la vida de la artista fue su trabajo en los cordones industriales antes del Golpe Militar de 1973. Socialista por naturaleza, sabe que sus pinturas es política, lo que explica las bajas ventas de sus cuadros. Algo irrisorio si se considera que sus telas se transan en millones en el mercado.
Uno de los momentos más difíciles fue la muerte de su hijo Andrés, de 50 años, en 2004. Su otro hijo, Juan Pablo Orrego, es Premio Nobel Alternativo de la Paz y destacado ecologista.



La destacada artista visual Carmen Silva falleció la madrugada de ayer en el Hospital José Joaquín Aguirre de una insuficiencia respiratoria a raíz de una bronconeumonía que se le presentó, estando internada en dicho recinto para tratarse de la anemia aplástica que la aquejaba.



Sus restos son velados en la academia de danza La Divina Comedia (Ernesto Pinto Lagarrigue 214) frente a su hogar. Los funerales serán hoy a las 17 horas en el Cementerio Parque del Recuerdo, donde será incinerada.






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