Se celebra este domingo y ya cuenta con más de 840 actividades inscritas a lo largo del país
Desde que comenzó en 1999, hasta la fecha, el día del patrimonio se ha transformado en una celebración que incluye mucho más que la visita a edificios históricos. Dentro de las actividades disponibles para este domingo 29 de mayo se podrá recorrer Santiago en una micro amarilla, seguir a organilleros por sus recorridos o disfrutar de malones en distintos barrios del país, entre una infinidad más. Pero en particular, la celebración de este año se ve marcada por intentar restaurar el clima de desconfianza social.
Cuando en 1999 se celebró por primera vez el Día del Patrimonio, no eran más de 20 las actividades disponibles, la mayoría relacionadas a la visita de edificios, y todas concentradas en la Región Metropolitana. Actualmente ya hay más de 840 actividades inscritas para la celebración de este año, y desde el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) estiman que es muy probable superar el medio millón de visitas este domingo. Aunque aún hay muchos temas pendientes respecto al patrimonio en Chile, al menos el cambio en la comunidad e interés creciente por esta celebración resulta innegable.
Ángel Cabeza, director de la Dirección de Archivos, Bibliotecas y Museos (Dibam) y vicepresidente del CMN, atribuye esta situación a un cambio cultural. “En las últimas décadas, la ciudadanía ha entendido que el patrimonio le pertenece e incluso que tiene una responsabilidad en su preservación para las futuras generaciones. Ese sentido de pertenencia es clave para comprender por qué más de 500 mil chilenos recorrieron edificios públicos y privados en el día del patrimonio pasado, y a la vez, por qué este año se ha incrementado notablemente el número de actividades que la propia comunidad ha decidido poner a disposición de todos en esta nueva versión”, dice.
Y es que el Día del Patrimonio ha ido creciendo exponencialmente, en especial durante los últimos años. En 2013 la cantidad de personas que participaron de las celebraciones fueron 369 mil, al año siguiente aumentó a 405 mil y el 2015 se disparó a 520 mil. Con las actividades ocurrió más o menos lo mismo. El 2013 hubo poco más de 350 actividades inscritas, en 2014 la cifra superó los 400 y para el año pasado se llegó a 564. Al cierre de la convocatoria 2016 hay más de 840 actividades programadas para el domingo. Las cifras son más impactantes si es que se considera que no siempre se logran registrar todas las actividades ni el público asistente.
Este año las celebraciones, sin duda, vienen con fuerza y las novedades son varias. Paseos por Santiago en una antigua micro amarilla, seguir a organilleros por sus recorridos o disfrutar de malones en distintos barrios del país, son solo algunas de las cientos de posibilidades. Además por segundo año consecutivo estará disponible la aplicación DíaPatrimonio, la cual busca orientar a la población en este mar de actividades, permitiendo armar una ruta propia de visitas y avisando sobre el colapso de algún lugar a través del semáforo de congestión.
Pero el llegar a un número tan alto de actividades no solo es significativo por la gran oferta a disposición de la gente, sino que porque estas iniciativas vienen tanto de organizaciones e instituciones públicas como privadas y desde la propia sociedad civil, generando una idea de empoderamiento de la comunidad.
Al menos así lo piensa Cabeza, quien comenta que para este día no sólo está la apertura de inmuebles a los que es difícil acceder en otras circunstancias. Además la ciudadanía ha puesto a disposición sus propios espacios y ha definido muchos de ellos como patrimoniales. Esto, para el director de la Dibam, es fundamental para cambiar las percepciones sobre la diversidad del patrimonio.
El patrimonio hace tiempo dejó de ser la visita a inmuebles históricos de difícil acceso y cada año se van sumando más y más actividades de toda índole, situación que puede llegar confundir acerca de qué es finalmente el patrimonio. Cabeza lo define de la siguiente manera.
“Patrimonio es algo que sientes como propio y que tiene un significado profundo desde el punto de vista de la memoria y de la herencia. Pueden ser lugares, personas, historias, edificios, objetos y hasta tradiciones. El patrimonio da coherencia a la identidad, y nutre tu visión de futuro. Esto es propio de todo grupo o comunidad”, afirma.
Este año las actividades están organizadas bajo el lema “Celebremos juntos el patrimonio en tu barrio”, invitando a la comunidad a disfrutar de las 133 zonas típicas a lo largo del país, pero además la invitación es a organizar malones. Una acción a corto plazo que consiste en reunir a los vecinos de un barrio para compartir y discutir sobre el futuro de su comunidad.
Para Cabeza acciones como estas son positivas porque ayudan a restaurar el clima de desconfianza social que se vive actualmente. “Las sociedades modernas y urbanas están fracturadas en sus niveles de confianza social. Entonces, el patrimonio ofrece la oportunidad de encontrarte con tus vecinos, o bien de conocer a personas que en otras circunstancias no hubieras conocido”, dice.
Por esto el vicepresidente del CNM considera que es importante celebrar este día, porque, en palabras simples, le hace bien al país. En parte a eso atribuye también el éxito que ha ido ganando la celebración en los últimos años. “En una explicación más profunda, frente a la pérdida de sentido de las sociedades modernas, el patrimonio te ofrece identidad, pertenencia y sentido de comunidad”, reflexiona.
Cabeza tiene claro que aún se encuentran muchos temas pendientes respecto a las condiciones y conservación del patrimonio en el país, desde la falta de recursos, hasta el deterioro de ciertos patrimonios y las condiciones laborales de quienes trabajan en este ámbito. Además, pese al gran número de actividades disponibles este año, aún la mayoría de estas se concentran en la Región Metropolitana (295), seguida por Valparaíso (100) y Bío Bío (97), en desmedro de otras regiones como Atacama y Aysén, donde los números llegan a siete y cuatro respectivamente.
El director de la Dibam es claro en decir que la solución hacia los problemas que enfrenta hoy el patrimonio está en avanzar hacia una institucionalidad y legislación que incluya tanto a privados como públicos para una “adecuada conservación y gestión del patrimonio en beneficio de todos”.
