La villa que poseía el cantante en Colle San Bartolo, en la costa adriática, pasará a las hijas de su primer matrimonio.
La viuda del tenor Luciano Pavarotti, Nicoletta Mantovani, y las tres hijas del primer matrimonio del cantante -Lorenza, Cristina y Giuliana- alcanzaron un acuerdo para repartirse la herencia del artista.
Así lo afirma en una entrevista que publica este lunes el diario italiano «Quotidiano Nazionale-Il Resto del Carlino», la que fuera su abogada y, tras su muerte, también letrada de su viuda, Anna Maria Bernini, quien asegura que los bienes de Pavarotti «se han repartido de manera equitativa y compatible con los parámetros legales» italianos.
En el testamento principal, del 13 de junio del 2007, Pavarotti dejó, tal y como establece la ley del país, un cincuenta por ciento de la herencia dividido a partes iguales a sus cuatro hijas (tres del primer matrimonio y la última, Alice, que tuvo con Mantovani, su segunda esposa), y otro 25 por ciento a su viuda.
El restante 25 por ciento, de libre asignación, fue también para Mantovani, con lo que su viuda se convertía en heredera del 50 por ciento del patrimonio del tenor.
El pacto entre las tres primeras hijas del tenor y su viuda, que ahora siente una «verdadera amistad» por éstas, según su abogada, se ha cerrado «con gran convicción y de pleno acuerdo», y recoge además que la villa que poseía el cantante en Colle San Bartolo, en la costa adriática, pasará a las hijas de su primer matrimonio.
El convenio entre las herederas de Pavarotti no cierra la investigación iniciada por la Fiscalía de Pesaro (centro-este) ante las dudas de que el tenor, que murió el 6 de septiembre del año pasado, se encontrara en plenas facultades mentales cuando, algo más de un mes antes de su muerte, redactó un nuevo testamento.
Este documento establecía la creación de un «trust» -una especie de fideicomiso- con sus posesiones y ganancias en Estados Unidos, que debía administrar su viuda.
EFE
