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Embajadores culturales, el modelo de San Joaquín para llevar el arte a los colegios Existe desde 2011 y fomenta el consumo de teatro, cine y danza de alta calidad

Embajadores culturales, el modelo de San Joaquín para llevar el arte a los colegios

Desde el principio, el objetivo fue enseñar producir material pedagógico, coordinar y vincular actividades artísticas, difundir las actividades del centro cultural y generar mesas de trabajo para profundizar contenidos comunes entre el centro y los colegios. De esta forma, se ha logrado que el Teatro Municipal local genere actividades vinculadas a los intereses de la comunidad educativa. Uno de estos fue el tema del bullying y para ello se generó una programación especial que incluía obras de teatro, danza y conciertos de música.


Un programa que lleva cultura a los colegios se implementa actualmente en la comuna de San Joaquín, posibilitando el consumo de cine, teatro y danza de alta calidad a centenares de alumnos, desde kínder hasta enseñanza media, de ocho colegios de la comuna.

La acción se implementa a través de “embajadores culturales”, como se llama a profesores y/o administrativos de los colegios públicos que sirven de nexo con la Corporación Municipal de Cultura de San Joaquín, entidad dirigida por Johnny Labra, el conocido músico del grupo Sol y Lluvia.

El programa específico de los “embajadores culturales escolares” es responsabilidad del actor, profesor de Historia y gestor cultural Claudio Orellana, y su éxito ha sido tal que no sólo ha logrado crear una audiencia, sino que ha hecho que surjan artistas dentro de los mismos colegios.

“Es un programa de formación y vinculación del mundo artístico con el área educativa”, sintetiza Orellana.

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Público fiel

Orellana, encargado del área de educación y extensión de la corporación, cuenta que los primeros “embajadores” fueron los encargados de cultura de los colegios, o aquellos docentes o funcionarios que ya cumplieran roles similares.

Uno de ellos es Aníbal López, docente de lenguaje del colegio municipal Horacio Aravena Andaur, que ocupa ese cargo desde el año pasado. Cuenta que desde la corporación cultural siempre a principio de mes le envían la programación cultural, que se difunde entre los alumnos, pero que también gestionan actividades propias. Por ejemplo, actualmente están preparando distintas eventos para el 12 de Octubre, que conmemorarán con sus estudiantes representando a distintos países de América Latina, mostrando su cultura, geografía, bailes, etc.

“La experiencia ha sido muy buena”, asegura en cuanto a la experiencia de los “embajadores”. “Ya tenemos un público fiel que va a los eventos con fruición, con agrado, jóvenes receptivos que son capaces de analizar críticamente una obra. (A comienzos de mes) muchos chicos llegan a preguntar si ya llegó la programación, ‘profe, qué hay de teatro, qué hay de nuevo’, y eso es bastante meritorio, con estudiantes menores se dan tiempo y consiguen permiso en su casa para ver una obra a las siete y media de la tarde”.

“Yo, en lo personal, que fui siempre muy motivado para que nuestros cabros, que son carentes de muchas cosas, tuvieran acceso a esto, me siento muy, muy realizado al ver el disfrute de ellos y el acceso a un mundo que o no les interesaba porque no lo conocían o no los motivaba”, dice. “Ahora sí veo esa motivación”.

Profesores de la red de embajadores culturales colegio Horacio Aravena Andaur

Profesores de la red de embajadores culturales colegio Horacio Aravena Andaur

López destaca que entre los efectos están hechos como los estudiantes ya no sólo pueden disfrutar un espectáculo y dialogar sobre el mismo, sino que han comenzado a crear cultura ellos mismos. Este año, por ejemplo, en su colegio ha habido un concurso de literatura donde han participado no sólo estudiantes, sino también apoderados y trabajadores del liceo.

“Hemos logrado algo muy importante: sacudir la vergüenza. Lanzarse y manifestarse, lanzarse y bailar…”, remata.

Brandon Leal, de 17 años y estudiante de tercero medio, es uno de los alumnos de este colegio que ha disfrutado del programa de los “embajadores”.

