Ya se dieron a conocer los artistas nominados a la primera versión de los Premios Pulsar, una iniciativa de la Sociedad del Derecho de Autor para galardonar a los exponentes de la música chilena. El certamen se levanta luego de que la misma institución diera fin a los Premios Altazor, única instancia de reconocimiento para el arte nacional. Entre los nominados destacan Ana Tijoux, Manuel García, Isabel Parra, Banda Conmoción, Fernando Milagros, Nano Stern y Bbs Paranóicos.
Son cien nominados divididos en veinte diversas categorías, caracterizadas por la variedad musical y generacional. En esta primera versión de los Premios Pulsar se enfrentan músicos consolidados y emergentes. Una decisión marcada por entregar un espacio a todos los artistas que actualmente se encuentran creando, más allá de su presencia en los medios de comunicación. La ceremonia de premiación será celebrada el próximo 28 de julio en el Teatro Nescafé de las Artes.
Sorpresa causó la decisión de la Sociedad del Derecho de Autor (SCD) de dar término a una tradición de quince años del único premio al arte chileno, los Altazor. En enero de este año anunciaron que no volverían a realizar el certamen debido a problemas de financiamiento y que otra institución debería tomar el relevo. A pesar de que no fue así, la misma SCD decidió abocarse a su labor y desarrollar una instancia de premiación de la música chilena.
“Con Altazor cumplimos quince años. El premio lo creamos, institucionalizamos, lo financiamos y organizamos durante quince años. Después de eso dimos el pase para que se hiciera cargo el Estado o alguien, pero no hay mayor interés porque saben que es difícil. Así que como Sociedad de los músicos teníamos que hacernos cargo de los premios de los músicos, pero ya no podíamos hacernos cargo de todos los artistas”, afirma Álvaro Scaramelli, presidente de la SCD.
Un jurado conformado por más de cien actores de la industria musical chilena definió los nominados dentro de las más de 400 postulaciones del año 2014 que recibió la convocatoria del certamen. Entre los expertos se encuentran músicos, periodistas especializados, productores musicales, ingenieros en sonido, musicólogos y académicos. Así se diferencia de los desaparecidos Altazor, en el que los pares eran el jurado.
Sin embargo, la iniciativa de los Premios Pulsar emana de los mismos músicos, como reconoce Soledad del Río, vocera de la SCD y vocalista de la banda La Guacha: “Es el momento en que los artistas nos tomamos el poder y decimos fuerte que hay que celebrar la música y aplaudirla, que somos importantes para nuestra sociedad, que no somos menos que nadie por ser artistas. Es una manera de poner el arte donde corresponde y si no viene de afuera somos nosotros mismos los que lo levantan”.
Para esta primera versión las categorías se definieron de manera especializada por género musical, donde destacan estilos y formatos alejados de la parrilla masiva. Música para Audiovisuales, Música Clásica o de Concierto, Mejor Artista Infantil, Premio a la Difusión de la Música de los Pueblos Originarios, Premio a la Mejor Publicación Música y Premio a la Mejor Producción Audiovisual Vinculada a la Música, son algunas de las categorías que sobresalen.
“La industria de la música es lejos la más grande y merece tener un premio, porque el premio va visibilizando aquellas manifestaciones musicales que no están asociadas al mercado. Entonces de alguna manera el premio le permite al artista sentirse reconocido por un trabajo que hace, aunque no sea una persona masivamente reconocida. Y en ese sentido, todos los que postulan que sacaron disco en el año pueden estar nominados a una categoría sin haber sonado en las radios”, explica Scaramelli de la SCD.
Los nominados
Cinco nominados en cada categoría y un cruce de estilos y generaciones caracteriza la primera entrega de los Premio Pulsar. Para Mejor Artista Rock se cruzan Ángelo Pierattini, BBs Paranóicos, Horeja, Juanito Ayala y La Big Rabia. En Mejor Artista Pop son menos las sorpresas, Ases Falsos, Fernando Milagros, Javiera Mena, Manuel García y Prehistöricos. Por su parte, en Mejor Artista Música de Raíz las generaciones se entremezclan con Banda Conmoción, El Baucha, músico cuequero fallecido en 2014, Inti Illimani Histórico, Isabel Parra y Pascuala Ilabaca.
En la categoría Mejor Artista de Música Urbana compiten Ana Tijoux, Andrés Pérez, Cevladé, Quique Neira y Zaturno. Para Mejor Artista Música Tropical aparece Chico Trujillo, Jordan, La Humanidad Salsa, Mákina Kandela y Nuevo Son Orquesta. En Mejor Cantautor está Claudia Stern, Eduardo Peralta, Javier Barría, Nano Stern y Tomás González. Y en Mejor Artista Balada están Andrés de León, La Otra Fe, La Sociedad, Lua de Morais y Myriam Hernández.
A las que se suman las categorías de Mejor Artista de Música Electrónica, Mejor Artista Metal, Mejor Artista Jazz y Fusión, Artista Revelación, además de Artista y Álbum del Año en el que compiten todos los nominados. El público tendrá la misión de elegir la Canción, Álbum y Artista del Año. También será premiado el Artista Más Tocado en el Año, categoría definida solo a través de las estadísticas radiales.
Los músicos valoraron esta iniciativa y destacaron la necesidad de contar con un premio de estas características:
“Está súper bueno que exista un premio como éste, de alguna forma levanta una posición en la música que estamos haciendo. Por lo que vi en la ceremonia está súper democrática la parrilla de categorías, hay de todo. Me parece súper bien”, expresó Fernando Milagros, nominado a Mejor Artista Pop.
Por su parte, Javier Barría, nominado a Mejor Cantautor señaló estar “agradecido de ser parte de esta instancia que es única, que reconozcan el trabajo. Sé que es fruto de un trabajo bien hecho que tuvo difusión como nunca antes había tenido”.
“Hace años que debería haber habido un premio como este, con la música que se hace acá. Como dijo el presidente de la SCD, el Altazor dejaba un espacio bien paupérrimo a la música. Creo que hace años que la música se merecía un premio así como pasa en todos los países, valoro mucho la iniciativa”, agregó Barría.
Camila Moreno, expresó que “ya era hora que tuviéramos nuestra propia manera de hacer reconocimiento a todo el trabajo. En Chile falta mucha educación de lo que cuesta ser músico, más allá de si uno es reconocido o no, todos somos músicos independientes. La industria cambió, todos estamos pulsando por esto y es un trabajo muy duro, muchas veces muy solitario y pocas veces uno siente que hay retroalimentación. Entonces esta es una manera de empezar a hacer que eso exista”.
