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Máquina voladora con científicos naturalistas aterrizó en la Plaza la Constitución El montaje teatral de la compañía francesa «La Machine» estará hasta el 18 de enero

Máquina voladora con científicos naturalistas aterrizó en la Plaza la Constitución

La puesta en escena narra la historia de un grupo de científicos que vuelan en un máquina de cinco toneladas que se desplaza en el aire gracias a las energía fotovoltaica que proviene de las platas. En Chile estudiarán la flora de la Cordillera de Los Andes, que según los botánicos franceses, poseen un gran potencial eléctrico.


Casi 50 misiones ha realizado la aeronave Aeroflorale II de 15 metros de altura. Luego de su paso por cuatro ciudades europeas, la nave aterrizó esta mañana a un costado del Palacio de La Moneda.

El aterrizaje se enmarca dentro del montaje teatral la Expedición Vegetal, de la compañía francesa “La machine” que FITAM trajo para esta temporada del festival de teatro Santiago a Mil.

La obra

Según constaba en la bitácora de viaje del Comandante FD, a las 03:42 de la mañana aterrizó la nave bajo condiciones meteorológicas óptimas. La expedición estará efectuando investigaciones en territorio chileno. La principal intención de este grupo de científicos es experimentar con la diversidad vegetal que posee Chile con el fin de registrar cuáles son las plantas que pueden acompañarlos en su viaje. En esta oportunidad la atención estará centrada en las especies de la Cordillera de los Andes.

Según explicó el Comandante, la aeronave pasó por distintos lugares del mundo antes de arribar en la capital nacional. “Nosotros partimos de Nantes (Francia) hace 6 meses atrás, pasamos por las islas Azores,  la Amazonía y la Cordillera de los Andes, el lago Titicaca, el desierto de Atacama, para llegar a Santiago”, narró.

La presencia de estos investigadores busca ver cuáles plantas de origen chileno tienen mayor potencial eléctrico, pues esta expedición busca la valiosa energía fito-voltaica, energía que hace que la aeronave de cinco toneladas pueda desplazarse. “Esta aeronave vuela gracias a la energía eléctrica que se han obtenido con las plantas que están abordo. Investigadores de diferentes lugares han descubierto que en las plantas hay electricidad. Durante la fotosíntesis la planta genera energía eléctrica”. Además explica el comandante, “hemos logrado, y somos los únicos en el mundo que han logrado capturar esa energía eléctrica, llevarlas a baterías”.

La búsqueda de más especies que puedan colaborar con energía eléctrica para la nave tiene un gran fin, que esta energía sea la nueva fuente principal para las ciudades y las industrias, pues el carbón y el petróleo dañan el medio ambiente.

El investigador además señaló una de las principales ventajas de la geografía de Chile. “Llevamos a cabo experiencias de la biodiversidad en el medio urbano, en especial en las especies locales, las plantas de altura, desérticas y las costeras. En chile ustedes tienen la suerte de tener todo eso en un mismo territorio”. Para ayudarlos con esta investigación, la Corporación Nacional Forestal ha facilitado, a modo de préstamo más de 7 mil ejemplares para que puedan realizar las investigaciones. Entre ellas destacan la Araucaria chilena, la Palma chilena, el Toromiro de isla de pascua, además del Quillay, el Abedul y la Salvia.

Entre la maquinaria que se puede apreciar en el campamento que se ha ido montando en la Plaza de la Constitución, están una especie de invernadero para probar la resistencia de las plantas al viento, al agua, al sol permanente y al frío. De soportar bien esas condiciones, los científicos pueden agregar esa especie a la nave.

Estos científicos estarán en Santiago hasta el sábado, día en el que partirán hacia Buenos Aires, África Central y Madagascar, siempre y cuando tengan el permiso de despegue por parte de las autoridades.

En cuanto al acontecer actual de incendios forestales que han invadido al país, el comandante FD señaló a Cultura + Ciudad que al momento de la llegada identificó distintos focos. “Es muy peligroso y grave para los suelos y la naturaleza. Cuando no hay más plantas el agua pasa a llevar los suelos  y va creando desiertos. La única forma de evitarlos es no dejar desperdicios en el suelo, no fumar en la naturaleza ni hacer fogatas. Es la humanidad la que causa estos incendios. La gente debe tener cuidado con sus gestos para así poder respetar a la naturaleza”, enfatizó.

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