“La experiencia ha sido buenísima. Las obras son buenas, los actores son simpáticos, se puede hablar con ellos…”, señala, para agregar que asiste al teatro municipal local ya desde octavo básico. Los alumnos no sólo se culturizan, “sino que van a pasarla bien un rato”.

Retroalimentación

La bidireccionalidad es una de las características del programa. Los colegios y la corporación cultural se retroalimentan mutuamente.

Desde el principio “el objetivo fue enseñar material pedagógico, coordinar y vincular actividades artísticas, difundir las actividades del centro cultural y generar mesas de trabajo para profundizar en relación a los contenidos que se pueden trabajar en el centro cultural con los colegios”, señala Orellana. “Entendemos a los colegios como centros culturales y además creemos que podemos ser un aporte a la educación municipalizada”.

De esta forma, se ha logrado que el Teatro Municipal local genere actividades vinculadas a los intereses de la comunidad educativa. El 2012, por ejemplo, se trató fuertemente el tema del bullying como temática escolar, “y nosotros generamos una programación especial para tratar eso, que incluía obras de teatro, danza y conciertos de música”.

Visita TIKITIKLIP cortos precolombinos 2013

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“No todas estaban enfocadas directamente al tema, sino que desde distintas áreas y lugares fuimos acercándonos al tema”, explica.

En esa ocasión los alumnos pudieron ver el trabajo del Centro de Danza Espiral o de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, así como obras de teatro de renombradas compañías como la Patogallina (“El húsar de la muerte”, “El último hain”) o Teatro Cinema (“Sin sangre”), entre otras. Orellana destaca que esto permite a los alumnos vivir la experiencia de ir al teatro, incluido el corte de entradas, el pedido de apagar los celulares antes de la función, etc.

Se trata de evitar que sientan que es una “actividad de colegio”. Pero no sólo eso.

“Ahí lo interesante es que es una programación de excelencia, que no es lo común que se programa para colegios, que suele ser la obra vinculada al texto de Lenguaje. Tratamos de escapar un poco a eso y les mostramos obras que están en cartelera común para usuarios comunes, pero que de alguna forma se relacionan con temáticas de colegio”, destaca.

Pintura, danza, cine…

Pero no sólo hay teatro. Otra área de trabajo es la sala de artes visuales, donde se hacen visitas guidas y clases, pero además ofrecen la posibilidad de exponer trabajos de los propios estudiantes. Los alumnos además han tenido acceso a trabajos de la Asociación de Pintores y Escultores de Chile (APECH), artistas de la propia comuna o creadores como Zenén Vargas, el legendario pintor de los carteles de micro, o el orfebre Claudio Morales.

También se destaca el área llamada “Cineduca”, que consiste en la exhibición de obras cinematográficas nacionales e internacionales –seleccionados por la comunidad educativa y de diversas temáticas- y la realización de foros, que muchas veces cuentan con especialistas y los propios realizadores.  Posteriormente además los chicos se llevan un material pedagógico, que contiene una ficha de la obra y actividades a desarrollar.

"La mala clase", porgramacion especial a  colegios

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Por ejemplo, este mes mostrarán “Marichiweu, venceremos por siempre”, de Andrés Lübbert, sobre el tema mapuche, “Amargos”, de Iñaki Moulian, de cariz medioambiental, y próximamente será el turno de “Extranjero”, que muestra la creación de la obra homónima de la compañía teatral Patogallina, ya vista por los alumnos anteriormente, en lo que será una suerte de pre-estreno.

En música, en tanto, se programa música clásica, en conjunto con la Universidad Técnica Federico Santa María. Fuera del programa, este público además pudo ver a artistas como Ases Falsos, Claudio Narea o Chinoy.

Tampoco se han olvidado de los más pequeños, que han podido disfrutar de obras como “Una mañanita partí” de la compañía Teatro de Ocasión, de los Supercuentacuentos de la Compañía Timbal o los cortometrajes de los Tiquiticlips.

El éxito de los “embajadores” ha sido tal que a partir de noviembre empezará a haber representantes estudiantiles entre ellos (aunque ya hay dos en “marcha blanca”), y se espera que los apoderados también asuman estos roles en 2015.

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